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Comparendos de Tránsito: ¿Falta de coherencia o empanadas?

En Colombia cuando se comete una infracción de tránsito, muchos deben escoger entre pagar el comparendo o los servicios públicos. En el mejor (o peor), de los casos recurren a un “paga diario.” Sin embargo, la mayoría de infractores se resigna a no pagar la multa, sabiendo de antemano que los intereses moratorios harán crecer su valor y que no podrán renovar su licencia.

Más allá de ser un elemento pedagógico, los comparendos se han convertido en un lastre para muchas familias. Vemos recurrentemente personas embargadas y reportadas en centrales de riesgo por no pagar. Es un círculo vicioso, algo que nos demuestra que el modelo no está funcionando.  En Colombia el valor de las multas por exceso de velocidad o estacionar en sitios prohibidos tienen un costo de $414 mil pesos, mientras que el gasto en alimentación de un hogar promedio es de $310 mil pesos según el DANE. Tenemos códigos y sanciones lejos de la realidad del colombiano de a pie, y muy lejos del salario mínimo.

Lo más grave es que las multas por infracciones de tránsito se imponen sin discriminar la severidad con la que se cometieron. De acuerdo con la normatividad vigente, se impone la misma sanción por sobrepasar el límite de velocidad por 4km/h o por 100 km/h.

En Argentina superar los límites de velocidad cuesta el 10% del salario mínimo argentino, y sube hasta un 270% del mismo dependiendo de la gravedad. En Ecuador, la multa por mal estacionamiento corresponde a un 10% del valor de un salario mínimo en ese país, pero se considera más grave si obstaculiza una rampa o un lugar para personas con discapacidad.

Por estas razones, vamos a recoger firmas y proponer a la bancada legislativa caribeña que modifique la ley para reducir el costo de los comparendos y, que estas aumenten de acuerdo a la severidad o reiteración de la infracción.

Lo más importante es brindar una educación vial que prevenga las infracciones. Eso lo deben saber los padres de la Patria que ponen precio a los castigos, esperemos que analicen con rigurosidad este tipo de leyes y que trabajen por corregir con coherencia, esas "empanadas” sin sentido.