Jugadores de Junior celebran el paso a semifinales de la Copa Sudamericana.
Jugadores de Junior celebran el paso a semifinales de la Copa Sudamericana.
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Jairo Cassiani

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Junior ya es uno de los cuatro mejores de Sudamérica: clasificó al igualar 0-0

En un partido sin emociones, la llave quedó 2-0 a favor de los ‘tiburones’.

Junior logró este jueves su paso a las semifinales de la Copa Sudamericana al empatar en un tedioso juego ante el Sport Recife de Brasil con marcador de 0-0 y ganar la llave con marcador agregado de 2-0 y ya piensa en su nuevo desafío, el duelo ante la escuadra carioca de Flamengo.

Un recibimiento digno de la pasión que levanta un equipo como Junior fue tributado por parte de los aficionados de las tribunas populares en el estadio Metropolitano. Un tapete vivo y teñido de rojiblanco que se adueñó de las tribunas de norte y de sur, con la emotividad de una afición que esperaba romper una sequía de 23 años sin llegar a una semifinal internacional.  

El recibimiento ofrecido por parte de las tribunas en el estadio Metropolitano fue lo más emotivo de un primer tiempo que no tuvo llegadas claras en el arco del minuto dos en adelante, pues Junior no jugó su mejor partido y Sport Recife simplemente no brindó argumentos para hacer daño en el global que dominaba el conjunto barranquillero 2-0.

En los primeros instantes lo mejor del duelo fue un pase filtrado por Teófilo Gutiérrez para Yony González quien tan pronto pisó el área sacó un tiro que se fue por fuera del arco y que hizo levantar las expectativas de la tribuna, mismas que se fueron disipando lentamente conforme avanzaban los minutos.

Lo cierto fue que Yimmi Chará no encontró en el primer tiempo el desequilibrio de siempre para romper las líneas del Sport Recife, por otro lado Teófilo estuvo impreciso con la pelota y se le notó frustrado, al punto de reclamar a sus compañeros por las malas ejecuciones que él mismo realizaba.

Solo alguna emoción arrojó en el primer tiempo un error en la salida desde el fondo del guardameta Sebastián Viera, que fue rápidamente controlado por un eficiente defensor central Rafael Pérez, quien evacuó en doble acción la pelota del área.

Al final de los 45 minutos, fue un duelo para el bostezo, pero con la ventaja en la serie y con muchas cosas para que Julio Comesaña le recalcara a sus jugadores. Principalmente, la actitud para alegrar un poco más el partido.

Por ello decidió meter mano en la formación titular y sacar del terreno de juego al uruguayo Matías Mier, quien firmó un partido discreto como la mayoría de sus compañeros, para dar paso al campo de juego al paraguayo Roberto Ovelar y ganar un poco más de contundencia en el frente de ataque.

Pero, a pesar de ello, el primer campanazo del segundo tiempo fue por parte de la visita, que se adelantó rápidamente y apenas en un minuto disparó de media distancia para mandar el balón por encima de la meta custodiada por Sebastián Viera, al minuto 46.

Junior se sacudió de todo esto a los 52 minutos, cuando Víctor Cantillo tomó la pelota desde el mediocampo y tras una pared con Teófilo y eludir a un defensor, disparó desde la medialuna para obligar a la estirada del portero Magrao, quien contuvo el tiro recostandose en el suelo.

Tras el pasar de los minutos, a pesar del ingreso de Luis Díaz para buscar una dinámica distinta, un conformista onceno rojiblanco sólo dejó que los minutos avanzaran para dar por sentenciada la serie, pese a su poco atractivo partido.

Sea como fuere, el elenco barranquillero ya se instaló entre los cuatro mejores conjuntos de la competencia y ahora se medirá ante el Flamengo de Brasil, en un duelo que reeditará un viejo enfrentamiento por Copa Libertadores de mediados de los años 80. El duelo de ida será en Río de Janeiro y el de vuelta en Barranquilla.

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