Daniela Salcedo Borja salió de Barranquilla hace unos años a Panamá, por cuenta de una oportunidad laboral para su familia. Su padre encontró en tierras ‘canaleras’ un trabajo y ella tuvo que empacar su maleta para conocer un país distinto.

Entre las muchas cosas que tuvo que sacrificar, fue la pista de ciclismo en Barranquilla que tanto ama, donde se convirtió en una destacada competidora y ganó competencias para el Atlántico.

Ya en Ciudad de Panamá, donde estudia ingeniería mecatrónica, se cumplió la vieja sentencia: puedes bajar al ciclista de la bicicleta, pero nunca sacarás al ciclismo de un corredor.

Pronto Daniela se decidió a continuar su carrera deportiva en un equipo de ese país, pero ante la ausencia de un velódromo, optó por probar suerte en el ciclismo de ruta. El más duro. Los resultados no se hicieron esperar.

Tras unas destacadas participaciones, pronto llegó a convertirse en una carta principal de su escuadra, al punto de ganar en el año 2014 la primera edición del Tour Femenino de Panamá.

Sin embargo, las cosas se pusieron cuesta arriba en su vida personal en este 2015, a escasos 15 días de la competencia. Su mejor amiga, y además compañera de equipo, Mónica Isabel Licona de Zepeda, fue atropellada por un automóvil mientras terminaba su preparación. Murió consecuencia de ese suceso.

El impacto por poco saca de la competencia a Daniela, quien sin embargo se repuso para seguir adelante y coronarse ganadora. No solo de una competencia, sino de dos carreras en menos de un mes.

Así nos lo hizo saber durante entrevista con Zona Cero.

Lleva dos años imponiéndose en El Tour Femenino. ¿Cómo se siente y qué significado tiene está victoria?

Me siento muy contenta con el resultado de esta segunda edición del Tour Femenino. No fue fácil ya que el nivel del ciclismo femenino en Panamá está subiendo. Todo el año nuestro entrenamiento estuvo enfocado en esa carrera. En un principio solo tenía pensado hacerle el trabajo a mi amiga para que fuera ella quien la ganara, ya que había estado entrenando duro y estaba en excelentes condiciones. Pero después de lo sucedido decidí intentarlo por ella, porque eso era lo que queríamos y de lo que hablábamos casi todos los días.

Estuvo un poco indecisa para competir este año, ¿de dónde sacó la fuerza para decidirse?

El accidente de mi amiga pasó dos semanas antes de la carrera. Fue muy duro para mi volver a entrenar, no tenía ganas ni ámino. La decisión de seguir preparándome para competir fue gracias al apoyo de los padres y la hermana de Mónica (quien también competiría en el mismo equipo). De igual manera mi familia, amigos y patrocinadores me animaron a seguir. Todos ellos viajaron conmigo hacia el interior de Panamá, donde se realizaría la carrera y estuvieron acompañándome durante todas las etapas. Gracias a Dios y a todas esas personas que estuvieron conmigo fue que pude sacar fuerzas de donde no tenía.

Igualmente, hizo historia al apuntarse un doblete en menos de un mes: Tour Femenino y la primera edición de la Vuelta a Panamá para mujeres. ¿Son carreras similares?

Bueno, hubo varios pros y contras. El Tour de Panamá tenía una etapa más que el tour femenino  y la etapa de contrarreloj fue más larga en el Tour de Panamá. Eso me ayudo a sacar más tiempo de ventaja porque me va bien en las cronos.

¿Por cuánto tiempo logró imponerse en la competencia?

Los organizadores nunca publicaron la clasificación final. Pero viendo las listas, puedo calcular que fueron más o menos de 3 a 4 minutos con respecto a la segunda y casi 10 min con la tercera. Gracias a Dios la diferencia fue evidente por la crono y la etapa de montaña.

¿Es decir, que aparte de ‘rodadora’ también es ‘escarabaja’?

(Risas) He mejorado mucho en la subida. Me ha ido muy bien en la escalada este año. Fueron 53 kilómetros en subida, en los últimos kilómetros tenían inclinaciones hasta de 18%, en promedio eran 7,8 metros de súbida en cada kilómetro. Mi meta era llegar sola y lo hice, gané la etapa con 1:05 minutos de ventaja.

¿Está definida ya como una ciclista de ruta o aún piensa en competir en pista?

Me encanta la pista, lastimosamente Panamá no cuenta con una, pero si llegase a tener la oportunidad de volver a competir en pista de seguro lo haría.

¿Siente que el ciclismo puede ser su oficio de por vida?

¡Para mi ese sería el oficio perfecto! (risas) es un sueño que espero y se vuelva realidad. Estoy terminando mi carrera en ingeniería mecatrónica, pero si me gustaría poder dedicarme por completo al ciclismo.