La noche del 11 de abril de 2016 la prodigiosa voz de trueno de Édgar Perea se apagó para no volver a deleitar a sus aficionados con sus gritos de gol, sus populares dichos y su estilo vibrante, emotivo y entusiasta de describir y comentar el deporte. 

Perea narró varios de los más determiantes momentos deportivos del país. En una consumada trayectoria, el 'Campeón' como fue bautizado, narró varios eventos que marcaron la historia del país. 

Por ejemplo, en el plano de la Selección Colombia narró el gol de Albeiro 'Palomo' Usurriaga a Israel que fue el 1-0 y que a la postre significó la clasificación del país al Mundial de 1990 en Italia. 

 

 

En ese Mundial, el mismo Perea cantó hasta la locura el gol convertido por Freddy Rincón ante Alemania en el último minuto y que significó el 1-1 que permitió al cuadro nacional avanzar por primera vez a la segunda ronda de la Copa Mundo. 

Igualmente, la extraordinaria clasificación del país a la Copa Mundo de EE.UU. en las eliminatorias de 1993, luego de humillar 5-0 en el estadio Monumental a la Selección Argentina en un duelo que todavía es recordado. 

 

 

Así mismo narró emotivamente el título conseguido por el país en la Copa América del 2001, al derrotar en la final a México con un golazo de cabeza de Iván Ramiro Córdoba. 

En su estilo, Perea también supo llevar las emociones del béisbol de Grandes Ligas ligado a la Cadena Latina de la CBS de Estados Unidos, donde relató el hit de oro conectado por Édgar Rentería para encumbrar a los Marlins como campeones de la Serie Mundial ante los Indios de Cleveland. 

 

 

Pero para los aficionados barranquilleros, sin duda que sus emotivos relatos de las consagraciones de Junior fueron los que les robaron el corazón. 

La gente recuerda con especial cariño el título de 1980, logrado tras empatar 2-2 con el Deportivo Cali, luego de irse al descanso dos goles por debajo en el marcador.

Perea, con un agresivo pregón, "nos tienen que matar para podernos ganar", supo prender el alma del juniorista durante esos momentos. 

 

 

La gente aún siente como se les acelera el pulso cada vez que recuerdan el "Pacheco a la carga", que soltó segundos antes de que Junior sentenciara el partido 3-2 ante el América y definiera el título de 1993. 

 

 

El último título en su voz fue el del 2004-II, cuando sentenció antes del último cobro penal de Martín Arzuaga que Junior pasó "del infierno a la gloria", tras ver el título que estaba siendo perdido hasta el último minuto ante el Atlético Nacional. 

 

 

Sin duda que su voz y amor por Barranquilla y Junior es uno de los grandes legados que harán que su voz siga retumbando en la memoria de los aficionados.