Cuando se conoció este martes la captura en Italia del exfutbolista samario Anthony “el Pitufo” de Ávila por cargos de narcotráfico, a muchos les causó asombro, y otros tanto trajeron a la memoria el incidente aquel que protagonizó el deportista al dedicar un gol importante de la Selección, a los entonces capos del narcotráfico, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.

Fue la tarde del 20 de julio de 1997 en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, en el partido Colombia-Ecuador que definía un cupo al Mundial de Francia 98.

En las postrimerías del encuentro “El Pitufo” anotó un gol, minuto 83, contra el arquero José Francisco Cevallos que sirvió para derrotar en un juego crucial a los escuatorianos 1 por 0.

Al final del encuentro al ser abordado por los periodistas De Ávila expresó las polémicas declaraciones.

“La verdad que me siento contento ¿no? Este triunfo se lo quiero dedicar a unas personas que están privadas de la libertad, yo creo que no hay necesidad de dar nombres, pero con mucho amor y con mucha humildad se lo dedico a ellos ¿no?, que son Gilberto y Miguel”.

Los capos del narcotráfico se encontraban privados de la libertad desde 1995, a la espera de la autorización de su extradición a Estados Unidos donde fueron condenados a 25 años de prisión

Las palabras del “Pitufo” De Ávila armaron la polvoreda en toda Colombia, las opiniones se dividieron entre los que los justificaban, los que lo censuraban y a quienes les daba lo mismo lo que opinara el jugador.

Lo cierto es que al día siguiente volvió a ser preguntado sobre el tema por los periodistas, ya que en esos momentos era jugador del MetroStar de la MLS estadounidense, y no se sabía cómo iban a ser tomadas por sus palabras por los gringos, en un asunto tan sensible. Esto respondió:

“En realidad no le tengo miedo a que puedan  pensar en Estados Unidos por esta dedicatoria. Si cometí un error, Dios me juzgará y yo aceptaré el castigo. Me acordé de ellos por unos consejos que me dieron cuando tenía 19 años, y quise compartir la alegría de mi corazón con personas que ahora están pasando por un mal momento”.

Aunque aquello fue un tema de opinión ahora Anthoni De Ávila tiene la situación más delicada por el tipo de cargos que enfrenta: vínculos con el narcotráfico desde 2004.