Dumas Güette, exolímpico en Múnich 72, atraviesa por su “peor jugada”
Una lesión en la rodilla terminó en amputación de la pierna izquierda, y vive su drama en el corregimiento de Algodonal, donde reside.
Por Roberto Llanos Rodado
Dumas Güette Olascagua, reconocido como una de las grandes figuras del fútbol atlanticense que sobresalió en clubes profesionales del interior del país, e hizo parte de la Selección Nacional que participó en los sangrientos juegos Olímpicos de Múnich 1972, y en el Suramericano juvenil de Paraguay en 1971; atraviesa en estos momentos por un doloroso drama personal.
Tras haber jugado el Campeonato Nacional Juvenil de 1970 en Medellín, y luego el Torneo Nacional de Mayores de ese mismo año en Ibagué con el Seleccionado del Atlántico, comenzó a mostra el talento que lo puso bajo los reflectores de varios equipos del rentado nacional.
Se desempeñaba como aguerrido lateral derecho, con fuerza en la marca y vocación ofensiva.
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Deportes Tolima fue el primero en llevarlo a su nómina en años en que el equipo pijao era llamado “los puros criollos”, porque sólo vinculaba a futbolistas nacionales, entre estos muchos barranquilleros y atlanticenses.
De esta gestión se encargaba Marcos Coll, quien tenía relación familiar con Guzmán Molina, presidente del Tolima.
Al club tolimense el barranquillero se unió tras su regreso glorioso del Mundial de Chile 1962, donde anotó el tantas veces comentado primer y único gol olímpico en la historia de todos los mundiales de fútbol.
Coll había sido el técnico de las dos selecciones atlanticenses en las que militó Güette, cuando este apenas contaba con 18 años, y por tanto conocía al dedillo sus condiciones futbolísticas.
En el Deportes Tolima que dirigía Óscar ‘Severiano’ Ramos permaneció tres temporadas, de 1972 hasta 1974.
En este primer periodo como profesional recibió el llamado del técnico Toza Veselinovic, oriundo de la antigua Yugoslavia, quien lo integró a la representación colombiana a los Juegos Olímpicos.
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Allí compartió equipo con figuras de la talla de Willington Ortiz, Ernesto Díaz, ‘El Alemán’ Moncada, Ángel María Torres, ‘Tumaco’ González, entre otros.
Un año antes estuvo en la Selección Colombia que compitió en Asunción, Paraguay, en un Suramericano juvenil bajo la dirección técnica del paraguayo César López Fretes.
En 1975 fue tenido en cuenta por el exitoso técnico colombiano Gabriel Ochoa Uribe, a la sazón adiestrador de Millonarios.
Del 'team' capitalino es cedido en 1976 al Deportivo Independiente Medellín, que estaba en manos del barranquillero Efraín ‘Caimán’ Sánchez.
En el conjunto paisa recibió en el torneo del 77 lo que él considera la ‘cuota inicial’ de la calamidad que ahora padece.
Una lesión que arrastró por muchos años y que lo condujo el 6 de febrero pasado a la amputación de la pierna izquierda, diez centímetros por encima de la rodilla.
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Dumas relató que la protuberancia que le surgió en la pierna fue diagnosticada por los médicos como de naturaleza cancerígena, por lo que el personal científico de la clínica Bonadona decidió cortarle la pierna para evitar una metástasis mortal.
La adversidad que atraviesa en estos momentos el exfutbolista de 71 años, la sobrelleva al lado de su esposa Miriam Carreño, con quien reside en Algodonal, corregimiento de Santa Lucía, en el sur del Atlántico.
El inicio de la fatalidad
Dumas Güette recuerda que este infortunio comenzó en un partido en Bogotá en 1977.
“Enfrentábamos a Millonarios, sufrí una lesión de menisco y ligamento en la rodilla izquierda resultado de un encontrón con ‘el Ringo’ Converti, quien me cayó encima con toda su humanidad y no solo me sacó del partido, sino de la práctica del fútbol profesional”.
