Incendio del hotel en Bautzen, al este de Alemania.
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EFE

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En un pueblo alemán, un grupo de personas festejó el incendio de un hotel de refugiados

Según manifestaron las autoridades, las personas se encontraban "claramente alcoholizadas".

Un hotel habilitado para acoger a refugiados en la localidad de Bautzen (este de Alemania) quedó seriamente dañado la noche pasada por un incendio, mientras grupos de vecinos festejaban sin reparos el siniestro.

El origen del incendio está por esclarecer, indicaron fuentes policiales, según las cuales se investiga en todas direcciones.

Ante el edificio, un antiguo hotel que ha sido habilitado para albergar a asilados, se habían apostado grupos de vecinos, muchos de ellos claramente alcoholizados, que festejaban "de modo inequívoco", de acuerdo a la fuente policial, lo que estaba ocurriendo.

La policía detuvo temporalmente a tres personas por interferir en el trabajo de los bomberos desplazados al lugar.

Los incendios en dependencias destinadas a acoger a refugiados, ya habitadas o en construcción, se han sucedido en los últimos meses, muchos de los cuales de forma provocada presuntamente para impedir la llegada de éstos a la correspondiente población.

Asimismo se han sucedido los ataques a refugiados o situaciones de acoso, como la registrada el pasado jueves en la localidad de Clausnitz, también en el "Land" de Sajonia, como Bautzen, cuando un centenar de ciudadanos bloquearon el autocar en que viajaba un grupo de asilados en dirección a su albergue.

La policía local defendió ayer su proceder, ante las múltiples críticas del estamento político y en las redes sociales imputándole connivencia o ineficacia frente a los alborotadores.

Un portavoz policial responsabilizó parcialmente a los propios refugiados de lo ocurrido y afirmó que algunos de éstos habían hecho gestos provocadores desde el vehículo a los vecinos del lugar.

El autocar con los asilados se encontró con la calle bloqueada por coches cruzados sobre la calzada, mientras grupos de ciudadanos increpaban a sus ocupantes al grito de "Nosotros somos el pueblo".

La frase es la consigna que, en 1989, se convirtió en emblemática de los ciudadanos germano-orientales que salían a la calle todos los lunes reclamando democracia en la Alemania comunista, pero que ahora se ha apropiado la ultraderecha xenófoba.

En las imágenes difundidas estos días en las redes sociales se ve a los refugiados -hombres, mujeres y niños- atemorizados dentro del autocar, entre escenas de miedo y llantos.

En un vídeo se contempla a uno de los agentes tratando con dureza a un menor y, según medios alemanes, se produjeron situaciones tensas y malos tratos en otros casos, incluido el de una mujer.

Según medios locales, pasaron varias horas hasta que el grupo de refugiados pudo llegar al albergue de Clausnitz, ya que los manifestantes habían bloqueado la carretera con tres autos.

La llegada incesante de refugiados a Alemania -unos 1,1 millones recibió el país el año pasado- ha disparado los ataques contra viviendas de peticionarios de asilo, ya habitadas o en construcción.

EFE

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