El gran cometido esencial del Estado es garantizarle seguridad a los habitantes de su territorio.
Foto
OAS

Share:

Seguridad ciudadana: Una modalidad específica de la seguridad humana

“Aquellos que renunciarían a una libertad esencial para comprar un poco de seguridad momentánea, no merecen ni libertad ni seguridad”. Benjamín Franklin

La Seguridad Ciudadana ha desbrozado el camino para una aproximación al ciudadano, que le debe permitir contar con un corpus policial que le garantice el ejercicio pleno al  derecho a que su vida, su honra y sus bienes sean respetados y protegidos, en el marco de la garantía suprema y vital del respeto a sus Derechos Humanos. 

De tal entidad y urgencia es el tema de la  Seguridad Ciudadana, que en la XLI Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA, El Salvador 2011, se ocupa del mismo: Seguridad Ciudadana en las Américas, realizada en San Salvador del 5 al 7 de junio de 2011. Al respecto el Canciller del país anfitrión, Hugo Martínez,  dijo: “Hemos propuesto que el tema central de esta Asamblea General sea la Seguridad Ciudadana en las Américas como una forma de llamar la atención y llamar al compromiso de los diferentes estados del hemisferio para que unamos esfuerzos para combatir el crimen organizado y para garantizar una mejor seguridad de nuestras comunidades a lo largo y ancho del continente”.[1]

En la Declaración de San Salvador sobre Seguridad Ciudadana en las Américas. Aprobada en la cuarta sesión plenaria celebrada el 7 de junio de 2011, se dispuso:

“...fortalecer las instituciones en la región,
el respeto al estado de derecho,
respeto a los derechos humanos
y cooperación mutua para fortalecer
la  seguridad ciudadana en combate frontal
al narcotráfico y al crimen organizado”.[2]

De igual modo en el punto dos se reclamó “La obligación de los Estados de desarrollar e implementar  políticas públicas en materia de seguridad pública en el marco de un orden democrático,  del imperio del Estado de derecho y del respeto a los derechos humanos, orientadas a proveer seguridad y fortalecer la convivencia pacífica de sus comunidades”.[3]  Así como que el “…individuo es el centro de la seguridad ciudadana entendida en el ámbito de la seguridad pública y, por ende, debe ser parte integral en la definición e implementación de alternativas para construir comunidades y sociedades más seguras, sostenibles y coherentes con sus aspiraciones democráticas y de desarrollo socio-económico y cultural”.[4]

Esperamos que esta no sea una declaración más, como tantas otras, pues al decir de Carmen Irene Alas: “Muchos pensaran en este minuto que hay una gran brecha entre la realidad de los foros internacionales que acumulan declaraciones y la realidad de la calle, donde el ciudadano común convive con la violencia y pone en riesgo su vida”.[5]

Que duda cabe, pero el gran cometido esencial del Estado es garantizarle seguridad a los habitantes de su territorio.  En la teoría del surgimiento del Estado se comprende, con claridad meridiana, que las personas forman bandas, hordas, gens, clanes, tribus, etc., todo en busca de protección, aunque desde luego hay factores de familia, pero el sentido de asociarse está ligado a la necesidad de protegerse. Me integro a un colectivo que me garantice seguridad y protección.

Ahora bien, intentar una definición tiene sus dificultades, pero con lo expuesto en precedencia nos acercamos a ese propósito y esperamos, al menos aproximarnos. En el Informe Derechos Humanos de América Central, IDAC, por sus siglas en español,  sobre Seguridad Ciudadana, cuyo titulo “Abrir Espacios para la Seguridad Ciudadana y el Desarrollo Humano”,[6] allí  se lee: “La “seguridad ciudadana” se entiende aquí como la protección de todas las personas contra el riesgo de sufrir un delito violento o de despojo.[7] Nos parece una síntesis lúcida.[8] ] que recoge en esencia lo que desea y requiere el “ciudadano de a pie”,[9] éste no busca grandes cuerpos de escoltas, ni mucho menos, sólo requiere protección para no sufrir “…riesgo…” de sufrir daño. Significa lo anterior, a la luz de la definición en comento,  que está sobreentendido que la Seguridad Ciudadana,  debe apuntar a actuar ex - ante y no ex - post, en esencia de ello se trata, que la autoridad actúe a fin de evitar el daño y no frente al daño ocurrido. Naturalmente, ello no siempre es posible, pero ese es un propósito loable contenido en la definición.  Aspirar a que la acción de la  autoridad , esté orientada a ser más proactiva que correctiva.  Pero si el daño inexorablemente se produce, entonces, la acción de la policía judicial debe contener el grado de eficiencia suficiente, para que esa víctima, sea resarcida por el sistema de control social punitivo del Estado y no le ocurra, lo que señala, ese celebrado teórico de la postmodernidad,  Jean Francoise Lyotar: Si una víctima acude a la justicia y ésta no actúa, es doblemente victimizada”.[10]  No es posible que se piense que al hablar de Seguridad Ciudadana se habla de una fórmula abstracta y vacía, NO.  “No se habla de cualquier seguridad, es seguridad para el desarrollo humano”.[11] Por tal razón, la Seguridad Ciudadana debe convertirse en una política de Estado que permita, por supuesto, mantener una permanencia en el tiempo y no esté sujeta a los cambios de gobierno que en las democracias serías pueden darse.  Cuando se piensa en el desarrollo que el Ser humano debe tener el supone un conjunto variado de opciones que le posibilitan un crecimiento familiar, social, académico, intelectual, productivo, como realización plena que le permita alcanzar la felicidad,[12] como fue proclamado en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776, luego repetida en la Revolución  Francesa de 1789 e, incluso, en el Acta de Independencia del 20 de julio de 1810 de lo que hoy es la  Republica de Colombia.

