Andrea Vivero, diseñadora de accesorios.
Andrea Vivero, diseñadora de accesorios.
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Cristian Mercado

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Andrea Vivero, la barranquillera que se destaca en el mundo del diseño

Barcelona y New York son algunos de los lugares donde la diseñadora ha podido exhibir sus creaciones.

Andrea Vivero es una barranquillera de 27 años, determinada, creativa y con un particular espíritu emprendedor. Mismo que la ha llevado a materializar su sueño de ser la diseñadora de una marca próspera como Atalí, en la cual puede saciar su sed artística cada vez que desea darle forma a un nuevo accesorio.

A mediados de abril, en aras de darle un aire innovador a su negocio, la empresaria decide empezar una búsqueda hacia la naturaleza, reflejando sus colores, tranquilidad y belleza en cada una de sus realizaciones.

La diseñadora sosteniendo una de sus creaciones.

Atalí (grandeza de Dios en hebreo) fue el nombre escogido por Andrea para representar su personalidad de la forma más fiel, y es que al ser una mujer religiosa, quiso exaltar su fe, vehículo que la llevaría a alcanzar cualquier meta propuesta.

“Mis diseños están basados en las flores y en la naturaleza, quiero hacerlos lo más natural posible, sin embargo, ofrezco otras opciones para satisfacer todos los gustos” señaló la diseñadora.

Si bien Andrea elabora pulseras y collares, son los aretes los que han robado la mayor parte de su atención, ya que según afirma, “los aretes están en tendencia actualmente”.

Diseño de Andrea Vivero.

Plumas, bronce con baño de oro, cristales, sedas, perlas y acrílicos, son los materiales que se suelen utilizar para la elaboración de los productos.

Gracias al movimiento que ha tenido su marca los últimos meses, le han llovido propuestas que no asimila una vez las escucha, como aquella ocasión en que la llamaron para asistir a una exhibición en Cartagena. Fue la primera, más no la última invitación. Tiempo después le seguirían destinos como Barcelona y New York, de donde regresó hace unos días luego de que modelos de casas de alta costura usaran sus creaciones.

Diseño de Andrea Vivero.

El despertar de una flor

Generalmente las personas eligen la profesión que van a ejercer, pero en el caso de Andrea, la moda la eligió a ella. Cuenta que su interés nació desde niña gracias a su madre Liliana, con quien inició en este deslumbrante mundo del diseño, con de la marca LYA (Liliana y Andrea).

Al proyecto le iba bien, no había queja alguna, pero su madre le hizo ver que necesitaba abrirse camino sola para dar rienda suelta a todo su ingenio y potencial.

Fue de esta manera como se descubrió a nivel personal y creativo, reconociendo sus gustos peculiares, mismos que la llevaron a arriesgarse en cuanto colores, texturas y formas. De hecho, hoy en día se ríe de lo que su abuela le decía cuando era una joven soñadora e incomprendida.

“Mi abuelita me decía ‘el día que te vayas a casar lo vas a hacer con un vestido rojo, a ti no te gusta nada de lo normal”, expresó entre risas.

Curiosamente esa excentricidad la ayudó a entender la moda desde diferentes perspectivas y tomar riesgos que le permitirían subir en ventas. La empresaria señala que los aretes más exóticos son los que más se venden.

Diseño de Andrea Vivero.

Las espinas de la flor

Pese a que su fascinación por el universo creativo de accesorios le ha traído gratas experiencias, no todo ha sido color de rosa. La barranquillera afirma que en un comienzo recibió comentarios desalentadores sobre su pasión, puesto que personas cercanas a su circulo no la tomaban en serio o le expresaban que se dedicara a algún oficio que le generara buena fuente de ingresos.

Hoy Andrea sonríe satisfactoriamente recordando cómo convirtió los comentarios negativos en una especie de motor para no desfallecer en el intento, y se encuentra agradecida por las cosas buenas que le ha dejado el haberse abierto camino en el mundo de la moda.

“Mi marca me ha servido mucho para empoderarme, para superar mis miedos, me ha brindado una fuerza para sacar adelante cualquier proyecto”, apuntó.

En cuanto a sus próximos anhelos, la mujer de 27 años confiesa que le gustaría llevar sus diseños por todos los rincones del mundo, viendo a mujeres de diversos orígenes usándolos con seguridad y proyectando un empoderamiento, tal como el que ella siente cada vez que una de sus creaciones cobra vida en su mente y corazón.

Andrea Vivero con sus creaciones.

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