El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, está dispuesto a abandonar la embajada ecuatoriana en Londres.
Foto
EFE

Share:

Fundador de WikiLeaks estaría dispuesto a entregarse mañana si la ONU falla en su contra

El australiano, de 41 años, lleva más de tres años refugiado en la legación ecuatoriana de la capital británica, pues quiere evitar su extradición a Suecia, que lo reclama para interrogarlo por delitos sexuales, que él niega.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, está dispuesto a abandonar mañana la embajada ecuatoriana en Londres, donde lleva asilado desde 2012, y entregarse a la policía, si la ONU considera que su detención es legal.

La cadena BBC aseguró hoy que ese panel mostrará un dictamen favorable al periodista, que considera que su confinamiento forzoso en esa legación -que no puede dejar porque Londres le ha negado un salvoconducto-, supone una violación de sus derechos.

El australiano, de 41 años, lleva más de tres años refugiado en la legación ecuatoriana de la capital británica, pues quiere evitar su extradición a Suecia, que lo reclama para interrogarlo por delitos sexuales, que él niega.

El periodista recurrió en 2014 al llamado "Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias" de la ONU, que tras analizar el caso anunciará mañana si Assange está siendo retenido de "manera arbitraria" o, por el contrario, su confinamiento es legal.

En cualquier caso, el Gobierno de Londres ya ha aclarado que no tiene ninguna intención de acatar esas conclusiones -que no son jurídicamente vinculantes- y ha recordado que sigue pendiente una "orden de detención europea" contra Assange para extraditarlo a Suecia.

La cadena BBC observó, además, que la conclusión a la que pueda haber llegado la ONU no tendrá ninguna "influencia formal" sobre las autoridades británicas y suecas.

En un mensaje en Twitter, Assange había revelado que si la ONU fallaba en su contra y anunciaba que ha perdido el caso contra el Reino Unido y Suecia, abandonaría la legación de Ecuador mañana a mediodía "para aceptar la detención de la policía británica, al no haber perspectivas significativas de una nueva apelación".

"No obstante, si gano y se concluye que los Estados implicados actuaron de manera ilegal, espero que se me devuelva inmediatamente mi pasaporte y terminen los intentos por detenerme", concluyó.

Pese a que la posición de ese panel no es vinculante a nivel legal, en el pasado se ha pronunciado sobre la legalidad de encarcelamientos y detenciones en otros casos anteriores, logrando la libertad de algunos de los afectados.

Los medios británicos indican que si la ONU falla a favor de Assange, éste podría alegar que esa decisión es significativa y esa conclusión aportaría fuerza, moral y legal, a sus argumentos.

En el documento que entregó al panel, Assange lamenta que desde hace casi cuatro años se le ha "privado de varias libertades fundamentales" y que en la embajada, donde vive en 30 metros cuadrados, no tiene acceso "al aire fresco ni a la luz solar" y sus comunicaciones están restringidas y frecuentemente interferidas.

El australiano se queja de que tampoco cuenta con acceso a atención médica adecuada, elementos que convierten ese confinamiento forzoso en una "detención arbitraria".

Un portavoz del Foreign Office subrayó hoy que el Reino Unido "no se anticipará" a las opiniones de la ONU y recordó que este Gobierno "ha sido claro, de manera consistente, en que Assange nunca ha sido detenido arbitrariamente", sino que, de hecho, está "voluntariamente evitando una detención legal al elegir permanecer en la embajada".

La misma fuente subrayó que sigue habiendo "una acusación de violación pendiente y una orden de arresto europea" contra el periodista, y que este país tiene la "obligación legal" de extraditarlo a Suecia.

Un abogado sueco del equipo de Assange, Per Samuelson, dijo hoy a The Guardian, que si el Grupo de Trabajo determina que la detención es arbitraria, la única solución para la fiscalía sueca que persigue la extradición del australiano sería su "inmediata liberación" y "abandonar el caso".

En agosto de 2015, las autoridades suecas abandonaron dos de los cargos contra el activista, al haber vencido los plazos legales para llevar a cabo la investigación.

Assange pidió asilo a Quito tras haber agotado todas las vías legales en el Reino Unido, a fin de evitar su entrega a Suecia, pues teme que ese país lo enviaría a EEUU, donde hay abierto un caso de espionaje en su contra por los miles de cables con información sensible del Gobierno estadounidense que filtró WikiLeaks.

EFE

Más sobre este tema: