El alcalde encargado de Santa Marta, Andrés Rugeles, no necesitó más que 10 minutos para llevar a cabo el primer consejo de seguridad en la noche del jueves, horas previas a las protestas anunciadas por distintas agremiaciones que tienen la intención de generar bloqueos en la ciudad.

Las conclusiones del consejo de seguridad fueron muy claras: por parte de la Administración Distrital no existe permiso alguno para la realización de movilizaciones y protestas en la ciudad de Santa Marta  ni la Policía Metropolitana las acompañará.

Teniendo en cuenta lo anterior, el alcalde Rugeles dio la directriz para desplegar a la fuerza pública (Ejército y Policía) en distintos puntos de la ciudad, con el fin de reaccionar ante cualquier intento de bloqueos en las calles de Santa Marta.

La primera medida clara frente a este tema fue el reversazo que se obligó a dar el secretario de Educación, quien en un primer momento había ordenado el cese de actividades escolares, supuestamente por prevención, lo que abonaba el terreno para que los docentes pudieran salir a marchar. Sin embargo, esta medida fue revocada y, por ende, se habilitaron las clases.

Si algunos gremios de los que ya se han manifestado deciden salir a las calles, es posible que se vayan a presentar enfrentamientos con las autoridades.