De los primeros siete capturados, cinco fueron cobijados con detención domiciliaria.
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Mery Granados

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“Nos dejaron en la calle y a los de Global los mandan de vacaciones”

Decepción entre afectados por detenciones domiciliarias a directivos de las tres sociedades aliadas. También advierten 'juego sucio' contra los denunciantes.

Un ambiente de decepción es el que rodea a los afectados de Global Brokers Asociados S.A., y sociedades aliadas, por las decisiones judiciales que se han adoptado en contra de los directivos que han sido capturados o se han entregado para responder por los delitos cometidos dentro de la multimillonaria estafa.

“Ahora aunque me corre un fresquito me siento algo impotente y decepcionada de la justicia Colombiana pues no es posible que después de que tantas familias quedaron en la calle, con una mano adelante y otra atrás, a la mayoría de ellos el juez les haya otorgado unas felices vacaciones en sus casas. ¡Cójame ese trompo en la uña! Eso nada mas se ve en Colombia”, comentó Claudia Patricia Rodríguez Cabrera, una de las centenares de estafadas y quien reside en New Jersey (Estados Unidos).

Precisamente, los planes de Claudia Patricia estaban puestos en querer regresar a su tierra natal algún día. Pero esos planes, al igual que el sueño de comprar casa en Colombia, “también se fueron al piso porque mi familia y yo nos quedaremos radicados en la USA, porque aquí si hay garantías y justicia”.

En su caso, pagó $48 millones para una vivienda localizada en la 75C No. 22D-32, barrio Los Robles de Soledad.

El pago del 50% lo hizo efectivo mediante una transferencia desde los Estados Unidos a una cuenta de Bancolombia del Grupo Constructores Aliados S.A.S. Recuerda que fue Kimberly Hutchinson Vargas quien hizo el proceso de monetización para el respectivo cambio de moneda, “y nunca la señora Gerente de Constructores Aliados, Gina Martínez Maestre, me quiso dar la copia de la misma, por mas que la exigí”.

El pago del restante 50% lo hizo en efectivo “ya que yo negociaba en Barranquilla algunas mercancías para ayudarme y tenía el dinero en efectivo, que fue contado en las oficinas de Global Brokers por Ruddy Rodríguez Arias, y mi mamá, en representación mía, recibió un recibo firmado por Gina Martínez Maestre”.

El martes de esta semana se entregaron otros 4 altos directivos de Global Brokers y sociedades aliadas.

Sin embargo, al igual que los otros afectados, con Claudia Patricia comenzó la sospechosa dilación por parte del Grupo Constructores Aliados S.A.S., que junto con Global Brokers Asociados S.A. y Grupo Empresarial Aliados S.A.S., constituían sociedades afines.

“Yo lo sospeché porque después que di la plata y firmé el contrato todavía aparecía el aviso en Internet”, advirtió.

Lo que siguió entonces fue un verdadero drama.

“Esto ha sido un calvario de dos años, he vivido días de mucho dolor, en los que he llorado por la pérdida de tanto dinero el cual me  tomó años de arduo trabajo en los Estados Unidos. Soy una inmigrante común que me gano la vida haciendo limpieza en un hospital, oficio que hago a mucha honra y no me avergüenza para nada. Fueron 48 millones de pesos con los que esperaba dejarles un patrimonio a mis hijos pero todo se fue al piso gracias a la desfachatez e indolencia de gente como Elizabeth Velásquez Orsinis, Ruddy Rodríguez, Manuel Banquez, Gina Martínez Maestre, Kimberly Hutchinson y Pedro Ortega Ramos, quienes me mintieron desde el primer día que llegue a las oficinas de Grupo Constructores Aliados S.A.S.”, sostiene indignada.

En su concepto, “nunca hubo principio de buena fe por parte de ellos e incluso el señor Pedro Ortega Ramos llegó a decirme vía telefónica que la cesión de derecho ya se había efectuado pero ya mi plazo para cumplir los términos del contrato estaban a punto de vencer y no iban a poder desalojar a las personas que vivían en la casa. Eso me lo dijo vía Skype, yo lloraba cada vez que lo llamaba porque ya había empezado a ver noticias de personas que denunciaban la trama que Global manejaba, pero estos miembros del imperio de Global no le temían a nada iban era pa' lante”.

El afiche difundido en diferentes puntos de la ciudad en contra de los denunciantes de Global Brokers Asociados.

Para Claudia Patricia Rodríguez Cabrera a las falsas promesas por parte de la empresa, se sumó una peligrosa situación, lo que considera un verdadero juego sucio en contra de quienes venían denunciando el grave hecho.

“Luego de los allanamientos, cuando todos los afectados pusimos las respectivas denuncias, la gente de Global se ensañó conmigo y mi familia además de la señora Soraya Navarro. Imprimieron unos afiches que fueron pegados en los postes de energía al norte de la ciudad de Barranquilla atropellando nuestra moral, nuestras vidas, no importándoles que mi hija era menor de edad, siendo mi hija una estudiante ejemplar que ha recibido innumerables menciones de honor por su desempeño académico y que además habla 3 idiomas. Vea, Kimberly Hutchinson jamás le dará por las patas a la calidad de persona que es mi hija, fue obvio que esta barbarie la cometieron ellos ya que nosotros a la señora Soraya Navarro no la conocíamos el único vínculo que había entre la señora Soraya Navarro y yo es que ambas fuimos víctimas del imperio Global, y vine a conocerla apenas el pasado mes de julio de este presente año mes en el que se realizaron las capturas y pude tener el placer de desahogarme en la propia cara de los capturados a las afueras de la URI”, denunció.

Lo expresado por Claudia Patricia fue corroborado por Soraya Navarro quien expresó que la colocación de los afiches les ha causado gran afectación sicológica y social “porque todavía los siguen rodando por toda Barranquilla y aun seguimos recibiendo llamadas y mensajes de ‘cliente’ solicitando servicios de prostitución”.

Soraya Navarro también dijo haber recibido amenazas de muerte por parte de Juan Pablo Hutchinson en contra de ella y de su familia y agregó que “Gina Martínez Maestre me gritaba ayer que yo se las iba a pagar, haciéndome con los dedos pistola, en plena audiencia, desafiante, enfrentando a los afectados de una manera grotesca”.

Por la magnitud de los hechos y la gran cantidad de familias afectadas, lo mínimo que esperan es que se haga justicia, que los responsables sean rigurosamente sometidos y que el dinero les sea devuelto.

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