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“Lo pagará su Ma…”

Desde hace un año se había anunciado y en el último semestre del 2019 se acentuaron mucho más las manifestaciones de un emergente canal de televisión que condicionaría la transmisión a los seguidores del fútbol al pago de 30 mil pesos mensuales para ver el espectáculo de multitudes en el país. El nuevo canal comercial es el Premium Más, que no es otro que el mismo Win Sports, dependiente, subsidiaria o ramificación del Canal RCN el que tiene desde hace rato los derechos del fútbol profesional en Colombia.

Resultaba un negocio redondo tanto para los dueños de las transmisiones como para la División Mayor del Fútbol -Dimayor-, La primera por las enormes ganancias en dinero, por el placer y determinación de colocar el calendario y los horarios de los partidos lo cual viene haciendo hace algún tiempo. La segunda, la que regula el fútbol profesional, por los miles de millones a recibir. Sin importarle el daño enorme en la afición del fútbol. Pese a los reiterativos anuncios de la empresa, el público en general aguardaba la esperanza de un cambio de decisión para no verse privado de ver por televisión los encuentros de los equipos colombianos.

Se colocó como fin del gratuito espectáculo en la pantalla chica el 31 de enero. A partir del segundo mes (febrero) para ver fútbol hay que pagar. Treinta mil pesos mensuales por un solo canal. “Lo toma o lo deja” es la consigna de los dueños del canal. La idea a nadie gustó. Bueno no a todos. Hay los que si defienden al nuevo canal con la nueva propuesta. Son quienes están vinculados y lógicamente son empleados de la empresa. Ellos son los narradores y comentaristas de los partidos. 

Encabezados por el llamado jocosamente “La biblia”, el mismo que con trazados en tableros y diagonales pintadas en canchas diagramadas en pequeños y verdosos rectángulos ha pretendido siempre dictar cátedras de sistemas, movimientos y tácticas de los clubes.

Es el mismo que hace algunos años fue desvinculado del canal RCN por sus agrios y tendenciosos comentarios, especialmente contra todo lo que huela a Caribe, incluyendo desde luego todo lo que sabe al Junior; el mismo que desliza inocultables simpatías por clubes de Medellín, Bogotá y Manizales. El mismo que no oculta su felicidad en cada triunfo de Nacional, Medellín, Santa Fe, Millonarios o Caldas. Y que de manera sesgada pretende engañar a los televidentes caribeños con comentarios aparentemente “ajustados”, pero llenos de indeclinables molestias. Es quien cree tener la potestad para decidir aun por encima de arbitrajes cuando hay penaltis o faltas a favor de uno u otro equipo. 

Tan “altivo y convincente”  cree ser en sus opiniones que hasta se sale de lo que le corresponde como comentarista deportivo- y no es que no pueda hacerlo- para adentrarse en otros terrenos ajenos a su profesión para calificar con ofensas. No solo es fiel defensor del pago por el nuevo servicio para el fútbol, sino que se apropió el derecho gobiernista para insultar a docentes y estudiantes por el reciente paro de Fecode,  señalándolos prácticamente de vagos e irresponsables como alguna vez lo dijo una senadora que de Paloma no tiene nada. 

Los colombianos le recordaron que él es una de las razones  por los que la gente no está dispuesta a pagar 30 mil pesos mensuales para ver el fútbol y mucho menos seguir soportando sus parcializados comentarios en el Canal Premium de Win. En los medios de comunicación y especialmente en las redes sociales se ha desatado un tremendo rechazo al cobro del emergente canal futbolero y por quienes fungen como “grandes narradores y comentaristas”, en un fiel reflejo del público colombiano indignado porque además de haber soportado en los últimos años un muy pobre  espectáculo futbolístico, ahora se le imponga un pago injustificado.

Los analistas deportivos consideran que lo peor que le ha podido pasar al fútbol es la creación del Canal Win Sports Más. Ya son muchísimos miles de colombianos que dejaron de ver los partidos de nuestro país y se han trasladados a otros canales para presenciar por ejemplo la Liga Argentina y los partidos de ligas de Europa sin tener que pagar por ello.

Con el afán de unos pocos por llenarse los bolsillos, se está matando “La gallina de los huevos de Oro”. “Sin afición -sostienen- el futuro del fútbol colombiano es incierto porque tampoco es buena la asistencia a los estadios por lo pobre del espectáculo”.

En Barranquilla hubo una primera muestra de total rechazo al nuevo canal con un cartelón en el que se leía “Lo pagará su madre”. En el Estadio El Campín de Bogotá durante un partido de Millonarios igual se abrieron pancartas en los que también se leía el mismo mensaje y en las innumerables redes sociales el mensaje no es otro que el que reza: “Lo pagará su Madre”. 

Y aunque se trate de impedir el derecho de libre expresión como sucedió en Bogotá por parte de los directivos del club, no hay duda que las expresiones seguirán creciendo bajo el mismo lema: “Lo pagará su Ma…”.