Share:

¿De verdad… #LoPagaráSuMadre?

Finalizando la segunda semana de enero, al mismo tiempo que se acababan mis vacaciones (y el dinero) me acordé que desde el 1 de febrero el fútbol colombiano pasará a ser pago. Es decir, para ver a mi querido Junior de Barranquilla, tendré que suscribirme al canal “premium” por los “mismos 30 mil pesitos”.

Pero los que como yo disfrutamos de las películas, tenemos además del cable básico – que ronda por los cien mil pesos- dos paquetes extras de cine y, por supuesto Netflix, lo que nos lleva a tener una factura mensual de casi 200 mil pesos.

-¿Y el fútbol?- pensaba angustiado hasta que una idea apareció en mí cabeza. Ese mismo día la compartí con mí esposa y mis tres hijas:

-Mis amores- les dije meloso y con una sonrisa inocente en mí rostro. -Como este año el Fútbol Colombiano hay que pagarlo para verlo, voy a cancelar un paquete del cable. Uno de los dos de películas, para tener el de fútbol…

Las cuatro me miraron como quien miraría un león a su presa. -ni se te ocurra- dijeron en coro arrastrando las sílabas. -Sí quieres ver el fútbol, ve a verlo en “La Favorita..

La Favorita” no es más que la tienda del barrio donde a veces solemos concurrir a ver algún partido de fútbol. Me sentí miserable y me di cuenta, con lástima por mí mismo, que en mi casa no mando yo. ¡Sería el único que no iba a tener el fútbol en su casa! Pensé sinceramente aterrorizado.

Unos días después me enteré que no era el único. De hecho, era solo uno de millones que no adquirirían el canal. La tendencia en las redes que decía #lopagarasumadre hablaba por sí sola: hasta el más fiel seguidor de un equipo cualquiera está renuente a suscribirse al nuevo canal. Creo que nadie en el país habría pensado que la reacción hacia el fútbol pago por TV iba a ser tan negativa. Y, de paso, llevaron palo los comentaristas y locutores del canal: desde Carlos Antonio Vélez (cuya prepotencia y lenguaje rebuscado poco gusta en la costa) hasta Eduardo Luis, uno de los comentaristas que más ha llevado del bulto.

Pero el asunto de fondo va más allá de los 30 mil pesos. El asunto nos lleva a cuestionarnos sobre la verdadera calidad del fútbol colombiano que increíblemente, en un reciente informe de la “Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol”, acomodó al rentado nacional en el quinto lugar por encima de potencias mundiales. ¿Cómo carajo hacen ese ranking?¿En qué cabeza puede caber que el fútbol colombiano es mejor que el de Alemania?

Pero ni con la extraña tabla que beneficia al fútbol nacional, la gente se traga el cuento. “¿Treinta mil pesos para ver qué?”, se preguntan en las redes, a pesar que equipos como Junior, América y Nacional se han armado para competir con lujo de detalles. Pero nada: ni la gente se suscribe al canal, ni tampoco compra los abonos. Junior, con sus millonarias contrataciones, solo ha vendido 6 mil abonos y América, dos mil quinientos.

Parece que la incredulidad se ha tomado a nuestro fútbol. Y más, cuando el cable operador te pasa lo mejor del fútbol mundial como nos gusta: gratis. Barcelona, Real Madrid, Bayern Múnich, Liverpool, Juventus y muchos más, están a un clic…y gratis.

No tengo una bola de cristal que me permita ver el futuro. No sé si en febrero el fanatismo podrá más que la economía y todos terminemos con el canal premium en nuestro cable, a pesar de tener que soportar a Carlos Antonio Vélez, Iván Mejía, Eduardo Luis y a Mondragón. Pero lo que ha pasado hasta hoy, es un campanazo de alerta que hace pensar que lo que dijo hace unos días el senador Fuad Char, máximo accionista del Junior, no fue descabellado. “El canal va a ser un fracaso”, vaticinó y parece que sus palabras están siendo respaldadas, por lo menos en el mundo virtual, por miles de personas que aún hoy, días después de que se hiciera viral el famoso hashtag, la opinión general es que #LoPagaráSuMadre.

¿Cambiará la tendencia? Amanecerá y veremos.