El equipo visitante, que jugará en casa el 30 de septiembre el partido de vuelta de esta serie de octavos de final entre equipos brasileños, no juega siquiera en la cuarta división de Brasil.

El club de la ciudad de Curitiba hoy dejó insatisfechos a sus hinchas por las dificultades demostradas ante un rival teóricamente muy inferior. En la vuelta podrá jugar, al menos, por un empate.

El Brasilia sorprendió este año al eliminar al Goiás en su primera experiencia en un torneo internacional, y tuvo que esperar hasta el minuto 62 para abrir el marcador por intermedio del mediapunta colombiano Hernández.

El ganador de esta serie se medirá en cuartos de final con el mejor del pulso entre el Deportes Tolima colombiano y el Sportivo Luqueño paraguayo, que el lunes empataron 1-1 en Bogotá en el partido de ida.

El Atlético Paranaense fue intrascendente en su dominio y pese a que Hernández asistía con fluidez de balones a los tres delanteros empleados por el técnico Milton Mendes.

Marcos Guilherme fue el que más oportunidades tuvo de marcar pero a la vez el que más falló en la última puntada.

El Brasilia, en cambio, se cerró en defensa e intentó algunos contragolpes a través del punta Giba.

Los locales fueron incapaces en la primera mitad de desmontar el muro defensivo dispuesto por el técnico del Brasilia, Omar Feitosa, y salieron abucheados y llamados "vagabundos" por sus hinchas.

El Paranaense volvió al segundo tiempo más dispuesto y tuvo su premio en el minuto 62 con el tanto de Daniel Hernández, el mejor jugador de la cancha hasta ese momento.

El colombiano recogió un rebote de un remate inicial de Marcos Guilherme y depositó el balón en el fondo de la red del portero Welder, que a los 44 minutos ingresó por Arthur.

Los visitantes, que tan sólo intentaron esporádicos contragolpes, tuvieron que concentrarse aún más en la zaga a cinco minutos del final, cuando Víctor Hugo sufrió una lesión que dejó al equipo con diez jugadores ya que Feitosa ya había hecho sus tres sustituciones.