Mónica Óspino Dávila, directora de la danza 'La Farota Mayor' de Talaigua Nuevo e integrantes de la danza.
Mónica Óspino Dávila, directora de la danza 'La Farota Mayor' de Talaigua Nuevo e integrantes de la danza.
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Jairo Cassiani.

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Las Farotas de Talaigua Nuevo: con la muerte de la ‘Farota Mayor’ los caminos se bifurcan y nacen dos danzas

Por primera vez esta manifestación izó su bandera en Barranquilla. Vendrán dos agrupaciones de Bolívar y competirán este 15 de febrero, en el Festival de Danzas Especiales y de Relación.

Una separación se ha producido en la legendaria danza de Las Farotas de Talaigua Nuevo, que por primera vez, participará con dos grupos, que provenientes de Bolívar o herederos de la tradición danzarán al vaivén de sus sombrillas y polleras en el Carnaval de Barranquilla.

“Nuestra danza es un Patrimonio de la Humanidad y como tal no tiene propiedad de nadie. No lo digo yo, lo dice la Ministra de Cultura, lo dice el Director de Patrimonio y es una expresión cultural que le corresponde a toda una comunidad. No puede una entidad privada apropiarse de esa expresión y es un valor que nos corresponde a todos”, dijo a Zona Cero, Mónica Ospino Dávila, hija de la fallecida Etelvina Dávila, promotora cultural de la danza desde los años ochenta.

Mónica Ospino Dávila y los integrantes de la Danza de Las Farotas.

En esta ocasión y por primera única en su historia, arribarán desde Talaigua Nuevo integrantes de dos grupos, unos pertenecientes a ‘La Farota Mayor’ de Mónica Ospino, heredera de la tradición de su madre Etelvina Dávila, que cuenta con 38 integrantes, y el otro que se denominó como ‘Las Auténticas Farotas de Talaigua’ dirigidas por Édgar Matute Ardilla, exfarotero de Etelvina, quien hizo toldo aparte y viajará con 30 miembros del grupo haciendo su travesía anual, río arriba por el Magdalena.

“A mí me parece muy bien que en el municipio existan no dos grupos sino ojalá se creen más grupos de farotas. Si podemos mostrar más grupos en el mundo pues mucho mejor. Pienso que no debe existir este tema de esto es mío y tú no puedes y yo sí puedo”, opinó Ospino.

La gestora lamentó que en el municipio de Bolívar no reconozcan que ella haga parte de esa comunidad debido a que reside en Barranquilla.

“Hubo señalamientos e inconvenientes porque aseguran que no somos los portadores y porque mi acta de nacimiento no dice que nací en el Hospital de Talaigua Nuevo, Bolívar sino en Barranquilla, pero toda mi familia, mi madre, mis hermanos, mis padres y mi familia toda es talaiguera. Me siento tan talaiguera como si hubiera nacido allá, pero vivo en Barranquilla y así nos hace más fácil para la administración de la danza”, lamentó.

Mónica Ospino Dávila y los integrantes de la Danza La Farota Mayor.

Actualmente la danza de La Farota Mayor ha convocado a talaigueros residentes en Barranquilla para completar el número de integrantes necesarios para el grupo.

“Estamos inscritos ante Carnaval como la danza de Las Farotas de Talaigua Nuevo e igual ante la Secretaría de Cultura acá en Barranquilla, así como porto con orgullo el apellido de mi madre”, resaltó la folclorista, que de paso también se mostró extrañada por la falta de apoyo de parte de las instituciones públicas de Talaigua al legado que su madre le entregó a ella.

 “Ya tenemos dos años en los que la Alcaldía de Talaigua no nos apoya. Llevamos mucho tiempo recibiendo amenazas, que nos van a lllevar a la Contraloría, que nos van a llevar a la Procuraduría, con amenazas judiciales y estamos esperando que estas denuncias lleguen”, advirtió.

Etelvina Dávila 'La Farota Mayor', madre de Mónica Ospino.

Este medio consultó a Édgar Matute Ardilla, creador del otro grupo ‘Las Auténticas Farotas de Talaigua’, quien señaló que no desea crear polémicas en torno a la danza.

“Nosotros nos inscribimos como una Corporación Cultural y como vive ella (Mónica) vive allá (En Barranquilla) nos ha sido difícil trabajar. Ella (Mónica) se puede presentar con su grupo. No vamos a entrar en polémicas. Nosotros ahora somos Las Auténticas Farotas de Talaigua Nuevo. Somos 30 personas y vamos para Barranquilla a presentarnos en el Festival de Danzas de Danzas Especiales y de Relación”, manifestó Matute, vía telefónica desde el municipio de Bolívar.

