Mesas vacías por la falta de tarjetones.
Mesas vacías por la falta de tarjetones.
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Cristian Mercado

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Cierre de votaciones: Registraduría se rajó en la organización del debate 2019

Por la no entrega oportuna de tarjetones para ediles, listados incompletos y falta de información a los que le revocaron la zonificación por transhumancia.

La Registraduría Nacional del Estado Civil perdió el año con el debate electoral en Barranquilla.

Desde la misma apertura la jornada se vio empañada por la desorganización en algunos puestos que no contaban con tarjetones para los candidatos a ediles.

El caso más crítico se registró en el puesto de votación del Colegio Colón. Cuando los primeros electores llegaron al sitio se encontraron con una primera sorpresa: el delegado de la Registraduría no se había hecho presente.

Peor aún fue cuando se enteraron que realmente el puesto de votación no había sido abierto, a pesar de haberse iniciado el horario de la jornada, porque no contaba con los tarjetones para los candidatos a ediles de la Localidad Norte Centro Histórico, correspondiente al mismo.

El del Colegio Colón es uno de los puestos con gran potencial electoral. Allí están habilitados 8.181 mujeres y 7.278 hombres, para un total de 15.459 personas.

El hecho generó el airado reclamo de los ciudadanos ya que a medida que transcurría el tiempo los funcionarios de la Registraduría no daban explicaciones ni mucho menos solucionaban el grave problema.

Caos originado por la falta de tarjetones.

Idéntica situación se presentó en el puesto de las Tres Avemarías, lo que fue complicando el desarrollo de la jornada.

De inmediato, a la protesta de los electores se sumaron la de candidatos, quienes cuestionaron la efectividad de la Registraduría, que con esto tuvo un estrepitoso ‘rajón’.

La desorganización también fue evidente con aquellas personas cuyas inscripciones fueron anuladas por trashumancia electoral.

Estos ciudadanos automáticamente quedaban para votar en el puesto anterior, pero ante la desinformación por parte de la Registraduría los votantes quedaron desorientados, pues no figuraban ni en mesas adicionales ni en las denominadas ‘mesas cola o cero’.

Uno de los casos más evidentes fue el del candidato a la Gobernación del Atlántico, Nicolás Petro, a quien finalmente, por su condición política, la Registraduría le expidió una certificación que le permitió votar. Pero no ocurrió con ciudadanos del común bajo las mismas circunstancias.

En lo que sí fue efectiva la Registraduría fue en las restricciones a la prensa para cumplir su labor informativa, lo cual no resulta extraño porque se ha vuelto en situación recurrente.

Con este desastroso balance, que también estuvo a punto de generar graves problemas de orden público, la Registraduría quedó en deuda con el debate en Barranquilla. Le quedó grande la jornada, a pesar de ensayos, simulacros y extenuantes jornadas de preparación.

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