Pese a los éxitos obtenidos recientemente por el equipo Junior, la parte comercial se ha convertido en el ‘talón de Aquiles’, teniendo en cuenta los pésimos resultados en materia de promoción y venta de abonos.

Realmente, el mercadeo no se ha visto reflejado con las metas propuestas ya que la cantidad de abonos proyectados no ha estado acorde con las proyecciones de las directivas del club ‘tiburón’.

Esa labor compete única y exclusivamente a los encargados del ‘marketing’, quienes han quedado en deuda, quizás por la falta de una creatividad comercial para cautivar abonados.

Por esto, ha quedado en duda, por ejemplo, las gestiones realizadas por quienes han estado al frente de esta tarea, como es el caso de Mauricio Correa, un alto ejecutivo de la Organización Olímpica.

Bajo su mando las metas de ventas de abonos estuvieron por debajo de las proyectadas, con pésimos resultados.

Recientemente, los resultados de las ventas de abonos muestran las siguientes cifras: temporada 2017 - II, 23.000; 2018 - I, 13.000; 2018 - II, 9.000; 2019 - I, 2.500 y 2019 - II, van 1.600.

Como consecuencia de ello, tampoco puede sustraerse de su responsabilidad puesto que el éxito del mercadeo en gran parte depende de la planificación de la campaña para atraer clientela, en este caso a los abonados.

Pero eso no sucedió bajo el mandato de Mauricio Correa sino que, por el contrario, el fracaso fue rotundo.

Lo que ocurre es que los nuevos encargados del mercadeo tampoco han logrado los resultados esperados y como va la venta, también se prevé un olímpico fracaso.

Pero la idea y meta que sin estas campañas de marketing los verdaderos hinchas, los que gozan y sufren con los resultados del equipo, vayan en masa a abonarse para acompañar a los 'tiburones' en la búsqueda de su décima estrella.