Lady Gaga y Bradley Cooper.
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Lady Gaga y Bradley Cooper y los mejores momentos de la gala de los Óscar

Protagonizaron una romántica interpretación.

La apabullante actuación de Lady Gaga y Bradley Cooper defendiendo la canción "Shallow" de "A Star is Born" y un reivindicativo y exultante Spike Lee fueron los momentos más sobresalientes de unos Óscar ágiles y sin presentador, con escasos instantes memorables y con mucha presencia hispana.

Estos fueron los ocho puntos más destacados de una ceremonia con la que la Academia de Hollywood cerró un año aciago tras el anuncio y cancelación del Óscar a la mejor película popular o la idea, posteriormente retirada, de presentar algunos premios durante las pausas publicitarias:

Aspiraban a protagonizar uno de los momentos más brillantes de los Óscar y no decepcionaron. Lady Gaga y Bradley Cooper bordaron "Shallow", que posteriormente ganaría el Óscar a la mejor canción original, con una emotividad y una intensidad extraordinarias en una actuación de diez que, además, se benefició de una puesta en escena ideal y muy íntima.

Lady Gaga en la gala de los Óscar.

Un gran abrazo en el escenario entre Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, cuando este ganó la estatuilla a mejor dirección, simbolizó un nuevo triunfo de México en los Óscar con el que Cuarón quiso reivindicar los derechos de las trabajadoras domésticas así como la labor de la actriz Yalitza Aparicio, la primera indígena en optar a los galardones de la Academia de Hollywood.

"Ya se puede hablar en español en los Óscar", resumió el mexicano Diego Luna. Y es que en paralelo al fenómeno de "Roma" el español tuvo un gran protagonismo en el Teatro Dolby de Los Ángeles de la mano de José Andrés o Javier Bardem, quien dijo que la cinta de Cuarón muestra que "el cine incluye, no excluye" por orientación sexual, idioma o lugar de origen.

"Esta noche no hay presentador, no habrá premio de película popular y México no va a pagar el muro", soltó con acidez la humorista Maya Rudolph, quien junto a Tina Fey y Amy Poehler presentó el primer premio e hizo suspirar a muchos fans sobre qué podría haber pasado si este trío hubieran sido las maestras de ceremonias de los Óscar.

Mucho se ha escrito sobre la ausencia de un presentador en los Óscar, tras la renuncia de Kevin Hart. Al final, la gala sí fue más ágil y recortó su duración, aunque volvió a superar las tres horas, pero perdió algo de espontaneidad y los tradicionales dardos humorísticos que proporciona un conductor de la ceremonia.

Los Óscar nunca habían premiado a Spike Lee y este lo celebró por todo lo alto al llevarse el Óscar al mejor guion adaptado por "BlacKkKlansman". Se colgó de Samuel L. Jackson sobre el escenario, rindió homenaje a Prince con un traje púrpura e instó a que los estadounidenses estén "del lado correcto de la historia" en las elecciones presidenciales del próximo año.

La maldición de Spike Lee quedó resuelta pero no la de Glenn Close, quien perdió frente a Olivia Colman como mejor actriz y ya suma siete nominaciones sin ganar. "Glenn, esto no es lo que yo quería. Eres magnífica. Te quiero", dijo Colman sobre el escenario, casi pidiendo perdón por protagonizar una de las sorpresas más impactantes de la noche.

Barbra Streisand reivindicando "la verdad" como algo preciado en estos tiempos, Melissa McCarthy y Brian Tyree Henry con unos estrambóticos atuendos para presentar el Óscar al mejor vestuario, y Keegan-Michael Key bajando desde el cielo como Mary Poppins fueron otros momentos curiosos de una gala ni especialmente polémica ni especialmente entretenida.

Aunque para pintoresca y divertida, la celebración del equipo de "Period. End of Sentence", elegido como mejor cortometraje documental. "No puedo creer que una película sobre la menstruación acabe de ganar un Óscar", gritó la realizadora Rayka Zehtabchi.

EFE

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