El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, ha sido hasta el momento una de las autoridades civiles que se ha pronunciado sobre el episodio de violencia ocurrido este domingo en el estadio ‘Atanasio Girardot’, entre una de las barras de Atlético Nacional y miembros de la Policía Nacional, que obligó a la suspensión del espectáculo deportivo.

Luego de los disturbios, previos al encuentro con el club América de Cali, el mandatario afirmó que la Alcaldía de Medellín no está dispuesta a facilitarle el estadio al equipo verde.

"No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles".

Luego agregó: "No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido", por lo cual se hace necesario un compromiso extra por parte de la dirigencia del club y los hinchas”, integrantes de la barra popular.

Quintero reafirmó que desde la Alcaldía de Medellín se le apuesta a que la seguridad de cada uno de los encuentros sea privada, y pagada por el club que oficie como local, variando el número de personas a este servicios dependiendo del partido a disputar.

En vista de esta posición de la administración municipal de Medellín, en últimas propietaria del escenario deportivo, Nacional no podrá jugar en el Atanasio Girardot sin importar si sus juegos cuentan o no con presencia de público, lo cual debe entrar a resolver los directivos del club.