Vivienda en Sabanagrande donde se produjo el fatal accidente.
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Cortesía Francisco Mendoza

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“Sentí que algo hizo 'poff' y vi la llamarada hasta arriba”

El relato de un vecino que vivió el trágico accidente con fuego que deja un menor fallecido, otro en estado crítico y un adulto con quemaduras.

Las manos de Walter Cahuana son la prueba de la noche trágica en que se transformó la celebración de un cumpleaños, en Sabanagrande (Atlántico). El hombre tiene vejigas producidas por su intento desesperado de apagar las llamas que cubrían el cuerpo de Leonel De la Hoz Charris.

Cahuana es vecino de la casa, en la carrera 11 con calle 5 del barrio Punta Brava, donde a las 7:30 de la noche del pasado martes dos menores de edad y un hombre resultaron quemados, cuando el adulto intentó avivar los carbones de un asador con gasolina.

El hombre contó que estaba sentado en la puerta de su vivienda viendo el noticiero cuando sucedió el accidente. “Siento que algo hizo poff y vi la llamarada hasta arriba, y más atrás los gritos de los niños”, relató.

Cahuana señaló que inmediatamente salió corriendo a la casa vecina y se da cuenta que el patio estaba prendido. “Los dos niños vienen hacia la reja de entrada y los llamo. Trato de abrir la puerta, y a donde podía abrirla. Hasta que logré abrir y saqué uno de los niños. Estaban prendidos”, narró con angustia lo que vivió.

Manifestó que tomó al niño que estaba más cerca, lo sacó y lo tiró al pavimento, “donde había una miguita de tierra”. “Con las manos apagándolo, pero fue difícil porque esa candela no se apagaba. La apagaba por un lado y por el otro se prendía”, afirmó

Así quedó el asador que explotó con la gasolina.

El hombre levantó sus manos y mostró las secuelas que le quedaron: las vejigas que le produjeron las llamas. “A lo que yo metía las manos me quemaba, tenía que retirar las manos y volvía y las metía, hasta que llegaron otros a ayudarme a echarle arena”, finaliza Cahuana.

Los menores fueron llevados al Hospital del municipio en un motocarro. De ahí fueron trasladados al Hospital de la Universidad del Norte y luego remitidos a la Clínica de la Costa.

Los menores fueron identificados como Leonel De la Hoz Charris, de 5 años, y Carlis José Gutiérrez De la Hoz, de 8 años. Ambos presentaron quemaduras en cerca del 90% de su cuerpo. El adulto responde al nombre de Fernando José Gutiérrez González, padre de Carlis.

A las 7 de la mañana de este miércoles falleció Leonel, producto de la gravedad de las quemaduras que sufrió, mientras que Carlis se encuentra en estado crítico.