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Desde la nueva Ventana al Mundo debe mirar el Junior al exterior

En alguna de mis columnas anteriores, publicadas en Zonacero, cuando Junior disputaba  la Copa Suramericana, comentaba que el equipo debía apuntarle a la consecución del título ocho para el club, dejando en segundo término la competencia internacional. Sostenía entonces que para llegar al título de la Suramericana faltaba algo más porque con lo que tenía, no le iba a alcanzar.

El equipo llegó a la gran final y estuvo a pocos minutos y a doce pasos de conseguir el campeonato. El tiempo me dio la razón; pero que grato habría sido que me hubiera equivocado. Porque Junior estuvo muy cerquita de conseguirlo. “Ese bendito penal” de Jarlan nos privó del gran sueño. Con lo que se tenía nos pudo haber alcanzado.

Afortunadamente se hizo justicia y el campeonato colombiano nos premió con la octava estrella en la historia rojiblanca. Premio, sin duda, al mejor despliegue futbolístico mostrado en el semestre del 2018. La ilusión se volvió realidad y la confianza renació en el público seguidor de la divisa.

El pensamiento se concentra ahora en lo que viene. Logrado el título campeonil, la responsabilidad y el compromiso para el futuro inmediato es mayor. Porque la gente aspira y exige títulos internacionales; se viene en el 2019 la Copa libertadores  y la afición, con todo su derecho pide a los directivos nuevas contrataciones de refuerzos, que sean verdaderamente valiosos y no “desechos” de otro cubes. Responsabilidad que le cae también al nuevo director técnico Luis Fernando Suárez quien suple al dimitente Julio Avelino Comesaña.

Ya se anunció a Michael Rangel, delantero que pasó hace poco más de un año por las filas rojiblancas. Con visos de goleador, pero con desajustes de comportamiento que tal vez obligaron a su salida. Su paso por el Bucaramanga donde anotó una  docena de  goles posiblemente le avalen para regresar al Junior. Pero por los antecedentes y teniendo en la mira la Libertadores, la afición aspira a mucho más, a un verdadero goleador estilo German Ezequiel Cano (Medellín) o un internacional que pueda resolver el problema de goles en el equipo.

Es tiempo de recoger propuestas. Y en tal sentido hay ya el pronunciamiento de una de las más acreditadas empresas de Barranquilla. La firma Tecnoglass de lo hermanos Christian y José Manuel Daes, reconocidos por su afición al Junior y su sentido altruista para con la ciudad de Barranquilla, el presidente de Tecnoglass Christian Daes ha dicho que su empresa desea ser patrocinadora del Junior. Qué bien luciría en el pecho de la nueva camiseta el nombre de una de las más reconocidas firmas colombianas a nivel mundial. "Desde “La ventana al mundo” podrá ahora mirarse el Junior en sus pretensiones de alta competencia y nuestra empresa quiere ser partícipe de esa ilusión” ha dicho reiteradamente el empresario Christian Daes

Si de verdad se aspira a cosas grandes, se debe pensar y contratar elementos de gran valía, especialmente en las líneas de ataque  y en el mediocampo. Si de goleadores se trata hay que pensar en cotizados en el tema. No pudiendo ser Germán Cano, otros nombres para tener en cuenta son Edder Farías (Venezuela), Wilson Morelos (nacido en el departamento de Córdoba), John Fernando Caicedo (Chocó), Alfredo Morelos, cordobés del club Rangers de Escocia, Freddy Montero, atlanticense  en el fútbol europeo; Enmanuel Gigliotti,  argentino del Independiente de Avellaneda, Luis Rodríguez, del Tucumán de Argentina; ¿por qué no pensar en un paraguayo como Oscar Cardozo (Libertad) o Santiago Salcedo (Deportivo Capiatá?)

Son estos apenas uno cuantos de los que podrían nombrarse para reforzar debidamente el ataque juniorista. No conformarnos con goleadores ocasionales; se requiere por lo menos un goleador de raza que sea capaz de definir en los momentos propicios y que pueda y sepa aliarse con Michael Rangel, Luis Carlos Ruiz, Daniel Moreno y el mismo Teófilo Gutiérrez. ¿Y qué tal reforzar el medio con un Giovanny Moreno que alguna vez sonó para venir?

Los vientos alisios que soplan por estos días decembrinos son alentadores para la hinchada rojiblanca. Dios permita que sigan soplando largamente y que no disipen como en otros tiempos en que pasamos de ilusiones a desencantos. Por lo pronto, sigamos refrescándonos y gozando los felices momentos navideños que nos dio Junior recientemente.  Y que, según los anuncio del club, apuntan a ser mucho más agradables para todos.