Richard Carapaz se impone ante Caleb Ewan.
Richard Carapaz se impone ante Caleb Ewan.
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Carapaz ganó el día ante los embaladores y Dumoulin quedó descartado de la lucha

Primoz Roglic reforzó la camiseta rosada, en una jornada marcada por una caída múltiple.

El ecuatoriano Richard Carapaz abrió la cuenta del Movistar en el Giro de Italia merced a un ataque a 500 metros de la llegada que le permitió apuntarse la cuarta etapa disputada entre Orbetello y Frascati, de 235 kilómetros.

La etapa estuvo marcada por una caída en la que se libró el líder esloveno Primoz Roglic, pero perjudicó a rivales como Mikel Landa, que perdió 43 segundos o el holandés Tom Dumoulin, el más afectado, con un bocado de 4 minutos.

Carapaz, de 25 años, quien pasó a la historia hace un año en el Giro al convertirse en el primer ecuatoriano en ganar en una grande por etapas, se metió en un grupo de 12 corredores que se salvaron de la montonera final y lanzó un ataque fulminante a medio kilómetro de meta que sorprendió a los esprinters que ya se imaginaban disputándose la victoria entre ellos.

El ciclista de la región de Carchi, repitió la maniobra que le encumbró en Montevergine en 2018, y su apuesta resultó acertada. levantó los brazos con un tiempo de 5h.58.17, el mismo tiempo del australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) y del italiano Diego Ulissi (UAE), algunos de los velocistas que olían la gloria que se llevó el corredor del Movistar.

"Era un día largo con repechos, no esperaba ganar, había que cuidar de Mikel Landa y no perder tiempo. Ataqué porque había esprinters, era difícil y a 600 lo día todo. Ataque perfecto", dijo Carapaz en meta.

Con el pelotón disgregado y muchos con heridas, sólo Roglic cruzó la línea en el grupo delantero. A partir de ahí, pérdidas para los grandes nombres. "Supermán" López, Nibali y Yates se dejaron 18 segundos, Mikel Landa 44, y el más lastimado en heridas y tiempo fue el holandés Tom Dumoulin, que llegó magullado, rodeado por sus compañeros y a 4 minutos del ganador. El Giro le ha dado la espalda a la "Mariposa de Maastricht".

Una jornada larga y tranquila se revolucionó en un instante, con consecuencias para la general. Roglic tuvo el salto de cara y aumentó las diferencias. Ahora le sigue Yates a 35 segundos y Nibali a 39. "Supermán" López es cuarto a 44 y los primeros españoles son Víctor de la Parte (CCC) y Peio Bilbao (Astana) en la frontera del top 10, a 1.10 y 1.16. Mikel Landa se encuentra a 1.49.

Frapporti (Androni Giocattoli), Maestri (Bardiani) y Cima (Nippo) fueron los protagonistas de la escapada del día. Cargados de ilusión llegaron a tener 8 minutos de renta, pero el maratón se les hizo largo, a pesar del estímulo de Frapporti de ser maglia rosa virtual durante un buen trecho de etapa.

Un largo trayecto hasta la localidad de Frascati, a solo 20 kilómetros de Roma, célebre por el vino blanco del mismo nombre de la ciudad de la provincia del Lacio. La paliza hizo mella en el trío cabecero, que resistió hasta la pancarta de 10 kilómetros a meta.

Otra etapa nueva. Nervios, alguna caída sin consecuencias y la refriega por coger la posición para el desenlace final. No era fácil el último tramo, pues los últimos 2.500 metros "picaban" hacia arriba, con pendientes de hasta el 7 por ciento, antes de una recta final en ligero ascenso.

Deceuninck, Mitchelton y Katusha tensaron a más de 60 por hora, con el Movistar en vanguardia. Pero la tranquilidad dio lugar a la erupción de un volcán en el asfalto. Un buena montonera a 6 kilómetros de meta terminó con algunos entre la foresta del arcén.

Se produjo un corte en el grupo con 12 en cabeza, sin Tom Dumoulin ni Vincenzo Nibali, ni yates entre los afectados por los golpes o por el parón.

Dentro del grupo de la suerte sí estaba el líder Primoz Roglic. La fortuna también le guiñó el ojo al ecuatoriano Richard Carapaz. Los hombres del UAE, con Ulissi colocado, asumieron la responsabilidad, cuyo ritmo descolgó a unos cuantos corredores, entre ellos Elia Viviani. pero quedaban en la pelea Ackerman, Demare y Ewan.

Demasiados velocistas como para aguantar con ellos hasta meta. Así que Carapaz, que lo tenía claro, lanzó un ataque en seco a 500 metros de meta. Agarró unos segundos y los supo rentabilizar. El ganador de la Vuelta a Asturias y cuarto en el Giro 2018, es en principio el ayudante principal de Mikel Landa, pero su estado de forma le permite soñar con una oportunidad.

De momento, fue el más listo y abrazó la gloria en Frascati un día después de perder tiempo por culpa de una avería. Movistar puede dar cobertura al ídolo del ciclismo ecuatoriano.

La quinta etapa llama de nuevo a los velocistas con el trayecto entre Frascati y Terracina, de 140 kilómetros. 

EFE

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