Tomás Maldonado Cera.
Tomás Maldonado Cera.
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Zona Cero

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Estos son los otros homicidios que rodean al presunto asesino de Brenda Pájaro Bruno

Similitud de los hechos y lugares donde fueron cometidos los asesinatos.

El homicidio de Brenda Pájaro Bruno puso en alerta a los investigadores, quienes ahora tienen una verdadera malla que involucraría a su presunto autor, Tomás Maldonado Cera, en otros casos similares.

Uno de ellos ocurrió el 24 de febrero de 2004 en una zona enmontada Punta Roca, jurisdicción del corregimiento de Salgar, en el municipio de Puerto Colombia.

En esa fecha fue encontrado el cuerpo de Yilibeth Yirina Manjarrés Almarales, una joven de 24 años. Se dedicaba al comercio informal, vendiendo mercancías varias y relojes. Era soltera y residía en la calle 64B No. 9L-15, barrio El Bosque.

Dentro de la investigación, una amiga y confidente manifestó que el 25 de enero de ese año Yillibeth la llamó para pedirle dinero prestado.

“Yo le dije que para que era. Me dijo que iba a salir con Tomás para la playa y que solo tenía mil pesos, que no quería ir sin plata”, relató a las autoridades.

Después, cuando el lunes supo la noticia que la habían asesinado, el padrastro de la víctima, Álvaro Hoyos, le dijo que había salido de la casa el domingo como a las 3 de la tarde. Que la había dejado por el Colegio Mariano (carrera 14 con calle 60).

Indagando sobre la persona con la cual ella salió lograron establecer que tiene una hermana de nombre Luz Elena y que Tomás había trabajado en una empresa de seguridad en Jeans Swear.

Dos días antes, la víctima también le pidió prestado el celular a una prima suya para llamar a Tomás y quien contestó fue su papá quien quedó en entregar la razón, ante lo cual ella se fue a trabajar a una chaza de gorras en el Centro de Barranquilla.

Una prima de ella también relató que la prima le requirió: “Vas a tener que traerlo para conocerlo y te digo si te conviene”.

En respuesta la joven manifestó que Tomás le había dicho para casarse en el mes de diciembre. Sin embargo, ella le recordó que el mes de diciembre ya había pasado, a lo que respondió: “¿Acaso no van a venir más diciembre?”.

Otro primo de Yilibeth manifestó que ella siempre hablaba con un “Tomás” y “él siempre le decía que si quería ir a la playa de noche y eso a ella le encantaba”, de acuerdo como le señalaba su propia mamá.

Los testimonios e investigaciones desarrolladas por la Fiscalía, permitieron identificar a Tomás Manuel Maldonado Cera, residente en la calle 38 No. 1H-54, barrio El Milagro.

Tras ser abordado por las autoridades, Tomás Maldonado Cera, dijo que el día de los hechos salió de su casa a las 4 de la tarde para atender “un baño podrido” en casa de su padre ubicada en la carrera 20B No. 24-08 (barrio Las Nieves), porque, además, una paredilla le cayó encima a su tío Amado Maldonado.

Pero ese no es el único caso.

El 21 de septiembre de 2003 fue practicada una diligencia de levantamiento de cadáver en Punta Roca, a unos cuantos metros donde se produjo el hallazgo de Yilibeth Manjarrés Almarales.

En esta ocasión la víctima fue identificada como Aida Rocío Antolinez Lizarazo, de 34 años, quien se encontraba desaparecida desde el 8 de agosto de 2003.

Con anterioridad, el 26 de julio de 2002, también apareció el cadáver de Roberto Antonio Bolaño Ortega, un cosmetólogo de 28 años de edad, cuyo cuerpo registraba heridas con arma cortopunzantes y estrellas de cinco puntos.

El 5 de septiembre de 2002 también se produjo el homicidio de Rolando Rufán Romero Romero, de 31 años, encontrado en la Circunvalar entre carreras 38 y 46. Se trataba de un vendedor de un almacén de motos en el barrio La paz, desaparecido desde el 2 de septiembre del mismo año y vinculado a una “relación de amistad” con Tomás Maldonado Cera.

El 13 de septiembre de 2002 también se produjo la desaparición de Yeison Ariza Banquez, un estudiante adolescente de 15 años, en la calle 38 No. 1H-70, barrio El Milagro. Fue muerto el 18 de septiembre del mismo año en el sector de la 51B, kilómetro 7 de la vía a Salgar.

En todos estos hechos aparece involucrado Tomás Maldonado Cera, por lo cual las autoridades han señalado que el presunto homicida de Brenda Pájaro Bruno se trata de un verdadero asesino en serie.

En efecto, las investigaciones han establecido una relación de varios homicidios ocurridos en el Área Metropolitana de Barranquilla que guardan no solo similitud en sus características generales y particulares en lo que, a manera de causa de muerte y señales encontradas en los cuerpos, sino también coincidencias en lo referente a rutas y vías de acceso a los sitios de los hallazgos, así como relaciones geográficas, de perfiles en las personalidades, tendencias sexuales y de relaciones interpersonales entre las hoy víctimas.

En concreto, con respecto al área o rutas de los sitios de los hallazgos, estos se han circunscritos a la salida norte de barranquilla, avenida circunvalar, prolongación de la 51B, más específicamente la zona de Lagos de Caujaral y el sitio de Punta Roca y sus playas aledañas, sectores distantes no más de 10 kilómetros de Barranquilla, lugares relativamente poco transitados, de accesos restringidos para el común de las personas y rodeados de vegetación típica de la zona costera.

Todo ello lleva a los investigadores a las siguientes conclusiones en las estrechas relaciones entre los crímenes entre sí:

- Relaciones entre Yilibeth Manjarrés Almares y Tomás Maldonado Cera. Y Aida Rocío Antolinez Lizarazo y Tomás Maldonado Cera.

- Coincidencias geográficas en los lugares de la muerte.

- Conducta sexual seductora por parte de ambas víctimas e iniciativas para proponer relaciones con respecto a las otras víctimas.

- Conducta homosexual definida.

- Relación de vecindad con los sospechosos.

- Levantamiento de los cuerpos en rutas y vías coincidentes.

- Relación directa de amistad de algunas víctimas con Tomás Maldonado Cera (Rolando Romero Romero “Pipe” y Jeison Ariza Banquez).

Es de anotar que el principal investigado, Tomás Maldonado Cera, fue condenado por el Juzgado Tercero Penal del Circuito, a la pena principal de 12 años, dos meses y 20 días de prisión, pero el Tribunal Superior revocó la sentencia de todo lo actuado.

¡Así es la justicia en Colombia!