Remco Evenepoel celebra con la camiseta arcoíris.
Remco Evenepoel celebra con la camiseta arcoíris.
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UCI.

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Remco Evenepoel se coronó campeón mundial: hizo una exhibición para el recuerdo

Hace quince días ganó la Vuelta a España y hace una semana el bronce mundial de la crono.

Remco Evenepoel ofreció una exhibición que quedará para la historia en la prueba en línea de los Mundiales de Ciclismo e Carretera de Wollongong (Australia), un recorrido de 266,9 km. en el que el corredor belga dominó a su antojo para acabar ganando escapado y después de rodar en solitario los últimos 25 km.

Evenepoel, de 22 años, campeón mundial ya en categoría júnior en 2018 y reciente ganador de la Vuelta a España, labró su victoria con un movimiento a 74,5 km. de meta que seleccionó una fuga. A su estilo, atacando desde lejos.

Después, apuntaló el triunfo a 40 de meta, cuando a los ataques en el pelotón principal no les dio para cazar a los más de 30 escapados; lo encauzó cuando se marchó a 34,5 llevándose a rueda a Alexey Lutsenko, y lo remató a 25 al dejar al kazajo en la última subida al muro de Pleasant que marcó la prueba. También a su estilo, reventando a sus rivales con un ritmo infernal.

Acompañaron al sucesor de Julian Alaphilippe, ganador en 2020 y 2021, como portador del maillot arcoíris el también francés Christophe Laporte y el local australiano Michael Matthews, plata y bronce, al imponerse en el sprint que disputó el pelotón principal justo tras cazar al resto de escapados que quedaban por delante ya en los últimos metros la prueba.

Es algo con lo que he estado soñando. Después de un monumento, una gran clásica, una gran vuelta y un campeonato mundial, creo que gané todo lo que podía ganar este año. Creo que nunca tendré otra temporada como esta. Habrá que organizar una gran fiesta esta noche, supongo que no voy a ver mi cama", señaló el campeón mundial.

Evenepoel, quien se convirtió en el primer campeón mundial belga desde el año 2012, cuando se impuso Philippe Gilbert, recibió las felicitaciones de todos sus compañeros, incluido Wout Van Aert, cuarto clasificado, con quien compartía inicialmente los galones del equipo nacional.

“Creo que hemos corrido realmente como un equipo. Como dije, queríamos convertirnos en campeones mundiales como equipo, no importaba cómo”, dijo Evenepoel.

El ganador de la Vuelta a España tuvo claro que la ocasión para lograr el maillot arcoíris en Wollongong era única, y que Bélgica debía aprovecharlo.

“Era la oportunidad de Wout Van Aert o mía. Debía atacar de lejos para que él me siguiera y marcharnos juntos. Creo que nos lo merecemos. Realmente lo merecemos”, concluyó.

Un grupo en el que el otro belga candidato al triunfo final, Wout van Aert, fue el primero que se quedó sin medalla, tercero en el sprint y cuarto en meta, a 2 minutos y 21 segundos del ganador. Ilustres como Peter Sagan y Tadej Pogacar, también en el grupo perseguidor de 27 corredores, terminaron séptimo y decimonoveno, respectivamente.

Otro favorito a priori, el neerlandés Mathieu van der Poel, abandonó la carrera a poco de comenzar porque la noche anterior tuvo un incidente en su hotel con dos adolescentes que no le dejaban dormir, lo que derivó en una detención policial.

La selección española, que tiró del pelotón durante un buen rato y tuvo a Marc Soler atento en momentos de los que podía haber sacado rédito, perdió toda opción al no filtrar a ningún corredor en la escapada que dio alas a Evenepoel a más de 70 km. de meta. Aunque en el sprint final Iván García Cortina se hizo con la undécima plaza.

No fue un gran resultado para los dirigidos por Pascual Momparler, pero tampoco malo del todo a la vista del equipo que el técnico valenciano pudo reunir para viajar a Australia.

Un arranque movido, con movimientos de Francia con Pavel Sivakov y Romain Bardet, provocó una escapada inicial de 16 corredores en la que también entró el australiano Ben O'Connor. En esos escarceos, el grupo principal se partió en dos y quedaron cortados tres de los grandes candidatos, el vigente campeón, Alaphilippe, Pogacar y Evenepoel.

La carrera se estabilizó con la fuga y volvió a acelerarse a 74,5 km. en el séptimo de los doce paso por el repecho de Pleasant (1.100 metros al 7.7 por ciento de desnivel, tramos hasta el 17% y la cima a 7 km. del paso por meta), el punto clave de la carrera.

Ahí la escapada se partió en dos y por detrás se formó un grupo ya importante de una veintena de corredores en el que se filtraron Remco Evenepoel, Nairo Quintana, Romain Bardet, Florian Senechal, Jai Handley y Jan Traknik. Y, lo más importante en lo estratégico de la carrera, tres franceses y tres belgas.

Se juntaron los escapados y el grupo que salió cabecero del repecho y el pelotón delantero, con Evenpeoel y Bardet, llegó a ser de casi cuarenta corredores. Con dos minutos de ventaja parecía claro que el nuevo arcoíris estaba delante.

Lo puso en duda un acelerón del francés Madouas, que tenía varios compañeros en cabeza de carrera, al frente del pelotón principal para reducir la desventaja de dos a un minuto. Un movimiento al que estuvo atento Soler pero que no tuvo continuidad, ya que el pelotón se frenó y la escapada recuperó rápido los dos minutos de ventaja.

Ahí, con el gran grupo perdiendo muchas de sus opciones y la fuga casi consolidada fue el momento de Evenepoel, que no dudó. Un futbolista, como era Remco, si le cae un balón en el área lo remata. Éste al poderoso belga le venía casi de volea y lo remató llevándose con él a Lutsenko. Y, después, dejando al kazako en la penúltima subida al muro de Pleasant.

Por detrás, curiosamente fue Van Aert el que aceleró en el pelotón de cara a la última vuelta, quizás pensando en subir al podio con su compañero. A pesar de toda la gente que había por medio.

No era malo el cálculo del segundo gran candidato belga, que acertó de pleno porque el pelotón principal cazó a los últimos escapados ya casi sobre la línea de meta. Pero le faltaron piernas para aprovechar la oportunidad, ya que le superaron en el sprint su compañero en el Jumbo Visma Laporte y la esperanza local, Matthews. Que se llevaron la plata y el bronce. El oro quedó reservado para Evenepoel, un portento, y su exhibición inolvidable.

EFE
 

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