Gabriel Fuentes discute con el árbitro su expulsión ante San Lorenzo.
Gabriel Fuentes discute con el árbitro su expulsión ante San Lorenzo.
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EFE.

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Gabriel Fuentes, ¿siempre jugando a la tarjeta roja con Junior?

Suma cuatro expulsiones en un corto período de tiempo para el equipo.

Transcurría el minuto 28 del partido Junior-San Lorezo, cuando Gabriel Fuentes, lateral izquierdo de Junior, volvió a hacer de las suyas. Irresponsablemente levantó el codo y conectó la mandíbula del defensor argentino Damián Pérez cuando iba a intentar disputar una pelota que se iba al saque de banda.

Una acción irresponsable e infantil. Cualquiera de los que vio en partido pudo apreciar que el juego no era violento. No había juego brusco y alevoso y más aún, prácticamente no lo hubo desde ese momento hasta que se terminó el partido. San Lorenzo y Junior estaban ocupados en jugar y no pegar.

Es allí cuando uno se pregunta ¿qué pasó por la cabeza de Gabriel Fuentes para actuar con tremenda barbaridad?. Lo peor de todo es que no es la primera vez. Ni siquiera hablamos de un hecho en el cual se reincide luego de mucho tiempo, a Fuentes la historia reciente muestra que se le está volviendo una costumbre hacerse echar.

Desde el 21 de octubre del año pasado, hasta ayer, 13 de marzo, Gabriel Fuentes ajusta cuatro tarjetas rojas. Un lapso de 5 meses y 20 días. Todo un despropósito para un jugador de corte defensivo, que tiene que saber manejar sus estribos de una manera más inteligente.

La racha de expulsiones arrancó el 21 de octubre de 2018 de visita en Medellín ante el Atlético Nacional. Ese día se fue de la cancha por doble amonestación, al minuto 90 y uno de adición.

Su siguiente expulsión ocurrió el 25 de noviembre del 2018, en casa, ante el Independiente Santa Fe por las semifinales de la Copa Sudamericana. Ese día volvió a salir de la cancha en una insólita doble amonestación, que se conjugó en tan solo en 52 minutos, al ver dos tarjetas amarillas entre los minutos 7 y 59, en un partido que exigía el máximo de aplomo.

Ya este año, el 2 de febrero, ante el Deportivo Independiente Medellín, Fuentes repetió su conducta. Esta vez en tiempo récord, percibió dos tarjetas amarillas en un lapso de tiempo de apenas 9 minutos, entre los minutos 18 y 27.

A Fuentes, todo se le fue de las manos este miércoles, cuando, ya sin necesidad de acumular amarillas, esperó a un contrario para agredir su humanidad, cuando apenas iban 28 minutos de partido. Fuentes se fue de sus papeles y dejó al equipo maltrecho. Al final, por su banda llegó el gol del triunfo de San Lorenzo, a los 78 de partido.

Sería falso decir que Fuentes no se la ha visto tocado luego de cada una de estas expulsiones. En todas las jugadas reclamó que la acción no era para tarjeta y se marchó claramente conmocionado al camerino. Sin embargo, parece que no ha tomado escarmiento de cada una de esas situaciones, parece ser que al muchacho le sigue faltando aplomo.

La situación fue tocada por su actual entrenador Luis Fernando Suárez, quien en la rueda de prensa, entre líneas y con voz serena, le mandó una especie de ultimátum, pues la paciencia parece que se le está acabando con el lateral samario.

“Con lo de Fuentes considero que es el temperamento. Fuentes es muy joven y le doy el derecho de equivocarse, ojalá no se equivoque más. El caso de hoy me parece que fue una expulsión muy tonta, a pesar de que no la he visto de nuevo”, apuntó.

Gabriel Fuentes acumula desde su debut con Junior 12 tarjetas amarillas en 35 partidos jugados con Junior, por todas las competencias. Es decir, 0.3 tarjetas amarillas por partido, hasta ahora.

Nadie puede negar su enorme talento, sus buenas condiciones, pero deberá trabajar en el factor más importante para su futuro: controlar sus impulsos. Este mensaje se tendrá que expresar al resto de sus compañeros, Junior no se puede convertir en un equipo de expulsiones infantiles, si aspira a tener alguna clase de categoría internacional.

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