Plumeria le regala a Barranquilla un fresco aroma a campo.
Foto
Prensa/ Universidad del Norte

Share:

Plumeria, el árbol que perfuma y atrae mariposas en el Caribe

Con su aroma atrae a las mariposas que revolotean por esta época.

Florón, alhelí blanco, azucena, frangipani, muchos son los nombres con los que a lo largo del tiempo se ha conocido a este llamativo árbol de flores blancas y envolvente fragancia. Este fue descrito por primera vez en 1753 por el científico sueco Carl Linneo, quien lo bautizó con el nombre científico de Plumeria alba.

El florón es una especie nativa de América Central, que se encuentra distribuida en la cuenca del Caribe y otras zonas tropicales del mundo. Sus alargadas hojas verdes tienen textura gruesa, algo acartonada; mientras que sus turgentes flores de cinco pétalos son blancas con centro amarillo, aunque en otras especies de Plumeria pueden ser rojas o rosadas (Plumería rubra), y se caracterizan por crecer agrupadas al final de las ramas. 

Además de sus colores, las flores resaltan por su fuerte aroma dulce, que recuerda al jazmín y que puede percibirse con mayor intensidad durante las noches. Es por esto y por su capacidad de florecer y estar reverdecido durante todo el año, que es cultivado ampliamente en Barranquilla como árbol ornamental, en donde se puede ver adornando casas, aceras y parques. 

La Universidad del Norte cuenta actualmente con 13 ejemplares de florón, cuyas alturas van desde los cinco hasta los 12 metros de altura. Estos se encuentran distribuidos entre los distintos espacios verdes, como el jardín en medio del Bloque de Idiomas, en donde hay tres de estos árboles, mientras que otros cuatro están frente al pasillo que comunica el Bloque A con el D.

Las esencias del florón han sido utilizadas desde hace siglos para la creación de perfumes y cremas cosméticas; pero este árbol tiene otros propósitos para la fragancia de sus flores, ya que la usa para atraer polinizadores, entre ellos a las mariposas que por estos días revolotean en grandes agrupaciones por los pasillos, jardines y demás zonas del campus universitario, alegrando el paisaje con sus vistosos colores.

Precisamente, entre las más de 3.200 especies de mariposas que tiene Colombia  está la monarca (Danaus plexippus, en la fotografía) famosa por su extraordinaria capacidad para viajar (más de 4.000 km desde Norteamérica hasta México), su longevidad (hasta 9 meses) y la capacidad para absorber tóxicos de las plantas para defenderse de sus predadores. Es una especie grande y vistosa, frecuente en el Caribe colombiano, donde sus hábitos no son migratorios.

Curiosamente las flores de este árbol no producen néctar, así que estas imitan a aquellas que si lo hacen mediante su fuerte aroma, atrayendo de forma engañosa a las mariposas que entienden el olor como una señal de que hay alimento al interior de los pétalos; por lo que al acercarse polinizan la flor sin llevarse nada a cambio.

 Por otra parte, el Florón produce una resina pegajosa y blanca, que se libera cuando se cortan sus ramas, hojas o corteza, y que utiliza como defensa para repeler insectos, y como sustancia antimicrobiana en su recubrimiento, lo que protege su exterior de hongos y bacterias.

“Los exudados de las plantas tienen compuestos químicos que se llaman metabolitos secundarios, que son unas sustancias extras que ellas producen y que en el curso de la evolución les han ayudado como mecanismo de defensa. Cuando el insecto muerde esta sustancia lo repele, o lo intoxica”, indicó María Cristina Martínez, botánica y docente del Departamento de Química y Biología de la universidad. 

Por su parte el químico Amner Muñoz, quien es profesor de este mismo departamento, explicó que existen insectos como las polillas esfinges que han conseguido ser inmunes a los efectos nocivos de la resina que segrega la Plumeria, ya que han logrado que sus larvas crezcan al interior de la corteza del árbol sin ser intoxicadas. “El árbol produce este látex (resina) que está enriquecido con alcaloides, que son unas sustancias tóxicas; pero tanto las polillas como sus larvas se han adaptado a alimentarse del árbol y disminuyen la toxicidad de esta sustancia”, afirmó Muñoz.

 El experto mencionó también una serie de usos que la medicina tradicional le ha dado a los alcaloides y demás sustancias que genera el florón, ya que se ha reportado que poseen propiedades diuréticas, antimicrobianas, antivirales y antiespasmódicas, por lo que se ha empleado para tratar fiebres, dolores menstruales e incluso enfermedades venéreas. En medicina científica se han desarrollado estudios que hablan de las propiedades de este árbol para inhibir bacterias como la de la tuberculosis.

Así como el florón y sus derivados cuenta con impresionantes propiedades para la industria y la medicina, existen en la naturaleza miles de plantas que tienen múltiples aplicaciones destacables.

Evento imperdible

 Para reflexionar y ampliar las perspectivas en torno a este tema, entre el 17 y el 19 de agosto se realizará en la Universidad del Norte el IV Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales, cuyo tema en esta versión será: “Plantas medicinales latinoamericanas y su potencial para el desarrollo tecnológico/ agroindustrial de la región”.

 Previamente y como abrebocas de este evento, el 16 de agosto se realizará el VI Simposio Biodiversidad Caribe , en donde los temas centrales serán las plantas medicinales y la diversidad microbiana. Ambos eventos son organizados por el Departamento de Química y Biología de Uninorte.

 

Con información de la Universidad del Norte

 

Más sobre este tema: