Juan Ramón Verón, histórico jugador de Junior.
Juan Ramón Verón, histórico jugador de Junior.
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Cristian Mercado.

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Para el histórico Juan Ramón ‘Bruja’ Verón, fue un error “dejar ir a Teófilo y a Borja”

El argentino habló de sus hazañas con Junior y su orgullo por estar en la ‘Ventana de Campeones’.

De regreso en las calles que lo encumbraron como uno de los más grandes ídolos de la historia de Junior, Juan Ramón ‘La Bruja’ Verón se toma una limonada en los jardines del Hotel El Prado de Barranquilla, esperando a dejar sus huellas en el monumento al equipo donde se graduó de leyenda. 

En diálogo ameno con Zona Cero, Verón recordó esa temporada de 1977 cuando como jugador y al mismo tiempo entrenador condujo al elenco rojiblanco a su primera estrella. 

Su nombre inspiró una canción de Antonio Del Villar y su denominado 'Maranguango' que se volvió uno de los primeros 'himnos' de la afición. 

Recordó que en su primer partido, en el año 1976, ante el Cúcuta Deportivo, ganaron aunque le cortaron una ceja, “pero ganamos”, priorizó. 

Ese espíritu competitivo incluso lo llevó a querer traer a al entrenador de un rival de siempre para reforzar a Junior. 

Hoy en día se sigue cuestionando determinaciones de la directiva de aquella época. Situaciones que aún hoy se repiten con la salida de sus estrellas. 

La 'Bruja' Verón fue campeón como técnico y jugador.

¿Cómo se siente la ‘Bruja’ de volver a pisar a Barranquilla?

Bueno, en principio, como siempre, cada vez que vengo acá y tengo la posibilidad, estoy muy contento, con mucha gente conocida, mucha gente amiga. Y gracias a Dios tenemos la posibilidad de hacer este tipo de festejos que para Junior es algo muy grande y para nosotros es una gran alegría. 

¿Se imaginó que luego de 44 años, usted iba a volver la ciudad a dejar sus huellas en un monumento que celebra la historia del equipo?

Son cosas difíciles, donde uno quiere, pero por ahí no se dan las cosas. En este caso tuvimos la gran posibilidad de haber hecho una gran campaña con el Junior y el reconocimiento de la gente y de todos los compañeros que tuve la suerte de tener acá en el Junior. 

¿Qué es lo especial que tiene Barranquilla de otras ciudades?

Ya te digo, cada vez que tenemos la oportunidad de poder volver damos la vuelta, porque siempre nos trataron muy bien, y eso es lo que al final uno quiere, estar bien. 

Verón hospedado en el tradicional Hotel El Prado.

¿De ese Junior usted conoció qué se le quedó en el corazón?

Yo digo que es por lo que significa Junior. Es un equipo que está arriba, que desde que yo tuve la posibilidad de venir siempre estuvimos cerca de los punteros, luchando la posibilidad, eso nos dio la confianza que con el correr del tiempo de que cada vez que Junior interviene en algo, con toda seguridad, está siempre bien. 

¿Usted se siente el ídolo más grande en la historia del equipo?

No, no. Yo fui un jugador más que tuvo la posibilidad de vestir la camiseta de Junior. Fue una gran alegría porque tuve la posibilidad de salir campeón con el equipo por primera vez, estar siempre cerca, cuando vine quería eso. 

Está la leyenda del técnico-jugador ¿Eso ayudó a engrandecer su figura?

Yo tuve la suerte de hacer una carrera deportiva buena. Eso ayuda a que con el tiempo la gente lo reconozca, y eso es bueno porque no da la posibilidad. De saber que nosotros en cada momento nos jugamos la gran posibilidad de estar arriba con Junior, porque era un equipo muy querido. 

Dicen que el equipo de 1977 le imprimió un extra a Junior: un equipo más obrero, que no dejó calidad y le metió la mística que le faltó antes. 

Yo creo que sí. Junior era un buen equipo, lo que le faltaba era ese toque, nosotros tuvimos la posibilidad de dárselo. Por eso fuimos campeones y tuvimos que pelear la Libertadores. Yo creo que de no haberse equivocado la dirigencia, Junior tuvo que haber hecho una muy buena campaña en la Copa Libertadores que no pudimos jugarla, podíamos haber llegado muy lejos. 

¿Dónde estuvo esa falla de la directiva para la Libertadores de 1978?

Yo creo que el equipo se desarmó. A mi me tocó irme al Cúcuta, Camilo Aguilar que estaba conmigo, también. Teníamos muchos jugadores pero faltó ese toque, en el fútbol no puedes dar esas ventajas, sino que al contrario, hay que reforzar y ponerse cada día mejor. 

 

 

Ahora mismo Junior se está recuperando de un par de golpes: se le fueron Miguel Borja y Teófilo Gutiérrez, que entra en la categoría de jugador histórico como usted ¿Cómo analiza esas salidas?

No sé, desconozco los motivos por los cuales ellos se han ido. Pero, dejar ir a Teófilo no es bueno. Es un jugador con muchas condiciones que seguramente Junior lo siente y lo va seguir sintiendo porque era un jugador de mucha categoría, para llegar a algo hay que estar preparado en todo sentido.  Tanto físico como mentalmente, es la única manera de aspirar a algún título. 

Cuando usted estuvo era un jugador cerebral con Alfredo Arango y les decían ‘Verango’ (se sonríe por el recuerdo) y había muchos para el ataque como César Lorea, Camilo Aguilar, Carlos Vidal y Junior perdió las dos cosas con Teófilo y Borja en un solo golpe…

Yo creo que ahí es donde hay que preocuparse. Jugadores que son muy útiles, no dejarlos ir. No conozco bien los motivos, pero el hecho de que hayan perdido la posibilidad de tener un par de jugadores con mucha categoría eso te juega en contra. 

¿Todavía tiene en su memoria el último partido de 1977, contra Nacional, ya siendo campeones?

Claro. El equipo contrario lo dirigía Osvaldo Zubeldía, entonces yo había hablado con él para que viniera a dirigir a Junior. Y él me da la posibilidad de que deje de jugar y empiece a dirigir después de ese partido. El no vino porque estaba muy bien en Nacional, pero el me dijo ¿Hasta cuándo va a jugar? Y tenía razón, más de uno o dos años no podía. 

¿Si usted tuviera que dirigirse a esa masa de gente que tanto lo idolatra en Barranquilla, qué palabras les podría decir?

En principio solo podría darles las gracias, porque yo acá la pasé muy bien. Estoy muy contento, aproveché la calidad de mis compañeros y por eso salimos campeones, eso nos dio la tranquilidad porque tenemos buen plantel, con muchas ganas de llegar y llegamos. 

 

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