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Palos en la rueda de la ganadería araucana

A pesar de la buena noticia del restablecimiento del estatus de Colombia como país libre de aftosa con vacunación, los ganaderos de Arauca se sienten lejos de poder levantar cabeza ante la grave crisis por la que han tenido que pasar durante los últimos años.  No solo han padecido grandes dificultades y pérdidas económicas a causa de la suspensión de la certificación, que se mantuvo durante 18 meses, sino que además se encuentran sometidos a medidas discriminatorias por parte del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), con las que se les ha restringido el desarrollo de su actividad.

La cuestionable resolución 060865 del 2020, emitida por el ICA el pasado 27 de enero, en la que se establecen los requisitos sanitarios para la movilización de animales susceptibles a fiebre aftosa desde las zonas de frontera hacia el interior del país, ha causado molestia y preocupación en el gremio de los ganaderos araucanos, quienes se sienten atropellados con la imposición de estos exagerados condicionamientos que los marginan del mercado nacional.

Entre los requisitos más polémicos que establece dicha resolución están: que los animales a movilizar deben ser aislados durante treinta días para que la entidad expida una Guía Sanitaria de Movilización, situación que deberá ser comprobada por los funcionarios de la entidad; además estipula que no se podrá movilizar el ganado si hay un brote de  fiebre aftosa en un área de 10 kilómetros durante los últimos tres meses;  y también, que dentro de las 48 horas posteriores a la expedición de la Guía Sanitaria de Movilización, la oficina del ICA local de origen deberá reportar la movilización de los animales a la oficina local de destino.  Condiciones que evidentemente están afectando la ganadería en la región.

Para discutir los graves efectos desencadenados por esta resolución, nos reunimos la semana pasada en la Asamblea Departamental con el Gobernador de Arauca, Facundo Castillo; la Gerente General del ICA, Deyanira Barrero, y los representantes de los Ganaderos del departamento.  En medio de los reclamos y solicitudes por parte de los lideres para que se derogue este decreto, que contiene medidas lesivas para la ganadería, pudimos escuchar y defender a este importante sector, que se siente agobiado y desesperado por la discriminación a la que están siendo sometidos por parte del Gobierno Nacional.

Durante la intervención que realicé en defensa de los ganaderos araucanos, solicité a la señora Deyanira Barrero atender de manera urgente la crisis del gremio, con acciones que dignifiquen e impulsen esta labor que por años han llevado a cabo estas familias.  Hay que dejar claro que no estamos buscando oponernos a las medidas establecidas por el Gobierno para evitar la reaparición de focos de la enfermedad, que sin duda son necesarias, sobre todo en este momento en el que se dio el restablecimiento de la condición de libres con vacunación, sino que estamos exigiendo que a los ganaderos araucanos se les de un tratamiento coherente con el esfuerzo que realizan a diario y que se les ofrezcan nuevas oportunidades para superar la crisis que los está golpeando.

Para que la directora del ICA le responda a Arauca y al país el por qué de sus acciones desmedidas contra el gremio, una vez se reanuden las sesiones ordinarias del Congreso, realizaremos un debate de control político en la Comisión Quinta del Senado, al que citaremos también al nuevo Ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, para que esté enterado de la situación actual del sector y del centralismo que reina en el ICA, que está afectando profundamente a los ganaderos y campesinos del país.

Siendo la ganadería uno de los principales motores de la economía en el departamento de Arauca, es indispensable que se procure la recuperación de la que ha sido una de las actividades más golpeadas en los últimos años.  Si bien resulta fundamental garantizar la condición sanitaria a los socios comerciales para lograr la apertura de mercados, es vital que se fortalezca la actividad pecuaria en el departamento y se le entregue al gremio el respaldo que necesita para que recupere su competitividad.  No se le pueden seguir metiendo palos a la rueda de la ganadería araucana.