Estandarte de la Danza de las Auténticas Farotas de Talaigua Nuevo en las Fiestas del 20 de enero.

Ospino no comprende cuál fue el motivo por el cual hubo una división en la danza que durante su historia había comandado su madre.

“No hubo un precedente que me indicara que algo andaba mal. No hubo una discusión, no hubo un desacuerdo, traté al máximo de seguir los mismos lineamientos que mi madre Etelvina tenía con el grupo, en la casa, en cómo se llevaban las finanzas, en cómo se vestían, en el lugar dónde se bajaban en Barranquilla y todos los detalles y los incentivos, porque es gente de Talaigua que viaja a Barranquilla y dejan sus labores para dedicarse a la Cultura”, recordó.

Danza de las Auténticas Farotas de Talaigua Nuevo.

Anteriormente tenían un registro en la Cámara de Comercio que se llamaba la Corporación Cultural La Farotas de Talaigua que creó Etelvina Dávila y que la gestora cancelaba anualmente.

“Pero cuando terminaba el Carnaval pagábamos todo y no quedábamos con deudas y el dinero de la Cámara de Comercio siempre quedaba pendiente y lógicamente si tú no correspondes a las entidades fiscales, ellos tienen que tomar riendas en el asunto. En 2018 nos pidieron la liquidación de la Corporación entonces había que pagar los años que no se había cancelado, pagar una multa y listo. Les comuniqué a todos el Talaigua telefónicamente y quedaron en reunirse y todavía estoy esperando. Allá manifestaron que yo tenía que afrontar la situación sola ante Cámara de Comercio y Carnaval de Barranquilla”, lamentó la señora Ospino.

Finalmente la gestora asumió la deuda y canceló el dinero de la Cámara de Comercio y con “dolor” entregó esa figura jurídica al nuevo grupo.

“El año pasado fue muy difícil porque con las uñas, reunimos a un puñado de integrantes para poder presentarnos en el Festival de Danzas Especiales y de Relación pero este años nos hemos organizado mucho mejor”, expuso la directora del grupo.

Primera Izada de bandera

El pasado sábado 19 de enero, las Farotas de Talaigua izaron por primera vez su bandera, en el barrio Las Moras.

En su estandarte se aprecian dos farotas danzando, que fue un logo diseñado por el Museo de Antropología MAUA de la Universidad del Atlántico.

“Farotas de Talaigua después de más de 32 años que cumplimos en 2019 de estar presentes en el Carnaval de Barranquilla tomamos la decisión de tomar este espacio que nos brindó Carnaval al izar nuestra bandera. Etelvina Dávila que es nuestra Farota Mayor se merece este homenaje”, resaltó su hija.

Esta expresión de las danzas ancestrales de la fiesta hizo parte de las danzas que presentó Colombia ante la Unesco para lograr su declaratoria.

“Hacemos un homenaje también a los quince años que se cumplen en 2019 de la proclamación de la Declaratoria de la Unesco del Carnaval como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y como bien saben las Farotas de Talaigua hicieron parte de ese dossier que fue presentado ante la Unesco”.

Izada de Bandera de la danza 'La Farota Mayor'.

La izada de bandera estuvo presidida por la Reina del Carnaval Carolina Segebre y del Rey Momo Freddy Cervantes y de los Reyes del Carnaval de la 44 Kelly Restrepo y Pedro Tapias.

Toda esta participación en el Carnaval de Barranquilla se dio por el liderazgo de Etelvina Dávila, la Farota Mayor. “Ella fue una persona muy perseverante y quería que todo el mundo supiera que en Talaigua Nuevo, Bolívar, en su pueblo, había una danza de Farotas”.

En 1983, Etelvina Dávila comenzó su primera travesía de navegar el río Magdalena para llevar un grupo de 19 farotas por primera vez al Carnaval de Barranquilla. Según su hija, su madre contaba las historias del por qué estos hombres de facciones toscas y aguerridas se vestían de mujer.

Izada de Bandera de la danza 'La Farota Mayor'.

Mónica Ospino Dávila, quien recibió el legado de la danza de su madre, cumple su octavo año dirigiendo al grupo.

Historia de la Danza contaba por sus herederos

Mónica relató las historias que desde niña le contaba su madre. Esta expresión data de la época de la Colonia. La zona de la depresión momposina era rica en oro metal que atrajo a los españoles. También fue una tierra próspera para la ganadería y la agricultura, como lo es actualmente. Fue asentamiento de los indios farotos, que era una tribu de indígenas guerreros bravíos, cazadores y pescadores.

