Más de uno se llevó las manos a la cabeza al inicio del segundo tiempo ante Pasto cuando lo vio en la raya.  Resentido Roberto Ovelar, no había de otra ¡Édinson Toloza al campo! Era el indicado para reemplazarlo.

Significaba un cambio en la propuesta futbolística ante un rival que complicó en la primera etapa. A pesar de la diferencia en la técnica, Daniel Briceño chocó y aguantó a Ovelar, Ortega y Vladimir. Con la velocidad y explosividad de Toloza, ni el ‘Indio’ Briceño ni la defensa del Pasto pudieron.

A los 10 minutos del complemento  ya Junior había generado dos opciones de gol con Toloza como protagonista. En el primer tiempo solo fabricó 3.

Empezaba a ser ese jugador que desgasta defensas con su potencia física. Toloza dejó la ansiedad de lado, afinó el pie y en lugar de sacarla del estadio (como casi siempre lo hace), asistió a sus compañeros para los dos goles.

“Es muy bueno el ingreso que tuvo 'Tolo', aportando en las dos situaciones de gol, estirando la defensa y eso nos ayudó bastante”, dijo Jorge Aguirre, autor del primer gol.

El impredecible Édinson Toloza eclipsó al Pasto en una noche de ‘Luna de sangre’. Nadie sabe nunca con qué va a salir el de Iscuandé: a veces la pone en las nubes, se cae con la bola, no entiende los movimientos, bota el gol casi hecho, lo que ya no genera rabia sino hilaridad. En ocasiones, como ante el Pasto, se convirtió en la figura del equipo. Fue el jugador que le cambió la cara al equipo, lo que genera felicidad en los hinchas.

El ‘Tiburón’ mordió el segundo lugar de la Liga. Con esta victoria 2-0 sobre Pasto  llegó a 26 unidades y empezó a espantar el estigma perdedor en casa,  en donde completó la segunda victoria consecutiva en la Liga. Y la tercera, si se le suma el triunfo ante Medellín en la Copa.

El fanático que le escribió una pancarta de apoyo con el mensaje “Toloza : la alegría del gol”, no estaba tan desfasado. Con Toloza hay alegría garantizada.