Panorámica de la corraleja en Sabanalarga.
Panorámica de la corraleja en Sabanalarga.
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Geovanis Álvarez Castro

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Las corralejas: ¿Trampas mortales o manifestaciones culturales?

Unos se lucran, otros arriesgan sus vidas y las autoridades siguen siendo complacientes.

El tema de las corralejas se mantiene como una polémica bastante “brava”. Unos a favor, otros en contra.

Hay quienes consideran que este tipo de espectáculos tienen un gran arraigo en buena parte de la sociedad colombiana, considerando, incluso, que constituyen una verdadera manifestación.

Bajo este pretexto, las autoridades locales, empresarios y grupos de personas se han unido para organizar las corralejas como parte de las tradicionales fiestas patronales.

En otros casos simplemente utilizan fechas claves, especialmente puentes festivos, para el montaje de las mismas. Siempre con el argumento de que se trata de manifestaciones culturales, calificándolas además como “arte y espectáculos”.

Lo cierto es que detrás de las corralejas también está la parte económica puesto que, como eventos, representa millonarios dividendos.

El público saliendo de la corraleja de Sabanalarga, en La Cordialidad.

Por el otro lado, hay quienes cuestionan este tipo de actividades y en el Atlántico el caso más reciente es el de las corralejas que se celebran en el municipio de Sabanalarga.

En este caso las críticas “llovieron” contra el Alcalde municipal, José Elías Chams., no solo por parte de quienes se oponen a estos actos, sino, además, debido a la ubicación al pie de la carretera La Cordialidad, constituyéndose en un alto riesgo para la integridad de la gente.

Las advertencias se hicieron evidentes durante la primera jornada.

"El acceso a las corralejas en Sabanalarga es una trampa mortal”, manifestó el empresario David Cujiño Peláez al sentar su voz de protesta “con los organizadores y autoridades que escogieron para hacer las corralejas a la salida hacia Cartagena a escasos 20 metros de la vía la Cordialidad”.

En efecto, “para poder llegar a la misma se debe pasar por un puente que no cuenta con berma alguna, es decir, a los transeúntes les toca literalmente pasar por plena Cordialidad, de allí lo de trampa mortal. Dios no permita que pase nada malo”.

La cuestionada ubicación de la corraleja en Sabanalarga.

A lo que remató: “Esta fue una absurda idea, habiendo tanto terreno donde hacerlas. Las corralejas de Sabanalarga tienen impronta propia y hagan donde la hagan la gente asiste de manera copiosa a la misma. Por ello pienso que si la idea era mostrarlas no había la necesidad de ello”.

Para la segunda jornada las medidas fueron más intensas, pero el riesgo se mantuvo latente.

Sin embargo, la polémica no solo se ha suscitado a nivel de la sociedad colombiana, pues también ha existido una “batalla brava” en el marco legal.

Básicamente la discusión se concentra en el maltrato animal en la que se incurre con eventos como las corralejas.

Si bien a través del Estatuto Nacional de Protección de los Animales han sido creadas algunas contravenciones, la aplicación de la normatividad también ha generado discusiones jurídicas, incluyendo las decisiones adoptadas por la Corte Constitucional.

Personal de la Defensa Civil atendiendo a uno de los heridos en Sabanalarga.

Lo que la norma señala es que se presumen hechos dañinos y actos de crueldad para con los animales los siguientes: Herir o lesionar a un animal por golpe, quemadura, cortada o punzada o con arma de fuego; causar la muerte innecesaria o daño grave a un animal obrando por motivo abyecto o fútil; remover, destruir, mutilar o alterar cualquier miembro, órgano o apéndice de un animal vivo, sin que medie razón técnica, científica, zooprofiláctica, estética o se ejecute por piedad para con el mismo; causar la muerte inevitable o necesaria a un animal con procedimientos que originen sufrimiento o que prolonguen su agonía.

Además, es muerte inevitable o necesaria la de enfrentar animales para que se acometan y hacer de las peleas así provocadas un espectáculo público o privado; convertir en espectáculo público o privado, el maltrato, la tortura o la muerte de animales adiestrados o sin adiestrar y usar animales vivos para entrenamiento o para probar o incrementar la agresividad o la pericia de otros animales. 

Paradójicamente, de estas causales han estado exentas las actividades como el rejoneo, coleo, las corridas de toros, las novilladas, corralejas, becerradas y tientas así, como las riñas de gallos y los procedimientos utilizados en estos espectáculos.

Y es precisamente la Corte Constitucional la que de manera contradictoria ha venido tomando decisiones sobre la temática. Primero las suspende y luego, anticipándose a un plazo otorgado al legislativo, reversó su decisión inicial, reviviendo este tipo de actividades.

En cualquiera de los casos lo cierto es que detrás de cada corraleja existe algo riesgo para la integridad de la gente. Dejan muchos heridos, algunos con graves secuelas de por vida. Y en otros casos dejan muchos muertos, como la tragedia de Sincelejo, el 20 de enero de 1980.

Mientras la polémica continúa, las corralejas también: Unos se lucran, otros arriesgan sus vidas y las autoridades siguen siendo complacientes.

 

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