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Maluquito, pero ¡Sabroso!

La belleza es un concepto subjetivo, depende de los ojos que la vean. En muchas ocasiones, la belleza interior supera a la exterior dejándola en un segundo plano, sin importar edad, sexo o condición social.

Por ahí dicen que el hombre es como ‘el oso entre más feo, más hermoso’; y en el caso de la mujer: ‘la suerte de la fea, la bonita la desea’. Por eso hoy les hablaré, #sinrecato, si es verdad que…¿Maluquito (a), pero sabrosa (o)?

Está comprobado, científicamente, que lo primero que siente una persona por otra cuando se conoce es atracción física. En una sociedad, acostumbrada a admirar la apariencia física de las personas, por la belleza, lo estético y la perfección, con el tiempo, esa percepción ha ido siendo desplazada.

El ser humano es un todo: cuerpo y alma. Es común ver a hombres muy atractivos con mujeres no tan agraciadas y viceversa. La pregunta es… ¿Qué será lo que le vio?

Bueno, eso que lo enamoró no está siempre donde todos creen. Está en su interior. La admiración es el camino del amor y es innegable que una cara bonita, un cuerpo atlético son atrayentes, pero si no hay química, esa que te hace sentir corrientazos, mariposas en el estómago, no hay nada que hacer.

Los ‘maluquitos’ no la tienen fácil,  es cierto, pero nada es imposible. Miren que no hay nada más estimulante que una buena conversación con una persona de buen sentido del humor, de buenos sentimientos. No quiero decir que la belleza excluye la inteligencia, pero es mejor si hay un equilibrio. Preocúpate por ambos, cuida tu cuerpo, pero también cultiva tu mente.

No hay que subestimar a ninguna persona. Recuerda que en el cuento, el patito fue rechazado por feo hasta que se convirtió en cisne.

Cuando un ‘maluquito’ (a) lo ven con un (a) bonito (a) de inmediato se convierte en objeto de deseo. En términos coloquiales, se cotiza de inmediato porque todos quieren saber qué es eso que lo hace especial.

Por eso una personalidad arrolladora, segura, confiada, de amor propio, hace atractivo a cualquier hombre o mujer, sino pregúntenle al príncipe Carlos de Inglaterra… ¿Por qué prefirió a Camila Parker, antes que a la bella Lady Di?

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