El senador Roberto Gerlein
El senador Roberto Gerlein
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Para darme un ‘golpe de Estado’ van a tener que inventarse otro partido”: Roberto Gerlein

El político arremete contra quienes se reunieron “para buscarle sucesor”.

José Granados Fernández

@JoseGranadosF

Después de 53 años de vida política, el senador Roberto Gerlein Echeverría no está dispuesto a dejarse sacar ni a sombrerazos ni con imposiciones de su propio grupo político, y menos acepta que se discuta su liderazgo.

Sus respuestas son producto de los movimientos al interior del gerleinismo de parte de quienes acordaron reemplazarlo en el Senado por Aida Merlano, actual Representante a la Cámara por el Partido Conservador, en caso de que, por las afecciones cardiacas que él padece, decida a sus casi 79 años no postularse a la reelección el 11 de marzo del año entrante.

En entrevista exclusiva con Emisora Atlántico y Zona Cero.com, el senador Gerlein afirma: “Yo no he resuelto nada sobre el tema de mi continuidad en el Senado. El asunto, que va a depender con mucho de mi salud, lo voy a analizar, a estudiar, al final de la presente legislatura, por allá el 15 de diciembre, cuando falten 3 meses para las elecciones de Senado”.

Y de manera tajante, haciendo un esfuerzo para no dejar ver el disgusto que le produjo la reunión de hace una semana en casa de su cuñada y diputada Margarita Balén, enfatiza que “cualquiera sea la decisión que adopte, la voy a tomar yo; nadie va a resolver las cosas por mí, nadie me va a lanzar o me va a vetar, porque es una decisión que me corresponde a mí y solo a mí”.

Jefaturas no se imponen

En su apartamento en el norte de Barranquilla, acompañado por su esposa Lidia en un claro mensaje del apoyo que él recibe de su núcleo familiar en los días incómodos que está viviendo, el más veterano de los congresistas colombianos no perdió la oportunidad para cuestionar las maniobras en su contra y sostiene que “las jefaturas no se imponen ni con dinero ni de ninguna otra manera: las jefaturas se reconocen”.

Sin mencionar nombres, pero con mensajes directos para que sus hoy contradictores gerleinistas estén enterados de lo que piensa, Gerlein defiende su liderazgo por más de cinco décadas.

“Las jefaturas -recalcó- se coagulan en la plaza pública, en las corporaciones, en las manifestaciones, en la lucha por los ideales”.Y fue más allá al enfatizar que “las jefaturas no se cocinan detrás de bastidores ni en las cantinas ni en los clubes; las jefaturas se van armando, día tras día, en el corazón de la ciudadanía”.

¿Golpe de estado?

En diálogos con Emisora Atlántico y Zona Cero.com, familiares y seguidores políticos del avezado congresista consideran que lo que algunos intentan en favor de Aida Merlano, al parecer con el apoyo del empresario Julio Gerlein Echeverría, es un “golpe de Estado” político.

Sin embargo, Roberto Gerlein pronostica que es “difícil” que le muevan la silla dentro del Partido Conservador porque su relación con esta colectividad es “fruto de mis vivencias personales”.“Para darme un ‘golpe de Estado’ a mí van a tener, quienes lo intenten, que inventarse otro partido o van a tener que inventarse un grupo económico o una situación que no se mensure en este momento”.

Ante tal intentona, anuncia que él mantendrá el liderazgo en el gerleinismo, que “me he ganado en 53 años de lucha política, y lo voy a mantener porque creo que le he servido bien a la Costa, al país, a mi gente, a mi partido. Esas son cosas que no se pueden olvidar ni abandonar”.

Sostiene que seguir con el manejo y el control político de su grupo “no es un problema de vanidad, es de convicción, máxime en este momento en que los partidos están huérfanos de liderazgo político; máxime, también, cuando en el departamento del Atlántico estamos viviendo unos traslados (de candidatos), de un sector para el otro, sin que haya razón alguna distinta a las ambiciones personales”.

Un sucesor

Echando mano de una frase bíblica, Gerlein insiste ante quienes buscan reemplazarlo que en la política como en otras actividades, el que “no vive para servir no sirve para vivir”, reafirma que un verdadero líder político busca el beneficio de los demás y no el propio, y remata con una dura reflexión: “(…) uno no puede, simultáneamente, servirles a dos señores: al del cielo y al dinero”.

En medio de las tensiones en el gerleinismo, el veterano congresista conservador tiene definido que para la Cámara apoyará una candidatura de la provincia atlanticense.

Anuncia que “hemos resuelto, con mucha prudencia y mucho estudio, empuñar la candidatura de Roberto Rodríguez”, de quien destacó tiene por delante una “brillantísima carrera política, tiene talento, es estudioso; conoce los problemas públicos y representa, en cierta manera, a lo que nosotros llamamos la provincia, que son los 22 municipios, distintos de Barranquilla, que existen en el departamento del Atlántico”.

No esconde el parlamentario que sus padecimientos de corazón lo llevarán a buscar un sucesor, decisión sobre la que dice que “quien me reemplace tiene que ganarse la jefatura, tiene que ganársela en el corazón de los amigos, porque, como ya lo dije, las jefaturas no pueden imponerse”.

Promete que cuando llegue el momento de la sucesión “yo no puedo imponer mi voluntad, porque debo reconocer el valor de los demás, de quienes me han acompañado y se han esforzado conmigo. Espero y aspiro a que el día que tengamos que escoger la sucesión por supuesto que será con mi voluntad, pero con el concurso de los demás”.

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