Alejandro Vallejo Tovar, recibiendo la visita de compañeros de estudios.
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El drama de un joven samario para que Coomeva le realice una cirugía

Fue trasladado desde Santa Marta hasta Barranquilla y la EPS ofrece más excusas que soluciones.

Un verdadero drama es que le vive el joven samario Alejandro Vallejo Tovar, debido a las complicaciones de salud por no poder articular bien su rodilla derecha, situación que lo mantiene en muletas para poder movilizarse.

Hace año y medio le fue diagnosticado “sarcoma fusocelular de grado histiológico a favor de sarcoma sinovial monofásico”, por lo cual emprendió un tratamiento.

Alejandro culminó en diciembre de 2016 estudios de docencia en la Escuela Normal Superior San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. Sin embargo, no pudo iniciar, como es su propósito de vida, la profesionalización, por estrictas recomendaciones médicas, debido a las dificultades que presenta, según explicó su mamá, Yamile Tovar Rueda.

En consecuencia, continuó con el tratamiento médico y el 8 de mayo de este año terminó las cuatro sesiones de quimioterapia que le habían recomendado. El paso siguiente consistía en una cirugía, pero realmente es lo que se le ha convertido en un drama, debido a las sistemáticas excusas de Coomeva EPS.

“Cuando terminaron las sesiones de quimioterapia deberían haberle hecho enseguida la cirugía, pero eso no ha sucedido”, relató Yamile Tovar a Zonacero.com.

Así, transcurrieron los días hasta que en la noche del 14 de julio fue trasladado desde la Clínica La Milagrosa de Santa Marta a la Clínica Prevenir Bonnadona en Barranquilla.

Allí fue valorado por un Ortopedista Oncólogo, quien el 27 de julio autorizó la cirugía, situación que fue aceptada por Coomeva EPS al día siguiente.

Sin embargo, eso solo fue en el papel porque tres días más tarde Coomeva EPS inició el ‘rosario’ de excusas argumentando que se trataba de una cirugía de alto costo.

“Comenzaron a decirnos que era de alto costo, que las cotizaciones demoraban y así nos han tenido”, señaló Yamile Tovar.

La preocupación por la demora radica en el hecho de que a medida que pasa el tiempo “la situación de mi hijo se va desmejorando”.

Por ello, asegura, pareciese indicar que con esa actitud “prácticamente lo que buscan es que los pacientes mueran”.

La actual situación por parte de Coomeva no es algo novedoso para su familia ya que han tenido que interponer dos acciones de tutela, falladas a favor, para que la EPS cumpla con los compromisos de alimentación, transporte y estadía.

Sin embargo, pese a los fallos judiciales la EPS tampoco ha cumplido. Y Alejandro sigue esperando que Coomeva cumpla con la cirugía y él pueda ver realizado sus sueños como profesional.

 

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