Lo que se demanda es, en esencia, que los valores determinantes de la dignidad de la persona humana sean inalterablemente respetados, como rezan en las declaraciones de las revoluciones mencionadas. De allí que “La  definición de seguridad humana que incluye como un componente la seguridad personal  permite  a su vez  aproximarse a una noción más específica la seguridad ciudadana”.[13] Por tanto, la arquitectura de los sagrados valores de la seguridad del Ser Humano, implica esa seguridad personal que se ve expuesta con notable claridad cuando:     

              “Se expresa en un niño que no muere,
una enfermedad que no se difunde,
un empleo que no se elimina,
una tensión étnica que no explota en violencia,
un disidente que no es silenciado. La seguridad
humana no es una preocupación por las armas:
es una preocupación por la vida y la dignidad
de las personas".[14]

No puede verse, en consecuencia, la Seguridad Ciudadana como un simple tema de orden policial, en el sentido de más policías en la calle, no, es mucho más que eso, ya que “…es una modalidad específica de la Seguridad Humana,  que puede ser definida inicialmente como la protección universal contra el delito violento o predatorio.  La seguridad ciudadana es la protección de ciertas opciones u oportunidades de todas las personas (su vida, su integridad, patrimonio) contra un tipo específico de riesgo (el delito) que altera en forma “súbita y dolorosa la vida cotidiana de las víctimas”...”[15] En este contexto se debe comprender que la Seguridad Ciudadana,  per se, debe contar con una Función Policial que basada y sustentada y apoyada en ella, tiene que ser congruente con los Derechos Humanos.  Solo así tendremos un avance y un salto cualitativo, y no con la torcida constante de saltos cuantitativos, sin cualificación en Derechos Humanos, que reproducen los viejos esquemas de la agresión sobre la agresión.  Irma Arriagada de la Conferencia Económica para América latina, CEPAL, a finales de la década de los 90 expresó: “La materialización del concepto de Seguridad Ciudadana tiene como principal significado el no tener una agresión violenta, saber respetar la integridad física y sobretodo poder disfrutar de la privacidad del hogar sin miedo a ser asaltado y poder circular tranquilamente por las calles sin temer un robo o una agresión”.[16] Si no se puede disfrutar de la tranquilidad del hogar, porque nos asiste el temor a un asalto o un robo violento, debemos estar entonces en pequeñas jaulas de hierro, en que se han convertido las viviendas de la mayoría de la población, para garantizarse esa seguridad perdida. De allí que Marx, denominara toda esa arquitectura de defensa, todo ese arsenal de candados, llaves, rejas, cajillas de seguridad, al mirarlos desde la perspectiva de una actividad económica como,  “…la productividad del crimen…”.

Por MARIO WILLIAMS GARCÍA
D.E.A. En Derecho de Medio Ambiente
Universidad de Alicante - España

Este articulo es un resumen de una tesis presentada al Instituto Interamericano de Derechos Humanos,  IIDH, para el certificado en Derechos Humanos.

Citas

[1] www.oas.org
[2] Supra No. 29.
[3] Supra No. 29.
[4] Supra No. 29.
[5] Revista Estrategias y negocios,  año III, No. 27 de 2011. Pág. 9. Grupo editorial E&N.  Carta editorial. Administrando incertidumbre de Carmen Irene Alas.
[6] ONU, Abrir espacios para la seguridad ciudadana y el desarrollo humano Informe derechos humanos de América Central. 2009-2010. Editora General Marcela Giraldo, Bogotá, 2009.
[7] Supra No. 34.
[8] Me atrevo a pensar que puede ocurrirle lo mismo de la definición de Desarrollo Sostenible  en el documento Nuestro Futuro Común, que se volvió la definición emblemática sobre el tema.
[9] Expresión coloquial muy popular en la mayoría de nuestros países, especialmente en Colombia.
[10] 7Conferencia en la universidad de la Sorbona, París VIII. 1998.
[11] Supra No. 34
[12] Se atribuye a Aristóteles haber sido la primera persona en el mundo que habló de felicidad, la que veía en el acto de amamantar al bebe por su madre con su seno y la que significa Leticia. Luego es tomada por constitucionalistas ingleses y por el propio redactor de la Declaración de Independencia de USA, el cual leía a los griegos en su idioma.
[13] Supra No. 34.
[14] Se atribuye a Aristóteles haber sido la primera persona en el mundo que habló de felicidad, la que veía en el acto de amamantar al bebe por su madre con su seno y la que significa Leticia. Luego es tomada por constitucionalistas ingleses y por el propio redactor de la Declaración de Independencia de USA, el cual leía a los griegos en su idioma.
[15] Supra No. 34.
[16] Citada en el documento Estrategias de la Policía Nacional de Colombia para la Consolidación de la Seguridad Ciudadana  de 2010,

 

.

 

Más sobre este tema:
Etiquetas