Jorge Eliécer Vélez Amador en la audiencia en la que se le condenó a 39 años de cárcel.
Jorge Eliécer Vélez Amador en la audiencia en la que se le condenó a 39 años de cárcel.
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“La veía como a mi mamá”: Lloró en audiencia en la que se le condenó por asesinar y descuartizar a su tía

Abogado de la víctima, quien también era hijo de la señora asesinada, denunció que Jorge Vélez lo intimidó.

En desarrollo de la audiencia en la que fue condenado a 39 años y tres meses de prisión, Jorge Enrique Vélez Amador, responsable del asesinato de su tía Aracelis Amador, lloró al hablar de los episodios que rodearon el homicidio y circunstancias de su vida.

Antes de que se conociera la sentencia, el abogado Carlos García Amador, quien además era uno de los tres hijos de la señora Aracelis, denunció haber sido amenazado por su primo a través de un mensaje de voz.

“Me está haciendo un constreñimiento extorsivo. Que si yo sigo interviniendo y si le sale una pena grandecita, él me señala determinador de terrorismo y de constreñimiento”, afirmó.

Una vez más, Jorge Eliécer Vélez Amador se declaró “arrepentido” de los hechos y sostuvo que aún no sabe por qué lo hizo.

“Mi mamá me regaló pequeño. A mí no me daba regalos Niño Dios. A mi hermano, sí. A mí no. Yo tuve un resentimiento hacia ella por eso. (Llora) Yo veía a mi tía como a mi mamá. (Llora). Tres días antes tuvo un problema conmigo”, dijo al intervenir en la vista pública.

En el momento en que la juez 9 penal del circuito de Barranquilla comenzó a recordar los hechos y proferir la condena, Jorge Vélez agachó la cabeza. Así estuvo más de 25 minutos y así escuchó la voz de la juez leyendo la sentencia en una audiencia virtual. El condenado estaba desde la Penitenciaría El Bosque y los demás intervinientes en una sala del Centro de Servicios.

Aracelis Amador, de 70 años de edad, fue asesinada con arma contundente por su sobrino en el apartamento 304 del edificio Lisboa, ubicado en la carrera 56 entre calles 91 y 94,  en el barrio Riomar, en el norte de Barranquilla, el pasado 7 de junio. Luego la descuartizó, metió las partes en una bolsa y le pidió a la dueña de una tienda que se lo guardara en el refrigerador, que luego pasaba por ella. Así de frío es este asesino.