El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se pronunció, a través de un comunicado, sobre la fuga de cinco adolescentes del Centro de Formación Juvenil del Cesar.

El instituto en un primer punto precisó que “la evasión ocurrió a las 2:52 de la madrugada del sábado 30 de septiembre mientras los jóvenes se encontraban descansando y luego de la ronda de vigilancia que hicieron sobre las 2:45 a.m. los tres formadores quienes se encontraban de turno en el lugar”

El ICBF indicó que los muchachos rompieron los barrotes de acero de una ventana de su habitación con una segueta, la cual al parecer tomaron en un descuido de los obreros que adelantan trabajos de adecuación de las instalaciones del centro de formación.

De igual manera, reveló que “en la mañana de este domingo 1 de octubre dos de los jóvenes se presentaron nuevamente en el Centro de Formación en compañía de sus familiares, arrepentidos por lo sucedido y dispuestos a reintegrarse para continuar con su proceso de resocialización en el lugar”

Tras ocurrir los hechos, el ICBF se puso al frente del caso en conjunto con la Policía del Cesar y demás autoridades competentes “para activar los protocolos de seguridad establecidos para esos casos e iniciaron la búsqueda de los tres jóvenes que aún se encuentran prófugos de la justicia, implementando un plan candado en los departamentos de Cesar, Magdalena, La Guajira y Norte de Santander".

En otro punto del comunicado, el ICBF “hace un llamado a los medios de comunicación y a la opinión pública en general para que se abstenga de divulgar la identificación de los jóvenes y demás información confidencial que pueda poner en riesgo su integridad, tal como lo señala la Ley 1098 de 2006, Código de la Infancia y Adolescencia”.

También hace un llamado a la ciudadanía para “ponerse en contacto con la Policía Nacional a través de la línea 123 o con las demás autoridades competentes, de conocer información sobre el paradero de los tres muchachos que continúan prófugos de la justicia”.

Uno de fugados es un adolescente, de 17 años, quien habría participado en el homicidio del funcionario barranquillero del CTI, Sergio Medina Vergara, quien fue baleado el pasado 19 de agosto en el centro de Valledupar al tratar de impedir un atraco.