“A mí me gusta siempre jugar para mi gente”: Jorge Alfaro
El receptor de Grandes Ligas juega la temporada profesional de Colombia, con los Toros.
La práctica de bateo se paró un segundo. Los demás jugadores de la novena de los Toros de Sincelejo miraron por encima del hombro un instante, mientras la corpulenta figura de Jorge Alfaro salía del dogout del equipo visitante del Édgar Rentería.
No es para menos, ni sus mismos compañeros escapan a la realidad, el receptor de la novena de los Filis de Philadelphia en las Grandes Ligas es el pelotero que todo el mundo quiere ver. Es tal vez, el bateador de más poder en la pelota colombiana en la actualidad.
Alfaro hace swing corto primero, luego cambia de bate y comenzó a mover las muñecas. Al final termina con bate rojo encendido y despachó las pelotas que le lanzaron al fondo del parque, con batazos al menos de 300 pies. En ese bate carmesí resalta un pequeño parche en el mango.
Es el pequeño recuerdo que le dejó un niño aficionado, en el cual se lee el número que usa en las Mayores, el 38, además de su característico apodo, ‘el Oso’, con el fondo de la bandera de Colombia. “Los stickers fueron regalo de un niño en Philadelphia. Es una buena manera de acompañarlo”, afirmó.
Hace un mes que terminó la temporada regular y Alfaro decidió ponerle fin a sus vacaciones. Sintió el llamado desde los diamantes colombianos y la verdad, es que él estaba cansado de estar en casa, pues sabe que hay gente que se muere por ver lo que tiene para dar con su categoría de ‘bigleaguer’. En especial a los más pequeños, con quien siente una clase de obligación.
“Como siempre lo he dicho, a mí me gusta siempre jugar para mi gente. Hay personas que no tienen la oportunidad de ir a verme jugar a Estados Unidos, en un juego de Grandes Ligas, y pues es lo que me motiva siempre, lo que pueda aportar a la Liga Colombiana y a esos niños que vienen al estadio que es una motivación para ellos. No simplemente juego por jugar, quiero dejarle algo a los niños”, afirmó el pelotero a Zona Cero.
Conociendo el Rentería
Alfaro, quien se desempeña regularmente como receptor, por ahora colo iniciará sus labores como bateador designado del equipo sincelejano. “Al principio voy a estar nada más de bateador designado. Después vamos a ver cómo se van dando las cosas y allí decidiremos qué otra posición”, afirmó.
Lo que sí es cierto, es que el ‘Oso’, como lo apodan, quedó maravillado con el parque Édgar Rentería. Fue la primera vez que lo pisó y realmente le causó una grata impresión tener un escenario así en Colombia.
“Es un estadio muy bonito, no había tenido la oportunidad de estar aquí antes y pues pienso que a mí me ha gustado mucho, es cómodo. Quedé sorprendido y me gustó bastante ¿Para qué te voy a decir que no, si sí?”, dijo con humor.
Lecciones de la MLB
Alfaro, como lo dijo antes, no está con los Toros solo porque sí. Ha venido decidido a Colombia a pulir ciertos aspectos para intentar marcar la diferencia en su próximo año en Las Mayores.
“En lo que estoy enfocado ahora es seguir mejorando, aprendiendo. Sé que estos juegos que voy a estar con Toros me van a ayudar bastante para seguir madurando como pelotero y como persona. También trabajando en mi defensa y en mi velocidad, quiero mejorar y robar las bases, seguir trabajando en mi bateo que a principio de temporada fue un poco bajo pero se terminó fuerte”, apuntó.
Alfaro logró este año marcar la diferencia con su poderoso brazo, siendo él uno de los receptores con los disparos más rápidos desde detrás de home a segunda. Retirando a una gran cantidad de corredores que intentaron hacer robo de base.
“Cuando se refirieron a eso y me lo dejaron saber, pues sí. Me sorprendió un poco, ajá son cosas en las que me he destacado desde pequeño, que es mi brazo. Simplemente eso, es un regalo de Dios y agradecido con Él. Trato de divertirme y usar lo que me dio en terreno”, aseguró.
El sincelejano debió batallar fuertemente para poder ganarse el cupo de receptor titular de su equipo, con el cual despachó 10 cuadrangulares en el año. Una seguidilla de aprendizajes que le dejó claro que allá en los Estados Unidos, nadie regala absolutamente nada.
“No es un béisbol fácil en Grandes Ligas. Todo el mundo tiene su plan, no es simplemente llegar e ir a la suerte. Yo era un novato en la liga, lo sigo siendo, pero todo depende de cómo tome mi año. No me voy a tirar en el suelo, voy a estar luchando por lo que quiero: seguir en Grandes Ligas”, cerró.
Jorge Alfaro fue expulsado en su primer juego de la Liga, este viernes, al reclamar un ponche al umpire. Sin embargo, este sábado volverá al diamante para tratar de seguir aprovechando el tiempo. Los precios de la boletería son de $20.000 pesos para Backstop, $15.000 Primera y Tercera Base y $10.000 Jardines.