Jugadores de Junioir entrenan en la sede deportiva Adelita de Char
Jugadores de Junioir entrenan en la sede deportiva Adelita de Char
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Junior Club SA.

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El Junior de Barranquilla, una habitual víctima de los ladrones: este es su récord

La historia se volvió a repetir este sábado, justo cuando el club ya cuenta con un servicio de vigilancia.

El robo la madrugada de este sábado en la Sede Deportiva Adelita de Char, es solo uno más de los muchos episodios donde el Junior de Barranquilla ha sido víctima de los antisociales, que se han ensañado contra la institución y sus jugadores. 

Tal vez sea por la conocida condición de equipo de altísimo presupuesto en el fútbol colombiano, que año a año paga verdaderas fortunas a sus jugadore, que de inmediato saltan a la fama y dan un cambio en su calidad de vida gracias a su talento y al disfrutar de las mieles de un equipo con poder económico.

Sea cual sea el motivo, desde hace varios años los delincuentes buscan la manera de poder asaltar al equipo. 

En el año 2007, el 25 de mayo, dos antisociales llegaron hasta la antigua sede administrativa del equipo, en la carrera 57 con calle 72, con la idea de asaltar las cajas fuertes y llevarse los supuestos dólares que los delincuentes se imaginaron debían tener en el sitio. 

Al no encontrar dinero en el sitio, los delincuentes despojaron de sus pertenencias a la recepcionista, una secretaria, un periodista encargado de la página Web, y cuatro particulares que estaban en el sitio. Además, también fueron robados ese día el médico del equipo Carlos Rolong y el jugador Édgar Cataño, a quien le quitaron una cadena de oro que cargaba.

El 3 de julio de 2011 al volante Jossymar Gómez, cuando estaba a punto de subirse en su vehículo para irse a entrenar, un sujeto se le acercó por al espalda y con una pistola le apuntó a la cabeza y le amenazó “Hey ‘Jossy’ no voltees porque te lo exploto”, antes de quitarle las llaves y llevarse el carro. 

No fue la última vez. El 12 de septiembre del 2011, nuevamente los ladrones se hicieron sentir en la misma sede administrativa. 

Cuatro criminales, en dos motos de alto cilindraje, llegaron hasta la sede e ingresaron con la excusa de averiguar por la venta de abonos, sacaron armas de fuego y dieron la orden a todos los que estaban allí de quedarse quietos. 

Los delincuentes se robaron el dinero de la venta de las boletas del partido que estaba programado para ese día, además del dinero de las personas que ahí se encontraban, y de otros objetos personales. 

No conformes, se robaron las mismas boletas y luego emprendieron la huida, tomando direcciones diferentes. 

Al año siguiente, el 12 de mayo de 2021, la inseguridad los golpeó en su sede deportiva, en Sabanilla, tal como en la madrugada de este sábado. 

Ladrones se colaron en el cuarto de utilería y se robaron 11 pares de guayos. El calzado deportivo era perteneciente a Giovanni Hernández, Vladimir Hernández, Bréiner Belalcázar, Héctor Quiñónez, Braynner García, Harold Macías y el brasileño Anselmo De Almeida. 

Sin embargo, el mayor incidente entre un jugador y los delincuentes se dio el 12 de julio de 2012 cuando Bréiner Belalcázar, conocido por el apodo del ‘Cachorro’, recibió un balazo mientras una banda delincuencial intentaba hacerle un ‘fleteo’. 

Ese día el jugador salió con su hijo de 4 años y su compañero y amigo Luis Páez a hacer un retiro de dinero, para luego ir a comer un refresco conocido como ‘cholao’ en un negocio ubicado en la calle 93 con carrera 46, sitio al que llegaron a eso de la 6:00 de la tarde. 

Fue en ese momento que un delincuente se le acercó pidiéndole el maletín donde había guardado el dinero, comenzando a forcejear y fue golpeado en la cabeza con la cacha del revólver. 

En ese instante Páez se llevó al niño al baño y cuando quiso regresar para ayudar a su compañero, el delincuente accionó el arma y le hizo un disparo que lo impacto en la zona genital. Fue llevado de urgencia a un centro asistencial, donde superó sus heridas. 

La historia se volvió a repetir este sábado, justo cuando el club ya cuenta con un servicio de vigilancia más organizado e incluso los jugadores ahora tienen un esquema de seguridad, que no terminó por ser más que una ilusión y con sistema de cámaras que estaba fuera de servicio, cuidándose de nada. 

Las autoridades han ofrecido 10 millones de pesos de recompensa para atrapar a los criminales que saquearon la sede Adelita de Char y se llevaron  un número por establecer de uniformes, unos equipos de fisioterapia, un ultrasonido láser, estimuladores eléctricos, dos computadores y dos televisores.