Luis Díaz celebra con sus compañeros.
Luis Díaz celebra con sus compañeros.
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EFE.

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Reinaldo Rueda devolvió a Colombia a las raíces y al camino ganador

La victoria 3-0 deja muchas reflexiones en el arranque de la nueva era del DT.

El contundente triunfo con el que abrió el nuevo ciclo el vallecaucano Reinaldo Rueda al frente de la Selección Colombia, dejó muchas reflexiones para analizar de cara a lo que será este proceso que medirá un examen de altura, el martes, en Barranquilla, ante Argentina. 

El entrenador vallecaucano fue insistente en los días previos al duelo con los peruanos. Su primera misión era devolver la identidad y el estilo a la selección Colombia.

Esa clase, con la tenencia de la pelota, toque prolongado del balón, y sobre todo, una contundencia de la que habían adolecido hasta la fecha anterior. 

Es cierto, el rival del día, los peruanos, tal vez no eran los más exigentes, pero sí sirvieron para impulsar las primeras ideas del cuadro colombiano y consolidar sus cifras.

Colombia tuvo un 51% de posesión de la pelota, además de ello, 489 pases con el 89% de efectividad. Además, remataron con riesgo de gol en cuatro oportunidades, para marcar tres goles lo que da una eficiencia del 75% en el arco rival.

Pero más allá de las estadísticas, la victoria obtenida, es una dosis de serenidad para los colombianos, luego de tres fechas sin ganar y haber recibido sendas palizas en las dos jornadas anteriores. 

Los partidos que condenaron a Queiroz y su desnaturalizadora idea de juego para la Selección, fueron dos derrotas seguidas, 3-0 en casa ante Uruguay y luego un estrambótico 6-1 ante Ecuador, de visita. Anteriormente logró rescatar un 2-2 ante Chile, paradójicamente, con Rueda en el banquillo rival. 

El reflote colombiano llegó en el momento justo, ante la complejidad del próximo rival, la Argentina de Lionel Messi y Ángel Di María, entre otros nombres de primer nivel mundial. 

En el factor individual, Rueda también rescató nombres puntuales: Gustavo Cuéllar y Luis Díaz como grandes ejemplos. 

Además repotenció a Juan Guillermo Cuadrado, convertido ahora en el líder futbolístico del conjunto y les dio su justo lugar a los dos mejores delanteros del país en el momento, Luis Fernando Muriel y Duván Zapata. 

Rueda demostró que sin James Rodríguez sí se puede jugar por encima de las posibilidades como conjunto. También envió un mensaje claro y contundente: no basta estar al 80% de sus capacidades, ni siquiera al 100%. Hay que jugar siempre al 300%. 

¿Podrá ahora Rueda sostener ese mismo paso ante la albiceleste?

El mayor reto que le viene es mantener la regularidad y así rescatar otro factor que tampoco ha tenido el combinado nacional. Inicialmente hizo un buen partido ante Venezuela y luego fue decayendo en su forma hasta la salida de Queiroz. 

Los mensajes de Reinaldo parecen que calaron rápidamente y si bien no se podría saber el resultado, lo cierto es que ya se perfila un equipo competitivo. Ojalá un triunfo pueda redondear el momento. 

 

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