La paz cesó cuando esta comunidad comenzó a compartir las tierras con los españoles, quienes comenzaron a robarse a las mujeres de los indígenas. “Cuenta mi madre que cuando los indios se iban a cazar a y a pescar en la noche dejaban las mujeres solas y desprotegidas. Los españoles llegaban abusaban de las  mujeres y las maltrataban. A las más pequeñitas de entre 12 y 14 años se las llevaban y las prostituían y nunca las entregaban”.

Integrantes de la danza 'La Farota Mayor'.

Cuenta la historia que los indios farotos se dieron cuenta cómo iban vestidas las mujeres europeas, con faldas, sombrereras con flores, elegantes y con joyas.

“Los indios no manejaban dinero pero sí sabían hacer amuletos, que cargaban en la cintura, que eran cabecitas de monos, patas de venado, decían que para protegerse de las brujas que habitaban los bosques y para que sus dioses le dieran suerte para que pudieran cazar y pescar. Ellos intercambiaban estas mercancías con comerciantes en trueque por pedazos de tela e imitaron los vestuarios de las damas españolas”.

Así fue cómo se ingeniaron una sangrienta emboscada. Cuenta la tradición oral que fueron 12 guerreros comandados por el Cacique Talygua. Al ver el brillo del vestuario a lo lejos, los españoles cayeron en la trampa tendida contra ellos. “No encontraron indias desprotegidas sino guerreros armados, pero vestidos de mujer. Hubo un enfrentamiento y una lucha.  Hubo sangre. Muchos españoles fueron asesinados, pero la historia cuenta que dejaron uno vivo para que contara esta historia, que aprendí de mi madre”.

Cuando vencieron al enemigo, los indios danzaron, se emborracharon y celebraron su triunfo.

“Así siguió la tradición en estos hombres y en el pueblo que cada vez que una mujer paría, danzaban, que cada vez que había un matrimonio, danzaban, que si había buena cosecha, danzaban y así se fue ejecutando año tras año”.

Integrantes de la danza 'La Farota Mayor'.

Por varias décadas el rastro de la danza se perdió en el tiempo, en el corregimiento de Talaigua Nuevo y en 1983, Etelvina Dávila quiso revivirla y traer la tradición al Carnaval de Barranquilla. El abuelo de Etelvina, Feliciano Dávila, fue el líder a la danza de Los Goleros.

La Danza sobrevivió por ser una de las expresiones culturales para mostrar, en ocasiones especiales, en esta área de la Costa Caribe.

“He encontrado un diario de mi madre y es una de las cosas más lindas que tengo de ella porque anotó todo lo que hizo en sus travesías con las Farotas llevando los productos del río y los recursos que le había dado el Alcalde y cómo organizaba la llegada del grupo acá en Barranquilla con los talaigueros residentes acá en la ciudad”.

Etelvina Dávila sigue siendo considerada por los habitantes de Talaigua Nuevo como ‘La Farota Mayor’ y su legado sobrevivirá por siempre entre sus herederos.

“Ella murió preocupada porque estaba pendiente por un dinero que le iba a dar la Alcaldía porque el 6 de diciembre tenían que ir a una presentación. Mi mamá falleció un primero de diciembre. Días antes ella estaba con el estrés del mundo porque ella quería ir a esa presentación, pero murió”.

El lamento de la Farota Mayor

Mónica Ospino Dávila envió a este medio el siguiente mensaje:

“Cuando puse la Corporación al día, se reunieron por derecho propio y eligieron junta directiva y me dejaron por fuera. Es más, nunca me reconocieron un peso de los cinco años que tuve que pagar en la Cámara de Comercio.

Pero Las Farotas son mi vida y a punta de lavadas y perilleros remendé mi corazón, desempolvé sombrillas, golas y faldas, arreglé sombreros  y con base en el trabajo heredado de mi madre, del cual venía siendo parte activa en los últimos años, recompuse la Danza de las Farotas de Talaigua, que fue el nombre con que Etelvina trajo la manifestación al Carnaval en Barranquilla.

No es justo con la ciudad que nos recibió, que nos puso de frente al mundo, que nos montó en el dossier con que reclamamos ser Patrimonio de la Humanidad, que ahora, vivir aquí, sea motivo de descalificación.

Auténticos, somos todos los talaigüeros, que hemos asumido la responsabilidad de sostener la danza, respetando el legado de los mayores. Los que sin importar las distancias, seguimos añorando la tierra amada”.

Mónica Ospino Dávila, directora de la Danza 'La Farota Mayor'.

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