La división Antidopaje del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) decidió inhabilitar de por vida al expresidente de la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), el húngaro Tamás Aján, y al exvicepresidente de la Comisión Antidopaje de ésta, el rumano Nicu Vlad.

En el caso de Aján, antiguo miembro del COI y del Consejo de la Agencia Mundial Antidopake (AMA), la división del TAS estimó que incumplió varios artículos del Reglamento Internacional Antidopaje de halterofilia de los años 2009, 2012 y 2015.

Dichos artículos se refieren a la manipulación, que incluye cualquier conducta fraudulenta para alterar resultados, impedir que se realice el procedimiento normal de control y la complicidad en una infracción de las normas antidopaje.

Tamás Aján fue el hombre fuerte de la IWF durante 40 años, primero como secretario general y luego como presidente desde el año 2000, cargo en el que permaneció hasta abril de 2020, meses después de que una televisión alemana publicara informaciones sobre irregularidades en el organismo, que llegó a ser advertido por el COI de una posible exclusión de los Juegos Olímpicos.

Su sucesora en el cargo, la estadounidense Urusula Papandrea, encargó un informe sobre la gobernanza de la IWF a Richard McLaren, el abogado canadiense que destapó la trama rusa de dopaje. McLaren descubrió "un nido de corrupción al más alto nivel" comandado por Aján con supuestos desvíos de fondos, compra de votos y encubrimiento de casos de dopaje.

Además de su caso, el TAS también resolvió inhabilitar a perpetuidad a Nicu Vlad, exseleccionador de la Federación Rumana de Halterofilia, exvicepresidente de la Comisión Antidopaje de la Internacional y expresidente del Comité Técnico de esta, por complicidad en una infracción de la normativa de dopaje 2009.

El TAS recordó que en diciembre de 2021 la Agencia Internacional de Pruebas (ITA), actuando por delegación de la IWF, presentó solicitudes de arbitraje ante la supuesta participación de sus exdirectivos en manipulaciones de procesos de control de dopaje y complicidad en violaciones de la normativa, que implican a numerosos levantadores durante muchos años desde 2012.

Dado que dichos incumplimientos de la normativa han quedado probados, la duración del tiempo en el que fueron cometidos y la gravedad de los mismos, el árbitro único de la división Antidopaje del TAS consideró que la sanción adecuada para ambos casos es la inhabilitación de por vida a partir de la fecha de hoy.

EFE