Los activistas de la Antifa son a menudo identificados por Trump y sus seguidores como "alt-left".
Los activistas de la Antifa son a menudo identificados por Trump y sus seguidores como "alt-left".
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CNN

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¿Qué es Antifa, el movimiento antifascista que Trump quiere erradicar?

Lo quiere declarar grupo terrorista.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha acusado en los últimos días a la Antifa de estar detrás de la organización de los disturbios que sacuden a las mayores ciudades del país tras la muerte de un afroamericano a manos de la policía.

Estas protestas contra la violencia policial, que comienzan de manera pacífica, suelen desembocar en altercados con la policía, actos de vandalismo y saqueos, cuya organización Trump atribuye al movimiento antifascista conocido como Antifa.

Pero, ¿qué es la Antifa y quiénes son sus militantes?

 La Antifa básicamente no es un grupo ni una organización política al uso tradicional, sino un movimiento de corte anarquista que no cuenta con una estructura jerárquica ni un programa definido, y cuyos objetivos van desde la lucha antisistema más radical a la búsqueda de la justicia social más idealista.

Pero el objetivo común de sus partidarios pasa por anular a los grupos fascistas, racistas, neonazis y de extrema derecha, reventando sus manifestaciones y evitando que promuevan o hagan gala de sus posturas supremacistas, contrarias a las minorías, a las mujeres o a los miembros de la comunidad LGTB.

Los activistas de la Antifa son a menudo identificados por Trump y sus seguidores como "alt-left", contrapuestos a la "alt-right" (derecha alternativa) que apoyan al gobernante y que engloba a los grupos ultranacionalistas bancos.

Sus orígenes

Aunque sus antecedentes históricos en EE.UU. pueden estar en las luchas antirracistas estadounidenses de la segunda mitad del siglo XIX, los orígenes del antifascismo se remontan a las décadas de 1920 y 1930, con la lucha contra el fascismo italiano de Benito Mussolini, el nazismo de Adolf Hitler y el franquismo antes, durante y después de la Guerra Civil española, según los académicos.

Pese a sus ruidosas protestas, durante mucho tiempo la Antifa pasó prácticamente desapercibida en Estados Unidos, un país en el que la izquierda radical es una rareza.

La notoriedad llegó con Occupy Wall Street

Y como Trump se encargó de recordar días atrás, su mayor notoriedad la consiguió gracias a su vinculación con el movimiento ciudadano "Occupy Wall Street", que en 2011 ocupó el Zucotti Park de Nueva York para protestar contra la desigualdad económica.

Sin embargo, con el auge del conservadurismo del Tea Party y luego con la llegada de Trump a la Presidencia, en enero de 2017, fue cobrado fuerza en los últimos años, en que ha visto cómo se han multiplicado sus grupos, según el historiador y académico Mark Bray, autor de "Antifa: El Manual del Antifascista".

Bray, que también fue activista en "Occupy Wall Street", llama "autodefensa preventiva" a esa táctica de la Antifa de usar la violencia contra los fascistas antes de que ellos sean violentos y lleguen a agredir a los colectivos minoritarios.

Charlottesville 2017, un antes y un después

 En los últimos años, la Antifa ha puesto en práctica esa filosofía ante demostraciones de fuerza de la ultraderecha, pero posiblemente la más sonada ha sido la contramanifestación que hicieron en agosto de 2017 ante una marcha de supremacistas y neonazis en Charlottesville (Virginia).

Ese día se produjeron altercados violentos entre ambos bandos y un supremacista mató a una mujer y causó una veintena de heridos al arrollar con su vehículo a un grupo de  contramanifestantes.

Tras los acontecimientos de Charlottesville, el lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky, una de las voces académicas más reconocidas de la izquierda de EE.UU., se refirió a los antifascistas como "un gran regalo para la derecha".

Pese a la mayor fuerza que ha venido cobrando, otros académicos, como Todd Gitlin, profesor de Periodismo y Sociología de la Universidad de Columbia, la Antifa sigue siendo un fenómeno "relativamente pequeño" desde el punto de vista de la historia del antifascismo y de la actual "resistencia" contra el "Trumpismo".

Trump anunció este domingo que declararía a la Antifa como un grupo terrorista, aunque en Estados Unidos no hay un estatuto de terrorismo interno, y el Gobierno sólo tiene una lista de organizaciones internacionales y países a los que considera terroristas o que fomentan el terrorismo.

EFE

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