Dumas reconoce que no hubo mala intención del argentino, se trató de un lance fortuito de los que ocurren con frecuencia en un juego de fútbol.
También achaca que en ese entonces no existían los avances científicos actuales, y que eso pudo incidir en el manejo médico que tuvo su caso.
Añade que cuando volvió a las canchas luego de la lesión, la rodilla se le inflamaba tras cada partido, sumado a un dolor intenso que lo llevó a determinar el final de su carrera deportiva.
Tenía 25 años, y se consideraba en la plenitud de sus facultades futbolísticas.
El regreso a la tierra
Retornó a Campo de la Cruz, y cuando los ahorros del fútbol comenzaron a escasear empacó maletas para ir a trabajar a Venezuela, que vivía la bonanza petrolera en todo su esplendor.
“En Caracas me esperaron unos primos que vivían allá desde hacía tiempo, y comencé a trabajar con ellos mampostería, pintura y toda clase de trabajo de obras que se presentara. Nos iba muy bien”, señala.
En esas labores de construcción conoció a un directivo de la empresa Suma Sistema, que le confió la dirección técnica del equipo de la compañía.
Allí luego reanudó la práctica del fútbol, aunque admite que ‘a media máquina’ por la molestia de la vieja lesión.
Sin embargo, la condición de magnífico futbolista permanecía intacta, por lo que su desempeño gustó al punto que además le dieron empleo en la empresa como jefe de depósito.
Afirma con notable emoción que disfrutó una época muy feliz que vivió por más de 40 años.
"A Campo de la Cruz venía a las fiestas decembrinas y luego me regresaba a Venezuela", dice.
Como resultado de la crisis económica del país vecino salió de la compañía Suma Sistema, y se mudó a Valencia, donde retomó los trabajos en construcciones.
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Esta misma situación venezolana lo hizo regresar a Colombia hace dos años, exactamente a Algodonal, a casa de la familia de su esposa.
Ya la hinchazón de la rodilla estaba avanzada y le provocaba dolores insoportables, pues reconoce que descuidó el tratamiento en Venezuela.
En territorio colombiano enfrentó otro problema de salud: tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica a corazón abierto, por taponamiento de las arterías cardíacas.
“Me resultaron dos complicaciones que necesitaron cirugía. Primero fue la de corazón, como en noviembre del año pasado, y luego la amputación en febrero”.
Cuando hablaba para Zona Cero, Dumas Güette parecía que le costaba encontrar las palabras para expresar su situación.
Algo entendible, pues no debe ser nada sencillo reflejar la sensación de la pérdida de parte del cuerpo.
“Es como saltar de un mundo a otro”, dijo en una mezcla de confusión, ira y frustración.
No obstante, su personalidad también revela un don extraordinario para la esperanza, que se lo manifiesta la solidaridad de varios exjugadores de Junior que se ofrecieron a ayudarlo.
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Entre estos se cuentan algunos como su amigo Luis Villarreal, Gabriel Berdugo, Rafael Reyes, Dulio Miranda, Ciro Reyes, Vittorio Márquez, Leopoldo Cañarete, quienes para brindarle este apoyo han organizado un partido de fútbol el sábado 23 de marzo en Campo de la Cruz.
Será la inauguración del estadio de la población que llevará el nombre ‘Wilfran Cervantes’, en honor a otro gran futbolista del municipio.
“Se le entregará el dinero de la taquilla, una silla de ruedas y otras colaboraciones que se han venido recaudando”, señaló Luis Villarreal, organizador de la jornada.
Paradójicamente con todo este palmarés que alcanzó a desarrollar en el fútbol, Dumas nunca fue tenido en cuenta por el Junior.
“Una vez hubo un ligero contacto con el dirigente de Campo de la Cruz Eberto Polo, que me representaba, pero no se llegó a un acuerdo”, dice con un dejo lastimero pues siempre acarició el deseo de jugar en el equipo de la tierra.