Muchas personas que se habían quedado afuera con su boleta, rompieron las mallas para ingresar a la fuerza.
Muchas personas que se habían quedado afuera con su boleta, rompieron las mallas para ingresar a la fuerza.
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¿Quién responde por la devolución de la plata de las boletas, luego del desastre de la Berbetronik?

Centenares de personas se quedaron por fuera, con la boleta en la mano.

El grito era generalizado entre las personas que se encontraban agrupadas en una fila eterna en la entrada del Hotel del Prado la noche de este domingo, una vez que los organizadores de la Berbetronik les cerraron la puerta y no los dejaron entrar. La pregunta que surge: ¿Quién les responde por la plata, por la boleta que compraron?

Lamentablemente parece que el Carnaval de Barranquilla, ese que es patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad, siempre tuviera algún evento que se empeñara en dañar su imagen, abrigado bajo las enaguas de la fiesta popular. Y esta vez fue una nueva edición de la llamada Berbetronik.

Un evento de música urbana, electrónica, alternativa y afrocaribe, que vaya saber Dios por qué, terminó siendo un verdadero desastre y que estuvo a muy poco de convertirse en una tragedia para los cientos de asistentes que acudieron al sitio porque pensaron ingenuamente que iba a pasar una buena noche.

La gente para divertirse no le importa pagar una considerable suma de dinero. En el caso de la Berbetronik, fue la adquisición de una boleta que se vendió en dos etapas, en la primera por $85 mil pesos y en la segunda por $115 mil pesos. Las últimas todavía a la venta en un almacén musical, a solo 2 días del evento, este domingo de Carnaval.

En cartel de cantantes y agrupaciones anunciadas era para todos los gustos. Para muchos, era un buen punto para la rumba, pero lo que no esperaban es que todo se deviniera en un estruendoso fracaso sobre la medianoche del domingo y ya llegando a la madrugada del lunes de Carnaval.

Muchos compraron de a dos y tres boletas, seguros que pasarían una jornada de divertimiento y no una de terror como la que vivieron.

Desde temprano la gente, boleta en mano, comenzó a ingresar al escenario, el cual era el sector de los jardines del Hotel del Prado. Sin embargo, según denuncias a Zona Cero, la logística nunca estuvo bien preparada. El ingreso era pequeño, incómodo y en las filas no había ninguna clase de control.

También se denunció una muy escasa presencia de autoridad policial, lo cual devino en que varios atracadores, ladrones y otros amigos de lo ajeno se hicieran presentes en los alrededores de la fila para ver qué celular podían sustraer. Los robos estaban a la orden de la noche.

Así mismo, pronto se comenzó a notar que en la fila había más gente de la que podía acceder al escenario. Era evidente un sobrecupo y muchos de los usuarios a esa hora de la noche comenzaron a temer por lo que luego se volvió una lamentable realidad.

Al poco, la combinación de una mala logística y el desespero de la gente por ingresar huyendo de los atracadores y con el miedo de ver una inversión perdida, desató desórdenes que acabaron en desmanes en contra de la infraestructura del mismo hotel: mallas arrancadas y sectores al interior del hotel también dañados.

Ya con más gente en el sitio de los que podían tener, las autoridades dieron la orden terminante a la organización de que suspendieran el evento, lo cual solo disparó más los ánimos y el reclamo permanente que quedó en el aire: ¿Quién nos responde por la boleta? El Secretario de Gobierno Clemente Fajardo y el Comandandante de la Policía General Mariano Botero se pusieron al frente de la situación y permitieron que el espectáculo reanudara, pero solo con el aforo permitido. Pero muchas personas se quedaron afuera, con las boletas compradas.

Ahora, los asistentes, muchísimos de ellos que se quedaron con los crespos hechos y con la boleta en la mano en medio de una batalla campal que se tuvo que disolver por los efectivos de antimotines con gases lacrimógenos, preguntan insistentemente si la organización del evento se hará responsable por los daños y perjuicios ocasionados o si por lo menos tendrán la capacidad de responder por la boleta comprada, no utilizada, en medio de una noche que terminó siendo para el olvido.

Paradójicamente, en ese mismo sitio el sábado de Carnaval se realizó el Baile del Hotel El Prado, con artistas como el Gran Combo, Checo Acosta, Poncho Zuleta, Milly Quezada, Wilfrido Vargas y la Billos Caracas Boy, y todo transcurrió en completa normalidad, destacándose la organización, logística y responsabilidad del empresario Enrique Chapman, organizador de este baile desde hace más de 30 años.

 

 

 

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