El presidente estadounidense Donald J. Trump (izda) recibe una camiseta de Josh Reddick, durante la recepción a los Astros de Houston, campeones de la Serie Mundial de béisbol, en la Casa Blanca.
El presidente estadounidense Donald J. Trump (izda) recibe una camiseta de Josh Reddick, durante la recepción a los Astros de Houston, campeones de la Serie Mundial de béisbol, en la Casa Blanca
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EFE

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Astros cumplen visita a Casa Blanca y se centran en preparación de la temporada

No entraron en polémica por jugadores, que no quisieron ir al encuentro con Trump.

Los Astros de Houston, con el dueño Jim Crane a la cabeza, cumplieron hoy la tradicional visita a la Casa Blanca como equipo campeón de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas, y volvieron a Florida para continuar con la actividad de los entrenamientos de primavera de cara a la preparación de la nueva temporada.


Crane fue categórico al declarar que la visita había sido todo un "honor" al tener la oportunidad de cumplir con el mandatario del país, el republicano Donald Trump, la tradicional invitación que habían recibido al ser los campeones del deporte pasatiempo nacional en Estados Unidos.

El dueño de los Astros no quiso entrar para nada en polémicas en cuanto a los jugadores que no quisieron asistir, como fue el caso del puertorriqueño Carlos Correa y el lanzador Ken Giles, de quienes dijo que habían preferido atender "asuntos familiares".

Otro que no estuvo presente en la recepción fue el exjugador boricua Carlos Beltrán, retirado, pero que jugó la pasada temporada con los Astros como bateador designado.

Beltrán, que reside en Nueva York con su familia, había anticipado que no iba a acudir a la Casa Blanca por haberse retirado del béisbol profesional al concluir la pasada temporada y aunque había sido crítico con la actuación del gobierno federal referente a la ayuda a Puerto Rico tras el paso del huracán María, el extoletero rechazó que su ausencia sería como señal de protesta contra Trump.

Además de Correa, Giles y Beltrán, tampoco estuvieron presentes en la ceremonia más de una docena de profesionales, incluidos nueve latinoamericanos, que la pasada temporada jugaron con los Astros, pero ahora ya trabajan con otras organizaciones.

La más señalada fue la del también boricua Alex Cora, el entrenador de banca de los Astros el año pasado, pero que ahora es el piloto de los Medias Rojas de Boston y se mantuvo en su puesto de trabajo en el campo de entrenamiento de primavera, que su nuevo equipo tiene en Fort Myers (Florida).

Crane rechazó por "completo" hacer cualquier tipo de implicación política o social con la visita ya que se sabe que es donante del Partido Demócrata y mantiene una buena relación personal con el expresidente Barack Obama.

Por su parte, el presidente del equipo Reid Ryan, y el gerente general de los Astros Jeff Luhnow, quien nació en México City, también estuvieron presentes en la ceremonia con Trump.

Con su presencia, demostraron la postura oficial de los Astros, resumida por Ryan en las palabras que adelantó antes de llegar a Washington.

"Es una tradición y un honor", explicó Ryan. "Como representantes del béisbol y campeones de la Serie Mundial, cuando la Casa Blanca llama y nos invita, es algo que como organización sentimos una responsabilidad y una obligación de ser parte de ello".

El jardinero derecho Josh Reddick, el único jugador que habló con los periodistas al concluir la ceremonia de unos 30 minutos de duración, tampoco quiso hacer ningún tipo de valoración ante las ausencias de sus compañeros y se limitó a decir que la invitación era para "todos".

"Me dijeron que todos íbamos a ir. Algunos lo hicieron, otros no. Todo el mundo tiene su postura de cómo llevar los asuntos personales", explicó Reddick, quien estuvo a cargo de entregarle al presidente Trump un jersey con el número 17, en referencia al 2017, año en el que ganaron su primer campeonato en 56 años de historia al vencer 4-3 a los Dodgers de Los Angeles al mejor de siete.

Por su parte, el piloto de los Astros, A.J. Hinch, ya fue categórico antes de llegar a Washington al decir que la invitación a la Casa Blanca era "un gran honor".

Además de recordar que para nada le preocupaba lo que pudiesen hacer los jugadores en cuanto a sus decisiones personales de acudir o no a la residencia del mandatario del país.

"Mi responsabilidad dentro del equipo está puesta en el apartado deportivo, del que tendremos que seguir centrados nada más concluir la visita a la mansión presidencial", subrayó Hinch. "Estamos haciendo un gran trabajo y queremos seguir por el mismo camino, sin entrar en ningún tipo de distracción, que no tiene sentido".

Los Astros, con figuras como el Jugador Más Valioso (JMV) de la Liga Americana, el venezolano José Altuve, y el JMV de la Serie Mundial, el jardinero de origen puertorriqueño George Springer, el primera base cubano Yuli Gurriel y los abridores Justin Verlander, Dallas Keuchel, Lance McCullers y su nueva adquisición, Gerrit Cole están listos para revalidar el título de campeones.

Astros, como reconoció el propio presidente Trump, que es seguidor de los Yanquis de Nueva York, quieren volver a ser un "poco" mejor que el resto de los equipos de las Grandes Ligas y tener la oportunidad de volver de nuevo, en el 2019, a la Casa Blanca.

EFE

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