Luz Divina llora porque aún no sabe nada de su hija.
Luz Divina llora porque aún no sabe nada de su hija.
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Jairo Cassiani.

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“Prendimos velitas para que con la luz halle el camino a casa”: Madre de estudiante del Sena desaparecida

Se cumplieron 16 días de su desaparición.

La Noche de Velitas fue la más triste para Luz Divina Cabarcas y Harold Antonio Romero. Ya han pasado 16 días desde que Gabriela Andrea Romero Cabarcas, su hija, desapareció y no se sabe nada de ella. La joven estudiante del Sena de 18 años desapareció el pasado 24 de noviembre después de salir de su casa, en el barrio Vista Hermosa del municipio de Soledad.

Con lágrimas, Luz Divina guarda la esperanza de que su hija aparezca sana y salva.

“Yo sé que mi hija está retenida, pero guardó la fe de que ella va a aparecer. La verdad fue una Noche de Velitas muy triste porque el 8 de diciembre cumplía años su abuela fallecida y habíamos quedado en prender unas velitas para ella. No íbamos a prender las velitas, pero los vecinos nos motivaron a prenderlas para que con la luz de las velitas ella halle el camino de regreso a casa”, comentó Luz.

Tanto Luz como Harold todas las noches se asoman en la terraza mirando a la esquina con la esperanza de que Gabriela llegue caminando a la casa. Se acuestan tarde esperando que ese momento se haga realidad. Sin embargo, la noche se adentra hacia la madrugada, deciden acostarse, pero el sueño no lo concilian totalmente. Ven pasar las horas y los días sin noticias de su ‘pelaita’, como la trata cariñosamente Luz Divina.

“Yo lo único que quiero es que me la devuelvan, que aparezca sana y salva. Yo en esta vida no le pido nada a Dios, sino que aparezca Gabriela. Yo sé que ella dónde está no está porque quiere. Ella no le gusta pasar un diciembre sin nosotros”, contó la progenitora de la joven.

Luz Divina y Harold Antonio no pierden la fe de que su hija aparezca sana y salva.

La búsqueda ha sido insistente. Han ido a todos lados e incluso en la terraza de su casa tienen varios carteles con fotos de Gabriela para que las personas que pasen por allí sepan que está desaparecida y llamen si la han visto en algún lado.

“Los investigadores de la Fiscalía han estado al tanto de la situación. Esperemos que ella aparezca pronto”, dijo la madre de la joven.

Desde  el mes de agosto Gabriela le había manifestado a su mamá que ella quería trabajar para tener dinero para sus cosas. Quería ayudar en algo ante la difícil situación económica en su casa.

“Andaba preocupada. Yo le decía: mi flaca, tranquila, que las cosas se van a arreglar y van a llegar muchas bendiciones. Pero andaba insistente en conseguir un trabajo”, precisó Luz Divina.

Gabriela Andrea Romero Cabarcas.

Gabriela tiene talento para pintar. Por eso sus amigas la contactaban para que les hiciera carteleras a sus novios o a los niños de la cuadra que tenían que llevar maquetas o dibujos al colegio.

“Así se ganaba unos pesitos, pero como ya los pelaos salían de clases en diciembre ella estaba preocupada. Yo le decía que los novios no se acababan y que iban a llegar a pedirle carteleras. Incluso el sábado después de que ella desapareció llegaron a buscar una cartelera que ella dejó por la mitad”, comentó la mujer.

Su desaparición

Gabriela reside con su papá Harold, su hermano y una tía de su padre en Vista Hermosa. Su mamá desde hace año y medio vive en el barrio Alfonso López de Barranquilla. El 24 de noviembre, a las 5 de la mañana, su progenitor se levantó temprano para ir al trabajo y la vio a ella acostada.

“Yo me estaba alistando y le dije: Gaby, ¿no vas a clases hoy?. Ella me respondió que entraba más tarde. Yo me alisté  y cuando llegó la ruta por mí me fui. En la tarde cuando volví ella no había vuelto. Llamé a la mamá y le pregunté si ella estaba en su casa y me dijo que no. Cuando llegó la noche nos preocupamos más”, relató Harold.

La última persona que la vio fue la tía de su papá.

“Ella me dice que como a las 8 la vio que se estaba cambiando y cuando se asomó a la terraza la vio que ya había salido con el uniforme del Sena. No dijo para dónde iba”, dijo el progenitor.

Aún no hay certeza de qué fue lo que le pasó a Gabriela, pero la Fiscalía lleva una línea investigativa.

“Habían unas conversaciones por Facebook de un hombre que no lo conocía a ella personalmente. En reiteradas ocasiones la invitaba a salir para conocerse e incluso le mandaba fotos de discotecas donde él estaba para que se animara, pero ella lo evadía. Mi hija no es de ese ambiente. Hasta el punto que bajo engaños le dijo que le había conseguido un trabajo donde iba a ganar cerca de 800 mil pesos para cuidar a los hijos de unos abogados en una finca de Malambo e incluso cuadraron para verse en el Éxito Metropolitano. Las autoridades lo interrogaron y él reconoce que se encontró con ella en el Éxito, pero según él después ella atravesó La Circunvalar y no supo nada más de Gabriela”, contó el papá de la joven.

La familia pegó en la terraza de su vivienda varios carteles donde piden que Gabriela aparezca sana y salva.

El celular permanece apagado desde ese 24 de noviembre.

“El novio le escribió como a las 9:20 a.m. y yo como a las 11:30 a.m. Pero ninguno de los dos mensajes les llegaron. Yo deduzco que el celular está apagado poco después que ella salió de aquí de la casa como a las 8”, comentó Luz Divina.

La familia vuelve a recordar que si alguien la ha visto se pueda comunicar a los celulares 318-3471752, 300-4800742 y el 301-5249980.

Luz y Harold continuarán esperando cada noche en su casa con la esperanza de que Gabriela llegue para darle un gran abrazo, demostrarle ese amor de padres como nunca lo ha sentido. Guardan la fe de que ella puede estar en el seno de su hogar mucho antes que llegue la Navidad y el Fin de Año.