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El mea culpa de Suárez y Teófilo

Como actos, uno de contrición y otro de presunción, podrían calificarse las declaraciones públicas de dos protagonistas importantes en el Junior: Luis Fernando Suárez y Teófilo Gutiérrez. Por partida doble entonces; uno, la del técnico al hacer públicas las manifestaciones de “Mea culpa” por la situación dada en Santa Marta en el juego frente al Unión Magdalena que motivó la sustitución del futbolista Balanta. La segunda, también hecha pública por parte de Teófilo al término de un entrenamiento el día martes.

La decisión de Suárez de excluir al defensor Deyvy Balanta tan pronto cometió el error que originó el penalti y que como consecuencia sirvió para el empate de los samarios, fue vista en su momento como justa causa, aunque para otros fue considerado como castigo para el infractor. Pero luego con mente reposada y sin el calor de un clásico como el que se dio en Santa Marta cuando se estuvo muy cerca de la victoria, las reflexiones van en pro y en contra.

Los hay quienes creen que Balanta no merece estar en el plantel por sus reiteradas falencias que han costado puntos importantes. Inclusive he escuchado reiteradamente a colegas periodistas  diciendo que tanta es la falta de confianza que el técnico tenía en este jugador que prefirió utilizar a un emergente como Luis Narváez en vez de Balanta cuando los dos centrales habituales Rafael Pérez y Jefferson Gómez estuvieron lesionados.

El profesor Suárez, con rostro compungido quizás, declaró a los medios periodísticos que se sintió triste por el resultado del juego como consecuencia de la falla de Balanta. “La decepción que queda es que por una equivocación como la que se da, puntual, con una equivocación tan grande, no se pudo ganar”. Luego, retomando reposadamente el caso señala “estoy triste porque alguien se equivoca y ese alguien –refiriéndose a Balanta- es vilipendiado en Barranquilla, mirado de una manera que a veces se pasan, se es demasiado cruel  y después yo soy más cruel al sacarlo, pero debía hacerlo porque el muchacho estaba totalmente descompuesto”.

El técnico dijo que antes del entrenamiento de esta semana tras el juego ante Unión, conversó con el futbolista y le pidió perdón, le presentó excusas por haberlo excluido del juego. No se sintió apenado en haberlo hecho público. Presentar disculpas y pedir perdón, en lo que a mi corresponde, lo entiendo como un acto de contrición y arrepentimiento. No es condenable, por el contrario creo que es una manera leal para con el jugador y una muestra de que sigue creyendo en él. Lo que no estimo afortunado es dar a conocerlo públicamente, por el momento que vive el equipo en el campeonato o tal vez porque el entrenador tiene todo el derecho de corregirlo para que no vuelva a cometer el mismo o los mismos errores.

Para algunos, con las manifestaciones públicas, Suárez ha dado muestra de debilidad en el equipo; otros consideran que al contrario es un acto que enaltece su condición de persona al frente del plantel.

Simultáneamente a las declaraciones del entrenador, el futbolista Teófilo Gutiérrez manifestaba que en el equipo hay jugadores que aún no han entendido dónde juegan. “Todavía no han entendido que están en el Junior”.

Aunque no dio nombres, es claro que Teo ha señalado a compañeros que en la cancha no están coordinados, que no saben dónde deben colocar el pase y quizás que no se han comprometido como debiera ser. “Tienen que subir su nivel, conocer los movimientos del compañero y eso hay que captarlo rápido y transmitirlo en la cancha. Se nos han ido puntos en partidos que teníamos controlados. No podemos olvidar que somos los campeones Sí, hay rendimientos individuales que preocupan, es simplemente que se acoplen algunos jugadores a la idea del entrenador", afirmó.

No se niega que Teófilo tenga razón en sus comentarios, pero quienes así lo entienden, creen que este jugador considerado máximo referente del equipo, debería primero mirar  la paja en su ojo antes que mirar la espiga en el ajeno, tal como reza en la Biblia.  Y le recuerdan que él, ha sido uno de los que ha causado también perjuicios al plantel. Sus acciones infantiles haciéndose expulsar tontamente o provocando reacciones arbitrales en su contra que han causado consecuencias en el equipo.

Aunque reconoce que él mismo a veces no entiende las indicaciones del entrenador para partidos y momentos puntuales, afirma que de la mano de Suárez siempre se ha intentado jugar bien. Y admite que en Junior hay que dar el plus como lo exige la gente que es quien paga la boleta.

En conclusión, podemos entender que en el equipo hay algo que no funciona armoniosamente. Las declaraciones del técnico Suárez y los señalamientos de Teófilo, dejan entrever alguna inconformidad en el plantel. Entender entonces que con los “Mea culpa” con los “actos de contrición” y los “arrepentimientos” no basta para regresar al clima optimista y exitosos conque Junior terminó el torneo pasado logrando la octava estrella y el comienzo de este año con el fútbol encantador que enamoró al público.    

Es necesario no solo aplicar más y mejor, las indicaciones técnicas, sino el despliegue y capacidad de todos y cada uno; entender que jugar en equipo es más importante que el lucimiento personal. Para ello es menester mezclar las virtudes futbolísticas con el pundonor de lucha en cada disputa. Así entiende la hinchada rojiblanca lo que por tradición identifica el deporte de nuestra región. Y Junior, como dice Teófilo, es distinto a cualquier otro equipo colombiano. Si se aplica esta premisa, estamos seguros los jugadores podrán entender lo que significa jugar en nuestra divisa y lo que siempre ha exigido la afición.