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Queiroz, Junior y el periodismo deportivo

Tres temas, todos de singular actualidad, por lo importante en el ambiente del deporte, nos motiva a desarrollar en síntesis cada uno de ellos. La llegada del nuevo seleccionador Carlos Queiroz, la actuación del equipo Junior en el arranque de este campeonato del 2019 y decisiones del club rojiblanco en torno a los periodistas deportivos, envuelve el ambiente futbolístico que registra la atención de los colombianos.

Sin duda, el primer tema es el que se refiere a la contratación del nuevo director técnico de la selección Colombia, Carlos Queiroz. Después de muchas dudas y de expectativas, la contratación logró darse y aunque un poco a destiempo en relación a otros países suramericanos que desde hace tres y cuatro meses ya vienen trabajando con sus planteles, por lo menos comienza a respirarse entre el público por lo que será la primera participación del país en un torneo internacional como lo es la Copa América.

No bien había aterrizado Queiroz en tierras colombianas, comenzaron las especulaciones en el sentido de quienes serán sus inmediatos colaboradores, su forma de trabajo y otros detalles a los que los comentaristas del deporte apuntan anticipadamente en un afán por ser primeros en dar “la chiva”.  Que Bhoder, técnico del Caldas, que Suárez, del Junior, que Gamero, del Tolima, y hasta Alexis Mendoza, quien renunció hace pocas horas del Sporting del Perú, serán sus colaboradores. Que el técnico portugués afirmo que vivirá en Barranquilla y que esta seguirá siendo la casa de la selección, son algunas de las anticipaciones periodísticas.

Lo cierto de todo es que Queiroz viene revestido de un amplio y exitoso recorrido por clubes reconocidos en Europa y de dirigir a selecciones que han participado en campeonatos del mundo. Ojalá en Colombia siga acrecentando su ruta de éxitos y nos lleva a conquistas de relieve internacional. Y que con él, se continúe el camino clasificatorio a próximos mundiales tal como lo hizo José Pékerman. Para lo cual se requiere un irrestricto respaldo de directivos de la Federación, de los clubes y de los mismos comentaristas deportivos que no se conviertan en piedra en el zapato como ha sido tradicional en nuestro país.

En relación al Junior hay que destacar decisiones importantes de sus directivos para fortalecer la creencia que es un equipo grande en Colombia. No dejar escapar a figuras importantes como Teo, Díaz y Cantillo entre otros y reforzar con otros jugadores reconocidos, nos ilusiona para creer que Junior debe alcanzar nuevos y grandes éxitos nacionales e internacionales. La contratación de Matías Fernández, un mundialista chileno con amplio pergaminos en donde ha militado y calificado como la mejor contratación en el futbol colombiano, fortalece la ilusión de los hinchas.

El volante chileno con vocación de gol y especialista en tiros libres, nos recuerda otros tiempos en que jugadores extranjeros como Víctor Ephanor, “La bruja” Verón, Babignton, Julio César Uribe, Javier Ferreira, entre otros nos brindaron toda su sapiencia y potencial futbolístico y contribuyeron enormemente a tardes pletóricas de buen fútbol y gratos resultados. Con Matías Fernández renacen esos recuerdos y se confía en reverdecer aquellos tiempos de felicidad. Esperemos que tales creencias lleguen repletas de éxitos y títulos para la divisa rojiblanca.

El momento que vive el onceno rojiblanco se debe sin duda al buen criterio de directivos por mantener la divisa fuerte en su conformación. Y en tal sentido podríamos ajustar unas palabras de Queiroz en la rueda de prensa cuando se le preguntó su opinión sobre la selección: “Colombia tiene un patrimonio futbolístico y ese patrimonio hay que conservarlo y fortalecerlo”.

Pero en relación con el Junior, y este es el tercer punto que nos motiva, debemos rechazar decisiones que creo, son contrarias a la comunión que debería existir entre el equipo y la prensa deportiva cuando se pretende formar una verdadera familia. El último pésimo ejemplo-creencia nuestra- fue la convocatoria a una rueda de prensa  que debía cumplirse el martes a las 12 del día con el presidente de la junta directiva Antonio Char para informar precisamente sobre la contratación del chileno Matías Fernández

El comunicado de prensa que ni siquiera está firmado por quien funge como jefe de comunicaciones, resalta que la citación a la rueda de prensa es para los periodistas deportivos certificados por la Dimayor. Esta limitante nos luce una barrera para los periodistas que aunque con carácter deportivo no han sido avalados por la Dimayor.

Es una falta de respeto y censura. La Ley del periodista señala que todo quien ejerza tal función puede desplazarse y realizar su tarea en cualquier actividad o escenario nacional. Sea de carácter deportivo o no. Y si bien a los especialistas en deporte afiliados a la “ACORD”, Asociación respaldada en Colombia por un carnet, no significa que quienes no estén afiliados y no posean esta credencial no puedan participar en las ruedas de prensa.

Responsabilidad en la discriminación por el club, en manos de quienes ejercen funciones de gerencia y comunicaciones que se suma a la también limitante que desde hace algunos años viene ejerciendo la Dimayor con los periodistas deportivos, con la potestad de decidir quiénes pueden y quiénes no, ejercer tareas como entrevistas, reportajes y asistencia a ruedas de prensa.

La Dimayor se da el lujo de seleccionar a los periodistas que cubren fútbol profesional en el país y según su criterio extiende escarapelas, con nombre de credencial a los que considera deben estar en los estadios y pueden realizar entrevistas o participar en ruedas de prensa. En tal sentido podemos afirmar que la propia Asociación Colombiana de Periodistas -ACORD- ha perdido espacio ganado en otros tiempos, dejando que organizaciones como Dimayor y los mismos clubes profesionales sean quienes califiquen y den la calidad de periodistas a quienes ejercen la profesión.  En una clara muestra de discriminación y tráfico de influencia porque muchos de los acreditados no son periodistas sino que ejercen funciones distintas en empresas patrocinadoras. Y dejan por fuera a muchos de los llamados “cargaladrillos”, esos que día a día cubren desde los entrenamientos mañaneros, hasta la llegada a media noche de jugadores que vienen como refuerzos.