Sede de Barrios Unidos de Quibdó.
Sede de Barrios Unidos de Quibdó.
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José Granados

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Lluvia de críticas a Barrios Unidos por “deterioro en sus servicios”

Denuncian demoras en autorizaciones de medicamentos y citas con especialistas. Entidad atribuye dificultades al proceso para convertirse en EPS.

Por José Granados Fernández
@JoseGranadosG

Un amplio salón con filas de sillas verdes; ocho módulos de atención en el que solo atendían tres funcionarios; caras largas de usuarios que se quejaban en voz baja buscando solidaridad entre ellos; un vigilante que, con una misma pregunta y una misma respuesta, trataba de espantar a quienes llegaban.

-"¿A qué viene usted?", le indagó el guarda, con la puerta entreabierta, a una mujer.

- "A gestionar una cita médica", le respondió ella.

- "No hay sistema… ni para citas médicas ni para entrega de medicamentos", le contestó el vigilante.

Él intentaba que la mujer diera media vuelta y se marchara, pero ella no le prestó atención y entró a la sede principal de Barrios Unidos de Quibdó, al norte de Barranquilla, con el único objetivo que tiene desde 2017: perseverar para que le entreguen la orden de cirugía que necesita su hijo.

“A mi hijo lo operaron de una fistula perianal, pero tienen que llevarlo a cirugía otra vez y desde hace más de un año me mandan para una y otra clínica; me tienen el ‘baile de la hamaquita’ porque no me dan la orden”, se quejó Carmen Regino. Con angustia, la mujer explicaba que, de acuerdo con los médicos, si a su hijo no lo reintervienen “lo que tiene puede terminar en un cáncer”.

De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud Departamental, Barrios Unidos tiene en Barranquilla 35.589 afiliados y en el resto del Atlántico 113.993 usuarios más, en su gran mayoría gente muy pobre que es beneficiaria del régimen subsidiado de salud y no puede darse el lujo de gastarse la poca plata que tienen en pasajes de buses para ir a buscar autorizaciones médicas.

Ni con tutela

Al igual que doña Carmen, quien reside en el barrio Santamaría al sur de la ciudad, Emisora Atlántico y Zona Cero.com encontraron a más familiares de pacientes preocupados por lo que está pasando en Barrios Unidos. Se quejaban de la no entrega de órdenes para reclamar medicamentos y servicios médicos especializados; del incumplimiento de tutelas; de la no autorización de remisiones de pacientes hospitalizados o del cambio inconsulto de su sitio de atención, pese a que siguen viviendo en el mismo lugar de residencia.

“A mi mamá, Miguelina García de Fontalvo, le están violando, desde hace rato, sus derechos”, reclamaba la hija de la paciente. Contó que la familia tuvo que presentar una tutela porque le “negaban los pañales, los alimentos, su atención integral, cuando ella es una mujer que está en cama con varias patologías”.

Sentadas a pocos metros de la reclamante, otras dos mujeres, madre y madrina de un niño con discapacidad, exigían los derechos del paciente a ser atendido de manera oportuna y eficiente: “Hace 15 días perdimos una orden porque cuando nos la dieron ya estaba vencida. Si ellos sabían que estaba próxima a vencerse, por qué no la renovaron”.

Las dolientes del menor también lamentaban que, a pesar de haber sido protegido con una tutela, al niño le siguen incumpliendo. “Aun con tutela, violan los derechos de los pacientes”, enfatizaron.

Más respeto 

Tampoco entendían los usuarios que los irrespeten enviándolos a entidades con las que Barrios Unidos no tiene convenios. Es el caso de otra paciente a la que le dieron una orden para dermatología, pero al llegar a la cita le dijeron que no podían atenderla. “Si saben que no tiene convenio, para qué lo envían a uno allá. Uno pierde mucho tiempo y plata, y madruga. Ellos tienen que respetar el tiempo del usuario, así como uno respeta el tiempo de ellos”.

Las quejas no paraban ahí. Pese a que madrugan a buscar las autorizaciones, los afiliados aseguran que cada vez son más restringidas. De eso da testimonio Tatiana Pino, cuyo bebé de año y medio necesita ser atendido por un otorrinolaringólogo.

Admiten dificultades

Ante las críticas y denuncias, José Luis Barraza Consuegra, gerente nacional de salud de Barrios Unidos, anunció a Emisora Atlántico y Zona Cero.com que revisarán lo que está sucediendo y admitió que tienen dificultades, pero las atribuyó al “proceso de transición” en el que se encuentran para que la Superintendencia Nacional de Salud les autorice pasar de asociación mutual, que son en este momento, a una EPS de manera formal.

Aseguró Barraza que con no tienen problemas de caja ni de liquidez y que están cumpliendo con las obligaciones a sus proveedores.

Tras asegurar que Barrios Unidos desde su creación ha tenido que defenderse de un “mal ambiente que le han querido crear”, a nivel nacional y regional, el directivo sostuvo que no entiende por qué a los usuarios los devuelven de clínicas y de otras instituciones prestadoras del servicio de salud pese a los “convenios vigentes” y al “cumplimiento en los pagos”.

“Se nos han presentado problemas, de manera reiterada -lo digo con nombre propio- con la Clínica General. Cuando me pasan el listado de los pacientes devueltos, hablo con la dueña, doña Ligia, y me dice: ‘doctor, no sé qué pasa’. Le mostramos lo que ha pasado, pese a que tenemos el contrato vigente. Así pasa con la Bonadonna, con la de la Costa. Allá alguien le dice al usuario que no hay contrato. Es como si hubiera una desinformación tal y nos hacen ver como si tuviéramos a los usuarios en el limbo, cuando no es así”, declaró Barraza.

Esperan que cumplan 

El Gerente Nacional de Salud de Barrios Unidos les prometió a sus afiliados que pronto superarán los inconvenientes. “Queremos que tengan la tranquilidad de que la cobertura del servicio va a ser total, cien por ciento, y de la mejor calidad con los prestadores, con la red que tenemos. Estamos reprogramando nuestra red, porque la norma nos lo permite”, aseguró.

Sin embargo, el optimismo del funcionario contrastaba con los reclamos de quienes, arremolinados en el módulo de Atención al Usuario, esperaban soluciones inmediatas para ellos como pacientes o para sus familiares hospitalizados. Era el caso de la joven que, preocupada por su padre con diabetes, dijo que no se iría si a su papá no lo remitían a un cirujano vascular para que le salve la pierna izquierda.

“A mi papá lo internamos el sábado, en la clínica Porvenir de Soledad, y nos dijeron que tenía que pasar directamente a un cirujano vascular. El domingo hicimos la petición a Barrios Unidos, pero no daban respuesta. Llamé y nada. Por eso estoy acá y no me voy hasta tanto no le den la remisión porque él ya perdió un dedo y nos dijeron que si lo hubieran atendido seguramente no hubiera pasado eso. El problema ahora es que se puede ver comprometida toda su pierna”, lamentó.

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