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Carlos Eduardo Caicedo Omar, alcalde de Santa Marta.

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La ‘perla’ del alcalde de Santa Marta con Fundación fue por $5 mil millones

Un segundo convenio fue entregado a la misma Fundación con poca experiencia en el campo cultural.

El 2 de marzo de 2015, exactamente el mismo día en que la Fundación ‘La Perla Cultural y tú también’ celebraba su tercer año de vida jurídica (con la única experiencia de haber organizado dos festivales musicales), esta corporación suscribió el convenio 05 de 2015, que según investigación revelada por Zona Cero tiene presuntas irregularidades que deben ser esclarecidas, pero además firmó otro convenio: el número 04 de 2015.

Este nuevo documento se pactó por un valor de casi 2 mil 500 millones de pesos para la realización de centros culturales comunitarios, centros de formación musical con miras a conformar la sinfónica distrital y campañas de patrimonio cultural.

Al igual que el anterior, este convenio presenta inconsistencias en los presupuestos de ejecución. Por ejemplo, en lo concerniente a la difusión de lo que ellos llaman la ‘Agenda Cultural GOSA’ (eventos musicales y artísticos), disponen de más de 123 millones de pesos en publicidad de cuñas radiales, spot televisivos y en “prensa a nivel nacional”, incluyendo nuevamente 12 meses de pauta, cuando el convenio fue firmado para un plazo máximo de 9 meses y medio.

Y así vuelve a suceder en la campaña denominada ‘Vive y Recuerda’ (con el que buscan inventariar los bienes declarados de interés cultural material e inmaterial en el distrito): en este caso destinaron más de 52 millones de pesos para difundir el programa en cuñas radiales y spots televisivos, también por 12 meses.

En cuanto a la implementación de las escuelas de música y la creación de la orquesta sinfónica de Santa Marta, el flujo de caja de los gastos implicó la contratación de 15 formadores que generan un gasto mensual superior a los 27 millones de pesos. En este ítem, la Fundación presentó la utilización de estos recursos por 12 meses y no por los 9 meses de plazo que tiene el convenio, generando así unos gastos inexplicables por el orden de los 83 millones, pues en enero, febrero y marzo el convenio aún no se había firmado.   

¿Fundación La Perla era la más indicada?

De acuerdo con el decreto 777 de 1992, modificado por los decretos 1403 de 1992 y 2459 de 1993, se establece la “viabilidad de la contratación con entidades privadas sin ánimo de lucro y de reconocida idoneidad, con el propósito de impulsar programas y actividades de interés público”.

En ambos convenios se lee que “la corporación (Fundación la Perla Cultural) cuenta con la idoneidad requerida para ejecutar el presente convenio de Asociación, tal y como consta en la certificación expedida por la Directora de Cultura, Recreación y Deporte”.

Y pese a que, según su certificado de existencia y tradición la Fundación cuenta con 175 millones de pesos en activos, esta recibió la responsabilidad de administrar un total de 5 mil 616 millones de pesos.

Llama la atención también que de todos esos recursos, en el marco de los dos convenios de asociación, a la Fundación le correspondió aportar poco más de 600 millones de pesos “en especie, representados en los bienes, servicios y el personal requerido para el cumplimiento del convenio”, mientras que la Alcaldía dispuso de 5 mil millones trasladados a una cuenta bancaria. Es decir, a la Fundación no le tocó poner ni un solo peso. En todo caso, lo que le correspondió aportar a esta fundación equivale a más de tres veces de lo que le permiten sus activos.

En cuanto a su experiencia, la Fundación la Perla fue blanco de fuertes críticas en redes sociales, pues según denuncia de varios comunicadores sociales, esta fundación les quedó debiendo el dinero por la prestación de sus servicios para promover el festival musical que realizaron en 2012.

“Ellos se endeudaron, al evento no fue mucha gente porque en Santa Marta no hay tanto público para la música alternativa. Al final como a seis personas que trabajamos de lleno por dos meses nos dijeron que nos iban a pagar. Pero pasaron los meses y me seguían diciendo que estaban endeudados”, cuenta Annabell Manjarrés Freyle, quien trabajó en la oficina de comunicaciones del evento.

Según la exempleada, solo después de que denunciara la situación a través de las redes sociales  y los medios de comunicación, recibió un “pago incompleto”.

¿Por qué hicieron un convenio de asociación y no una licitación pública? ¿Cuál es la experiencia que le permitió a la Dirección de Cultura acreditar a la fundación? ¿Por qué contratar a una fundación cuyos integrantes tienen mayor reconocimiento en ámbitos distintos al cultural? ¿Cuáles son los informes de ejecución de estos recursos? Estas son algunas de las preguntas que Zona Cero ha tratado de hacer al alcalde de Santa Marta, a la secretaria de Cultura y a la Fundación la Perla, pero hasta el momento ninguna ha respondido.