La Procuraduría General de la Nación publicó un informe que da cuenta sobre dos grandes preocupaciones sobre la realidad del Programa de Alimentación Escolar en el país. 

Uno de las preocupantes conclusiones del informe es que, según la Procuraduría, no "existe certeza" de que las raciones de alimentación para los niños, realmente hayan llegado a ellos o estén plenamente garantizadas. 

Según el Ministerio Público, no existen datos exactos sobre si la cantidad de raciones, que son 4 millones 73 mil 708 es la misma proporción que recibieron los niños. 

La otra preocupación de la Procuraduría es que el Gobierno fijó la mitad del presupuesto para el Programa de Alimentación Escolar. De 821 mil millones para garantizar las raciones de los niños, lo redujo a 423 mil millones de pesos. 

Para la Procuraduría,  “se ponen en riesgo no solamente los más de 4 millones de raciones diarias para igual número de niños que se distribuyen actualmente, sino que también se está cerrando de un tajo la posibilidad de ampliar la cobertura, lo cual es una obligación legal, como lo hemos señalado a lo largo del presente informe”.

La alarma sobre la situación de las raciones de alimentación se prendieron cuando una profesora de un colegio público de Aguachica, en Cesar, denunció en un video la manera en que el operador encargado de estos alimentos, obligaba a los niños a hacer una fila para que se tomaran la foto con el mismo desayuno y, posteriormente, le daban una ración muy distinta a la de la foto, sin siquiera utilizar cubiertos desechables. 

A esto se sumó la publicación de un blog de Zona Cero que reveló otro video de una profesora en una escuela pública del municipio de Plato, en Magdalena, que mostraba cómo a los niños les daban una ración con "un bocado de pollo y dos deditos de jugo". 

En su defensa, la Gobernación del Magdalena, que suscribió el contrato con una polémica corporación, justificó que estaban "orgullosos del convenio", pese a que la corporación está investigada por la Contraloría por un detrimento patrimonial superior a los 2 mil millones de pesos. 

Un blog publicado en Zona Cero mostró además que esta corporación justificó el haber aportado más de mil millones de pesos inflando precios como el de los cubiertos plásticos, al cual le asignaron el astronómico valor de $7.300 el juego, y otros ítems con valores desproporcionados.