Share:

Cultivar el diálogo y la tolerancia

Hemos llegado a un 2023 con la ilusión de consolidar la Paz como el centro de la armonía que debe prevalecer en nuestra sociedad. Por eso, los colombianos debemos comprender que el diálogo y la conciliación se afianzan como los instrumentos idóneos que debemos emplear para solucionar los conflictos.

Recientemente, Barranquilla y todo el país pudieron conocer los hechos de intolerancia que se suscitaron alrededor de una situación que sucedió a finales de diciembre, entre un operario de una empresa de servicios públicos que tristemente tuvo como resultado la muerte del operario y la prisión para el presunto agresor. 

Esto nos invita a replantear el valor de la Tolerancia, puesto que en nuestra sociedad siguen presente todavía conductas contrarias a la sensatez como la falta de comprensión y de respeto, las cuales derivan en situaciones de violencia y que terminan en tragedias. Tanto hombres como mujeres no miden las consecuencias que estos comportamientos de intolerancia pueden desencadenar a nivel personal, social, cultural, judicial, penal y espiritual.

Como humanidad, estamos llamados a evaluar no solo nuestra forma de pensar y de actuar, sino también analizar el sentido que le damos a la vida y a nuestra integridad física, porque es desgastante y doloroso ver que pasan los años y siempre encontramos personas con una forma de ser intolerante, que no solo llegan a la instancia de las agresiones verbales y físicas, sino que desmesuradamente llegan al extremo de acabar con la vida de otros.

De manera que, es imposible alcanzar una verdadera Paz cuando evidenciamos que, a nuestro alrededor, diariamente circulan actos perturbadores que, en vez de transmitirnos esperanza, lo que hacen es llenarnos de miedo y angustia. La presencia de este tipo de situaciones, exacerban rabietas que se originan también a partir de hechos como las provocaciones, las cizañas, las frustraciones hacia algún deseo, las prohibiciones hacia cierto tipo de acciones, los caprichos negados, entre otros factores motivantes.

Necesitamos adoptar una autotransformación de nuestros valores y principios, para de esa manera mantener fortalecida la unión y la armonía, en medio de esa esencia que nos debe caracterizar como personas de bien. Apropiando esta sintonía, podemos fomentar el Respeto y la Tolerancia ante los demás, desapegándonos de egos absurdos.

Sin embargo, debemos recordar que el buen comportamiento ciudadano, a base de decencia, ecuanimidad y formalidad, exige tiempo y aprendizaje para neutralizar los posibles hechos de conflictos y agresión que se pueden generar.